Desfile falangista en homenaje a Onésimo Redondo por las calles de Valladolid (1941) El carácter poliédricoMe hace daño Gamonal, lo dije y lo mantengo. Me duele Gamonal como me duele Burgos, como me duelen León y Castilla la Vieja Y como me duele Jaén aquí alguno dirá (...) "Me cae bien -le leia a alguien una vez , hablando de un escritor, en cambio- porque no le duele España" (...) La indiferencia en materia de amor patrio es desde luego lo peor. Y no se crean algunos que no me plantea serias cuestiones -de identidad- el hecho reconocible al menor esfuerzo de intropeccion en mí que tras veintisiete años de estancia aquí me empieza a doler Bélgica en el alma a mi también, como lo pude comprobar y sentir recién llegado de Madrid donde no se ve una mota de polvo ni el metro ni en los demas transportes públicos y donde no te sientes -y toco madera-, ni deambulando por el centro ni por la periferia (en Mostoles por ejemplo donde estuve paseandome uno de los domingos que alli pasé) , en tierra extranjera o como en una ciudad o un país "empezado" por una erupción cutánea que va fatalmente desfigurándola y haciéndola perder su fisonomía tan familiar y tan entrañable para españoles incluso, occidental por supuesto y europea.
y "policrático" -expuesto y sujeto a fuerzas centrífugas- del movimiento falangista y nacional sindicalista de antes de la guerra -comparable al del resto de los movimientos fascistas o nazi/fascistas de su época en general- habrá venido adquiriendo creciente consenso entre historiadores en las últimas décadas, incluso en relación con la Falange madrileña, incluso después de la escisión de Ramiro Ledesma (enero de 1935) Por lo que al nacional/sindicalismo naciente y la falange en Castilla la Vieja se refiere. Umbral habló en una de sus novelas de los "bajalatos de las falanges de Castilla" refiriéndose sin duda a las luchas intestinas de facciones rivales de la falage vallisoletana, entre el grupo que se decía más fiel a la jefatura nacional, liderado por Girón y su inseparable Luis González Vicén, y el de los más fieles a Onésimo Redondo, fundador de las JONS, entre los que destacaba el padre biológico (presunto) de Francisco Umbral, Anselmo de la Iglesia
Y me hacen daño ahora unos niñatos tomándose por el Cid Campeador mientras enarbolan la bandera de la diferencia local, aldeana y cantonal, y en suma de la disgregacion separatista, porque si es verdad que todos los españoles en mayor o menor medida se sienten o tiene derecho a sentirse en su casa en cualquier otra de las regiones españoles distinta de la suya propia, si cualquier español, por poner un ejemplo, tiene derecho a sentirse (un poco) catalan, "a fortiori" tiene derecho a sentirse castellano, y cuando digo castellano digo sobre todo castellano/viejo, y mas si se trata -como en mi caso- de madrileños (...)
Claudio Sánchez Albornoz conversando con el rey Juan Carlos en 1978. Republicano de Azaña, y abulense de nacimiento, fue presidente del gobierno republicano en el exilio. En 1983, poco antes de su muerte -regresado del exilio- recibió la Gran Cruz de Carlos III. Reivindicó durante muchos años antes de la guerra y en el exilio un republicanismo castellano y comunero y en ese sentido sería un referente ideológico de la extrema izquierda castellanista de nuestros días. Suya es la frase "Castilla hizo a España y España la deshizo" Un ejemplo emblemático de sofisma historico (o verdad a medias) Poco antes de morir en cambio, publicó un libro "De la Andalucía islámica a la de hoy" -en la editorial Rialp (del OPUS) (...)- de marcado caracter anti-islámico, capaz de provocar serias urticarias entre jóvenes indignados (tan islamizantes ellos) (...)"Castilla hizo a España y España la deshizo" escribió el profesor e historiador republicano abulense de nacimiento Claudio Sanchez Albornoz, una fórmula no poco sagaz por la que el viejo republicano venía sin duda a querer plasmar el dato histórico innegable que la expansion imperial se hizo a expensas de Castilla, por el aplastamiento, en concreto, de la revuelta comunera que para la izquierda castellanista (extrema) protagonista con gran destaque de los disturbios de los ultimos días en la capital burgalesa es a no dudar referente histórico de primera magnitud, o en otros terminos, su mito/fundador por excelencia, por donde vendria a ponerse un punto final a las Viejas libertades castellanas qu venian de antiguo en nuesta historia.
