A Fernando Savater, nietzscheano ilustre. En homenaje de agradecimiento y recordación
Nietzsche no era de los de salir en la foto. Pero deberia estar ahí, en primera fila de los acusados -y condenados-de Nuremberg. De reo de autoría intelectual (sic) del Holocausto, léase de un delito de libre examen y de libertad de expresión. Lo que en las universidades españolas y extranjeras por las que pasé -belgas en particular-, siempre se obvió. Cementerios de energías -o lo que es lo mismo, laboratorios de sinergías (sic) como asi ahora las veo yo
No me lo podia callar, no, quitando asi la razon a los que siempre me reprocharon un monopolio cultural (sic), léase el de guardar o almacenar para mí (solo) -como en una mancha de origen (o de-cla-se, más bien)- todo lo sabido y aprendido, y en mi mente aquel portugués que sin parar me lo reprochaba, compañero de reclusion, alto y fornido como un gigante, él y sus oráculos de verdad y de esperanza, y no sólo (en desconcertante mezcla) de crimen, de guerra y muerte y destrucción. Y me refiero a la obra, de Ernst Nolte, fundamental entre todas las suyas, -"El fascismo en su época", en tres volúmenes-, y de ellos, el tercero sobre el nacionalsocialismo aleman y en particular su parágrafo hacia el final, "Nietzsche: el terreno pre-burgés de la cultura", que ya evoqué en la ultima entrada de mi blog.
Qué cultura? -dicho así de paso- se preguntarán, aquí algunos, la del Kultur Kamp, en alusion casi inevitable al protestantismo de su autor? Sinonimo del Espíritu, en el sistema de Nietzsche concluyo por mi cuenta yo, dejando asi adrede a un lado el laberinto de aquella polémica o querella (de católicos y protestantes) más que obsoleta, y -en frase (justa) de Bismarck- del lado polaco de la cuestión. Que apuesto que si ese texto hubiera sido (bien) leido y meditado entre los universitarios (españoles) de mi generación que tanto celebraban a su autor, otro gallo les hubiera cantado y otro hubiera sido mi destino (que de ellos me separó) Y así, a los golpes de tuerca de la dialéctica, que Nolte esgrime con soltura y con pasion, me desembarazo al fin de todo esa ganga de filosofia alemana (kantiana) como un desierto de Arabia que nunca me decidí a atravesar y que nunca comprendí -como le pasaba con Zubiri a Camilo José Cela-, culpa suya o más bien la nuestra? La pregunta del millón.
Y así se van desgranando ante mí (y a mi grande sorpresa) uno a uno los grandes temas y problemas de siempre, de la Cultura y del Espiritu, del Saber y de la Ciencia, de la Verdad y de la Vida, del Arte y de la Religión, del Mundo -como apariencia - y de la Realidad y de lo real (per se), y de "la conciencia de horizonte", todo uno, que lo real lo son las cosas -léase los objetos de fuera- y también lo soy yo. De todo ello y de lo que Nietzsche llama "ciclo autónomo" del Saber y de la Producción, léase del Producir en aras de del Progreso y de la Ciencia (utilitaria), y del Saber en aras de la Industria y la Produccion. con lo que el Hombre se ve privado o arrancado (sic) del suelo (creador) de la realidad, de lo real (per se), única fuente de (auténtica) creación.
Y así van surgiendo una a una como perlas las fórmulas brillantes de "la nueva doctrina" o "la nueva filosofia" -tan mal leída y peor comprendida- del pensador del Eterno Retorno, del Mediodía ("grand Midi") de la Vida, y de la Moral -antitéticas?-, el de la moral de esclavos y de señores, de los Señores de la Tierra, y del Superhombre (moralmente superior) Y el de la muerte de Dios (que hizo suya nota bene el Concilio Vaticano Segundo, apropiándose o hurtándola más bien -sin mencionar siquiera su nombre- a su auténtico patrón)
Y con ellas o por detrás de ellas , una gimnasia dialéctica (en Nolte) de gran altura -a niveles de vértigo Dios!- que hace añicos (en mí) el principio (aristotélico-tomista) de (no) contradicción (que me legó mi educación y refrendó en mí la enseñanza del seminario de Ecône): entre el joven Nietzsche -hijo (fiel) de un pastor protestante, preceptor de príncipes nota bene-, y el otro, más maduro -en su fase de Aufklarung-, hasta el útimo/Nietzsche, el del pesimismo filosófico -que denunciaba a su vez el pesimimo de la indignación (sic), propio de la Chandalá (la hez social, en sánscrito, del mundo antiguo, por expresarlo mejor) Y el Nietzsche de la Tragedia que en "El Anticristo" -que Nolte ignora- califica aquél de purgativo (sic) de la misericordia (y de la compasión)
Y el cantor -suma y sige- del espectáculo (sic) del sufrimiento y del placer (sic) del dolor, de la crueldad en acto -"con las propias manos" (...), el Nietzsche en suma de la fórmula matricial de su pensamiento -al decir sus escoliastas, Ernst Nolte entre ellos-, a saber, la de Destrucción (Vernichtung) Que le valió el verse sentado -en rebeldía o en ausencia- en el banquillo de los acusados de Nuremberg. Bajo la acusación de autoría (intelectual) del Holocausto, léase de reo de un delito de libre examen y de libertad de expresión.
Lo que Nolte explica de claridad diáfana -en su descargo- como una (simple) respuesta, esa Destrucción de todo lo deforme (sic), decadente y degenerado, al gran Atentado (sic) que el pensamiento marxista encarnaba (en su última versión) , léase al cambio (sic) del Mundo como tal y de la estructura (profunda) de la Realidad -11a. tesis sobre Feuerbach ("no se trata de interpretar el mundo sino de cambiarlo")-, por encima ello incluso -en su gravedad y potencia destructora- de las destruciones y desvastaciones y otras secuelas inmediatas -en el plano todas ellas nota bene de la cultura- de la lucha de clases y de la Revolución.
Hijo -el marxismo- de la abstraccion (reductora) del pensamiento occidental -del Pensamiento y de la Vida, y del Ser y el Devenir (tal y como nos lo enseñaban ya de niños) Con lo que el filósofo antiguo -y en Parménides piensan aqui todos y también yo- caía en la ilusión de poderse situar (sic) fuera de la Realidad, optando asi -concluye Nietzsche- por una actitud de juicio de la Vida (en plan de juez y acusador)
Y pareja inseparable (alter ego) del marxismo, el sistema (sic) que llegó a elaborar y a saber formular -dialécticamente- el último/Nietzsche a partir de preliminares y suposiciones e indicaciones de sus dos primeras fases, en una antítesis perfecta (sic) como el rostro y su máscara -dice Nolte-, o como el negativo y el positivo de la foto. O como la horma del zapato, digo (en castizo) yo. Y es entre la utopia (marxista) de la sociedad sin clases a través del cambio (radical) de la realidad, y la aceptacion (incondicional) de esa realidad "hic et nunc" -en "eterno retorno"- y de su suelo (sic), fértil y creador, por el Superhombre (moralmente superior)
Y así lo veo todo claro, y mi vida cobra así un sentido, de empresa espiritual. En pos de la Verdad, léase de la Vida -al margen de la Historia (?) y a la vez dentro de ella (....) De lo que entiendo venir dando fiel testimonio en este blog