2. Ea, ea ya pasó. El papa argentino fue y volvió (ileso) de Fatima. Y al autor de estas líneas por primera vez en visitas papales a aquel lugar se vio libre de medidas de puesta en observación o bajo vigilancia. Signo de los tiempos: medios de la mayor difusión -ABC y el País, y el Huffington Post (en italiano)- por vez primera en treinta y cinco años me dedican artículos ecuánimes y objetivos, mencionando este blog y rompiendo el silencio a mi respecto sin que eso conllevase nuevos episodios de linchamiento como fue (casi) siempre así hasta ahora.
“¡Muérete ya!” me escribe un trol. Y otros además de él -Il Giornale d'Ialia (clerical/fascista) y una novela negra de autora argentina me dieron ya por muerto-, en residencia psiquiátrica aquellos y en esta novela, de ciento setenta puñaladas (sic), no exagero) No tengo intención ninguna de morirme, tengo más ganas de vivir que nunca, que me inundaron a mi salida de la cárcel portuguesa, tras darle la espalda a la iglesia y sentirme libre y de los interdictos de la moral judeo/cristiana y del corsé mental de la doctrina católica. Que os sea leve (sin acrimonia)
SIENTO DECIRTE QUE EN NINGUN VIDEO SE PUEDE OIR LA VOZ CON CLARIDAD.
ResponderEliminarHAZ UN ESFUERZO; POR FAVOR; EN PRONUNCIAR Y ARTICULAR BIEN LAS PALABRAS.
ES UNA PENA QUE UNO NO PUEDA ENTERARSE DE LO QUE DICES...
y perdona por haber usado letras mayúsculas. Es para dar a entender que
es algo fundamental, sobre todo para el prestigio de este Blog.
GRACIAS
Y que conste que soy asiduo lector de este blog.
Gracias por tu mensaje. El prestigio de este blog como tú dices, anda un poco maltrecho, es cierto, igual que el de su autor, pero la cosa no es de ahora sino que viene de hace treinta y cinco años. Trataré de arreglarlo. Saludos
ResponderEliminarFernández es triste que no sepas cual fue tu lugar en la historia. tu acción fue descrita 1982 años antes. fuiste funcional a la providencia.
ResponderEliminarApocalipsis 13:14
Además engaña a los que moran en la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de la bestia, diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía la herida de la espada y que ha vuelto a vivir.