¿De donde y cuando exactamente? Está claro hoy -para el que esto escribe al menos- que venían de la guerra civil castellana (1366-1369), madre de todas nuestras guerras civiles, y "pari passu" de la ascension de la casa de Trastamara que otorgaria libertades -fueros o privilegios- a todas los burgos y ciiudades que la habían ayudado en su lucha contra la realeza encarnada en el rey (legítimo) Don Pedro I.
Me hace daño Gamonal y me hace daño Castilla la Vieja, como me hace daño el remover viejas historias de nuestros contenciosos seculares (no del todo resueltos) y de nuestras guerras civiles, aun sin supercar del todo en nuestros días. Como me hacían daño las novelas guerra civilistas de Umbral (...) Francisco Umbral. Una y otra vez, riñendo -y riñéndonos (...)- batallas después de muerto.
Aquí en uno de mis recientes articulos ya comenté que el celebre escritor al final de su vida parecía de vuelta de esa recriminación tan acerva y acrimoniosa de la que se ve plagada toda esa componente (importante) de su obra escrita que trata directamente de la Guerra civil española. De nuestra Guerra civil y más exactamente de la guerra en la retaguardia De Valladolid par comenar donde pilló la Guerra a Umbral y donde la vivió desde el principio hasta al fin, de niño, y por extension de todo el conjunto de la region de Castilla la Vieja (y Leon) En Burgos, capital administrativa de la España nacional -tras haber tomado el relevo de Salamanca- como en Valladolid, capital del Alzamiento, politica y militar- lo que se ve ilustrado en uno de los giros de realismo magico que caracteriza sus novelas sobre la Guerra civil, y es el que da inicio a la Leyenda del César Visionario, "En un Burgos salmantino de tedio y plateresco, en una Salamanca burgalesa de plata fría../.." (etcétera, etcétera) Y entre Salamanca y Burgos, Valladolid, de balcón u observatorio principal en la trama de la novela.
Girón gravitó de cerca sobre la infancia y la adolescencia y la primera juventud de Umbral. Y no digamos sobre sus novelas guerracivilistas, sobre una de ellas sobre todo, "Capital del dolor", de ambiente vallisoletano. Cuando murió, Umbral le dedicó una pagina cronológica de su columna del Mundo en tono desgarrado, entre la veneración y el denigramiento, que hacen pensar a una figura tutelar (renegada) o a un padre de remplazo (posteriormente remplazado también) La hipótesis es de lo mas plausible desde luego que Girón -rival directo de Aselmo de la Iglesia en la Falange vallisoletana- conociese la verdad de los orígenes del escritor, como, a decir de Ana Caballé, los conocía el que fue su gran protector y amigo, Miguel Delibes (igualmente vallisoletano)
Y es lo que se ve plasmado tan graficamente -hy tan fantasiosamente a la vez- en las novelas guerracivilistas de Umbral, y lo es una memoria (de niño) óptica o visual de la guerra en la retaguardia castellana o castellano/vieja, en clave de una memoria de vencidos no pco reconstruida y a la vez asimilada, asumida o hecha suya por el autor, por la via de la reeducacion en gran medida (como ya lo expliqué en mi trabajo fallido, y aqui ya también en más de una ocasion)
¿Verdad o mentira historica la memoria umbraliana de la Guerra civil? La pregunta del millón o la cuestión sin respuesta a la que pretendieron (vanamente) responder algunos de sus más devotos y estudiosos en el ultimo de los coloquios de una serie de tres que se le ha dedicado estos últimos años en una Universidad francesa. ¿Verdad o mentira las picotas a la entrada de la ciudad castellana (sin identificar) decoradas con las cabezas de rojos asesinados, víctimas de venganza y ajuste de cuentas? ¿Verdad o mentira el fusilamiento de ciegos en escarmiento, escogidos a dedo -por el propio Caudillo en persona- entre todos los presos políticos o prisioneros concentrados en la plaza de toros de la ciudad castellana a abarratorar? ¿Verdad o mentira los autos da fe de libros en las plazas de pueblos y ciudades de la retaguardia (castellana)? ¿Verdad o mentira los fusilamientos en publico de atraccion de feria (y de ejemplo y escarmiento)
Ni verdad ni mentira, es lo que habra que acabar concluyendo dantos añols ya transcurridos cuando -como declaró una vez Umbral- "pasados los cincuenta años, la historia se convierte en literatura" Mucho menos (segun se mira) o mucho mas que una simple verdad o una simple mentira: mitos y leyendas que alimentaron la imaginación infantil (y juvenil) de Umbral y que vienen alimentando una memoria de los vencidos de vuelta desde hace años al socaire de la ley de la memoria historica y que vemos ahora gravitando de cerca sobre los (graves) incidentes de Gamonal de forma un tanto espectral y misteriosa.
