Sin dejarnos (en lo posible) impresionar e intimidar por las escenificaciones de la guerra de propaganda anti-rusa que en las últimas horas -y en los medios "main stream" de la prensa occidental- no habra dejado de arreciar, doy(le) de nuevo a la tecla con ánimo de señalar -conforme no obstante a las imágenes que se nos estan vendiendo a profusión- el lado trágico -léase de confrontacion de ideas, ideológica- que destapa la crisis que estamos viviendo, unos el alma en vilo más que los otros- con la guerra de Ucrania, en la línea de frente de las zonas de combate los unos, o los otros en el gran circo romano que viene a ser el mundo de los medios del Internet y de las redes sociales en la actualidad. Y es con ocasion de una lectura (un tanto febril) -de ultima hora- de un librito -profusamente documentado- que habrá caido en mis manos de pura casualidad, de autor ruso -de los medios (nota bene) del exilio, del bando del zarismo ("blanco") (1917), de cuando la guerra civil-, y donde se analiza la evolucion -bajo la batuta de Vladimir Putin y la égida de su partido "Rusia Unida"- del régimen pos/soviético y de su opinion pública en general. Una evolucion o metamorfosis bajo el signo de un (nuevo) conservatismo (sic), y de la figura y obra de pensadores víctimas hasta no hace mucho del más estricto boicot -tachados de burgueses y de reaccionarios-, o procedentes de una corriente o magma de corrientes -el nacional-bolchevismo entre ellas-, no menos bajo sospecha conocida como "la Revolución conservadora", de un papel y protagonismo innegable en la eclosión y en el ascenso del nacional-socialismo alemán.
Y entre toda la panoplia de autores "sospechosos" -por incorrectos- rusos u ocidentales, que van desfilando por las páginas de la obra de la que aqui hago mención, se me ocurre aqui el destacar un nombre (en ruso) que en la obra historica y biografica -sucinta y a la vez documentada- sobre José Antonio (y la Falange), de la pluma de una de las figuras destacadas y exponente ilustre a la vez de la cultura oficial del regimen anterior -y de uno de sus principales laboratorios (Instituto de Estudios Politicos)-, se califica -junto con Oswald Spengler- de maestros seductores (sic), y me estoy refiriendo al autor (ruso) de una obra que les sonará sin duda aquí a algunos (no tan jóvenes ya como tampoco lo soy yo) "Hacia una Nueva Edad Media", de la pluma -muchos ya lo habrán adivinado- de Nicolás Berdiaev, del que nunca leí nada o casi nada, pero que vi siempre revolotear en torno mío con el aura de prestigio que el boicot sutil y discreto (e hipócrita e insidioso) del que él como tantos otros en aquella época fue victima, no conseguía borrar.
Escritor y pensador por libre, Berdiaev, y autor a la vez de una obra ingente donde aborda (ambiciosamente) la filosofia de la religión (sic) -y de la libertad-, de una marca o toque inconfundible en la obra del dirigente falangista -lo que le divulgaría (o popularizaría) entre españoles-, que a medida que se aproximaba el final, léase el estallido de la guerra civil (del 36) acusaba in crescendo los acentos proféticos y (semi) escatológicos de la obra de Berdiaev, concretamente en la llamada invasión de los barbaros (sic), de la que ya me ocupé en este blog, y que se vio sometida en la evolucion (innegable) del pensamiento de José Antonio a una doble y contradictoria -no le atrevo a calificarla de dialéctica- fórmula de interpretación. No del sentido per se del texto aquí evocado sino de la actitud a tomar ante él.
Porque esa invasion de los bárbaros no era más (ni menos tampoco) en la época aquella -la que vivieron José Antonio y Berdiaeff- que la irrupción del comunismo soviético, en el que José Antonio -discurso del Cine Madrid (19 de mayo 1935)- "veía ocultos y hasta ahora negados los germenes de un orden futuro y mejor" Y era en el dilema que el comunismo soviético nos presentaba y presenta -generaciones interpuestas quiero decir-, entre resistencia u oposicion frontal y combativa, y/o compromiso histórico y adaptacion, en lo que el lider falangista osciló en el plano teórico, intelectual -como ya lo dejé señalado aqui, y como en esa memorable cita claramente lo muestra-, entre una y otra opcion. En un dilema o disyuntiva (insuperable) comparable a la que la resurgencia del incómodo pensador plantea a todas luces al régimen pos-soviético actual y a Vladimir Putin.
Como lo ilustra el episodio (tristemente) célebre -por el alarde (de escándalo) del que fue objeto en los medios occidentales- de las Pussy Riots, las jóvenes rusas (feministas) detenidas e inculpadas tras el escándalo que montaron en la catedral ortodoxa en Moscú, en claro espíritu de provocación, y al final condenadas (contra el viento y marea de los medios mundo a través), por delito de odio (sic) a la religión, de las que una de ellas en un intercambio epistolar estando presa -en colonia penitenciaria (...)- cita los textos más divulgados de Berdiaeff sobre la libertad, y trata de servil (sic) a la Iglesia ortodoxa. "Si la Ortodoxia servil lleva razón -confia en una de sus misivas, en una mezcla desarmante y desconcertante de lozanía o frescor mental y de ingenuidad-, estoy perdida", un pensamiento incómodo que la interesada acaba por rechazar, en el nombre precisamente de nuestro pensador, y de sus ideas sobre la Libertad.
Y en lo que el autor del librito aqui abordado ve una prueba o testimonio de cargo contra Putin, reo como mínimo (dice él) de delito de imprudencia (sic) a la hora de de erigir a aquél en referente ideológico, como quien lanza una oferta publica de compra (en francés OPA) a un autor convertido en campo de batalla, una obra compleja y difícil de descifrar. Algo en lo que al autor de este blog no ve en cambio más que una muestra de "la guerra civil europea", que se prosigue aún, o en otros términos, del drama ideológico -de civilización europea- al que más arriba hago alusión. Lo que no cabe obviar de ningun modo o hacer objeto de abstracción -todos esos esfuerzos de una sinceridad dificil de cuestionar, en aras del compromiso histórico-ideologico, y en suma de la reconciliación, me refiero-, a la hora de sentar al mandatario ruso y a su régimen -como está sucediendo ahora- en el banquillo del tribunal de la opinion pública. Sin clemencia ni empatía, ni misericordia. Ni olvido ni perdón.
ADDENDA Textos los mas significativos de Nicolás Berdiaev, de la obra de Michael Eltchaninov: "La verdad sobre la libertad es indecible. Es un principio de vida, una de las especies de la gracia, y no un discurso racional" (óp.cit. p.128) Y también: "La verdad no existe como un objeto que nos sea impuesto, sino como un itinerario o un caminar y como una vida (entera), como un combate espiritual" (óp.cit. p. 129)
Y sobre el salvajismo -y la carencia de auténtica regeneración (sic)- en la Revolución bolchevique: "no ha habido en Rusia revolución. En el alma del pueblo y de las gentes, en las fuentes de energía creadora, nada cambió, nada nuevo nació. Siempre los mismos viejos instintos, los mismos antiguos sentimientos. Entre los elementos revolucionarios, ni un alma nueva ni un hombre nuevo nació" (de un autor condenado al confinamiento y al exilio interior -en Siberia- en tiempos del zarismo, y victima de expulsión de Rusia por el mismo Lenín) (1922)
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