Me abrió un poco más la mente,
me tocó mi fibra artista
y me alegró el alma -¡Dios!-
en la tarde gris, vacía,
la exposición permanente
del gran pintor surrealista.
La visión que tuve de golpe
de su obra, y de su vida,
de la historia de su obra
y su vida, tan atípicas
de la época en que vivió
que fueron tres ¡Tan distintas!
Luz , sombras, las dos primeras
que nublan la más tardía
y explican -y la disculpan-
una vejez en penumbra (...)
¡Años Veinte...y Años Treinta!
Epifanía y mediodía
de la gran luz surrealista
que hizo soñar y vibrar
a una juventud idealista
y alumbró sueños grandiosos
de una Obra Nueva, y bella
y grande (con mayúsculas),
sueños de una nueva era
de un nuevo orden (del Mundo)
de una nueva Pax Romana
que de un tris se frustrarían
Que quedaron aquí enterrrados
por estas tierrras del Norte
sin sospecharme -¡no lo sabía!-
que era lo que me tenía así,
ojo avizor siempre alerta,
el alma en vilo o noche en vela
mis años de travesía.
La Voz de la Sangre, eso fue,
o la Llamada del Bosque
como por aquí le dicen
O el Llanto de los Abedules
¡Eso fue! Lo que vi y lo que oí
en mi visita al Museo
de una voz clara y distinta
en la tarde tan marchita,
Templo y Altar. Luz y poesía (...)
¡De miedo de estar acosándote,
no me atrrevía, pardiez,
no me decidía a esperar!
¡Lo único que cabía hacer
que debía haber hecho ya!
Porque esperar algo (de alguien)
es antes de atar, desatar
y era algo -que debía aprender-
que no caería de las nubes,
que sólo vería llegar
tras una larga espera
¡tan enconada y tan dura
o más que una guerra mundial!
Pero era eso sólo y no más
simple y sencillo...e ingenuo
Cuestión de esperar y porfiar
(o como en Portugal dicen,"teimar") (...)
¡Misterio de tu ingenuidad
tan astuta y tan aviesa!
¡De Santa/Femineidad!
De fiarme de mí (¡ay de mí!)
confiando en tí a la par
que lo uno (sic) trae lo otro,
me susurraste tú al pasar
¡Con qué andares con qué ademán!
¡Y qué juego el de tus manos
¡Y que gesto y qué expresión tan voraz!
Llevo cantándote ya un rato
y aún no paré en mi explorar,
aún no acerté con la clave
de un enigma sin igual:
del secreto y del encanto
de una vida tan trivial,
tan insulsa, tan corriente
¡que tanto me hizo soñar!
Con diamantes en el cielo
y luces en la oscuridad
y luceros en la noche
¡Río de estrellas en la mar!
Y en el centro tú Amor Loco
(e irreal ) ¡Mi Estrella Polar!
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