Delibes, en una foto inédita (con su santa/esposa) La boina que no falte. Nunca leí nada de él ¿Por qué? Misterio para mí (..) Pero no me caben dudas que fue el gran desenterrador -tras su imagen santurrona- de la memoria historica de los vencidos de la guerra civil en Castilla la Vieja, clave sin lugar a dudas de su éxito arrollador entre mi generacion que le endiosaron de maestro indiscutible -más que Cervantes (...)- del idioma. La Caballé dice en su libro que él conocía la verdad (sic) de los orígenes de Umbral ("Francisco Umbral. El frío de una vida", Espasa Calpe, Madrid, 2004, p. 125) ¿Y es aventurado pues el pensar que ese pequeño detalle fuera también la clave de su ascensión fulgurante en la posguerra (tras la II Guerra Mundial)? Por ese arma de chantaje tan temible de la que disponía contra uno de los grandes vencedores de la guerra en Valladolid (y vencido después, nota bene, tras el 45), lugarteniente en vida del gran icono de la ciudad castellana durante décadas, Onésimo Redondo?
La memoria trasmitida -hereditaria por definicion- es insperable no obstante de la filiacion, lo que en caso de Umbral viene (trágicamente) a toparse o a estrellarse con un problema de a/filiacion, por desconocimiento o falta de datos -divulgados- de la filiacion del autor, por la vía paterna. Por lo que no es de extrañar que con los acontecimiento de Gamonal vuelva ahora a un plano de actualidad la identidad del padre de Francisco Umbral, clave última del enigma de su vida y de su obra que me pareció resuelto de un vez por todas como ya lo dejé registrado en mi bog hoy difunto de Periodista Digita. Aquel blog desapareció pero lo que en él dije lo mantengo.
Quiero decir que si el lugarteniente de Onésimo Redondo, Anselmo de la Iglesia, una de la figuras más emblemáticas de la falange vallisoletana, o si se prefiere de aquellos "bajalatos de la falanges de Castilla" (Umbral dixit) que serian el núcleo primigenio fundador del moviento falangista, si fue él y no otro el padre biológico de Francisco Umbral en el que su hijo no reconocido vertería todo el despecho y el resentimiento que cabe humamente suponer, todo se explica pues, de esa recriminacion guerracivilista -en nombre o por cuenta de la memoria de los vencidos- de la que rezuma toda la narrativa de Umbral (directamente) referida a la guerra civil del 36 y que vendria fatalmente a arrojar agua al molino de esa memoria revanchista y beligerante castellana, castellanista -y separatista- que vemos resurgir tan espectralmente ahora, en Gamonal
INTERESANTÍSIMO TU POST. Umbral más que un falangista era un jonsista, un tipo del pueblo, algo agrario carcter que sidimulaba con su visión de dandy. Habñia que oler bien. No puedo establecer referencias pero creo que la Caballé escribe que llegó a reconocerle o hablar con él en un coctail. Juan debieras escribir un libro. De lo de Gamonal te dirñe que maejan estos tíos la tesis y la antitess y sucederá lo que en las comedias de capa y espada fuese y no hubo nada. España es un misterio, no se parece a ningún otro pueblo de la tierra y esa limpieza y tranquilidad pastueña la estamos viviendo que sea para bien, pero bien dice que los speakers de la tele y periodistas ad hoc hablan de cuestiones de tanto momento como si no fuera con ellos, Jopé que lío
ResponderEliminartotalmente de acuerdo. Delibes es un escritor magnificado y endiosado por la crítica sectaria. Es un manierista del idioma muy cazurro, escritura buen rollito pero sin pasarse en la crítica, y no niego ciertas calidades lexicográficas para rescatar del olvido palabras añejas olvidadas de nuestro pasado campesino en Castilla la Vieja. Esa manera de escribir fue para él y para muchos bastante redituable y abrió con sus libros, patentemente inocuos, las horcas caudinas de la Memoria histórica por la cual los vencedores de la guerra civil pasarían a ser los vencidos
ResponderEliminarLo del jonsismo de Umbral -en la línea ramirista, por el sesgo anti-clerical, y por el resentimiento de clase comun a Ramiro y a él-, ya lo señalé en mi trabajo de doctorado que no llegué a presentar. En lo de Gamonal, creo que tienes razon Antonio, tú que eres por lo que tengo entendido de cerca de allí y que te debes conocer mejor el percal, una comedia de capa y de espada, de las de fuese y no hubo nada. En Madrid el viernes de la colera desde luego no hubo nada, cuatro gatos, y en otros sitios ni eso.
ResponderEliminarLo que dices del aspecto o la faceta agraria de Umbral me parece muy certero y muy veraz. Y el problema en él no era ese en mi opinión sino el llegar a acordar hasta qué punto lo habia asumido o asimilado, that's te question, porque a veces se llevaba a la conclusion opuesta, o él mismo así lo daba a entender. Esa aversión que confiesaba a veces hacia el refranero precisamente por su caracter rural.
O ese incidente memorable, tanto o casi como lo de yo he venido aqui a hablar de mi ilbro. Y fue cuando se echo todo el poueblo de Aranda del Duero encima llamandoles paletos, la que se armó, creí que le iban a crucificar. Y mucho mas tarde lei en uno foros de opinion, creo que eran de Aranda precisamente unos comentarios de vecinos del pueblo queno tenian desperedicio, lo que me pude reir. Confesaban de lo mas llano y desarmante que muchos les veian asi y que cuando el escandalo aquél en leguas a la redonda no podian decir que eran de Aranda porque ya la tomaban con ellos. Y lo que mas me hizo reir fue uno de ellos -un muchado joven parecía, arandino por supuesto- que continuaba diciendo que lo peor estaba aun entonces por venir y que fue cuando aparecio al alcaldesa de entonces al frente de una delegacion de vecinos en las camaras de la television para poner los puntos sobre las ies, y que lo peor de lo peor fue cuando pidio permiso a la locutora para saludar a los paisanos del pueblo que la estarian viendo, y yo al llegar allí tampocoo sabía donde meterme leyendo aquello (...) ¡Viva Aranda del Duero, pensase Umbral lo que pensase de ellos! Y con esa embestida demostró que no tenía muy asumidos esos origenes agrarios a los que aludes, Antonio. Un abrazo
Sobre Delibes, le oi una vez a un español residente en Bélgica, santanderino y traductor de profesion, que Delibes -al que profesaba gran veneración- preparaba sus novelas tomando (discretamente) nota de lo que oía y veía en sus idas y venidas -en tren o en lo que fuera- por los campos castellanos que frecuentaba. Y que eso ya le daba el tema o el hilo narrativo de relato, lo que en la concepcion narrativa umbraliana era poco menos que una blasfemia, grosso modo el mismo pecado que echaba en cara a
ResponderEliminarGaldós o a Baroja -a los que tampoco pude nunca o casi nunca hincar el diente(salvo en el colegio que eran lectura obligada)-, porque sus novelas o lo que él llamaba así -que algunos como la Caballé le discutian que fueran tales- fluían espontáneas del manantial de la memoria, o de la imaginación fundida con aquella (o yo así se lo entendí al menos )
No lei a Delibes, ya digo y no sé si sus rescates léxicos fueron auténtico castellano arcaico como los de Umbral o simples giros de lenguaje popular o aldeanismos. Tendria que ponerme a leerle Antonio, y como decía el poeta, quédese para mañana. Otro abrazo
Umbral era un genio. Delibes un ingenio discretito y muy aseado, eso sí, o al menos así me parece a mí. No puedo acervar tantos conocimientos como tú, mi dilecto compañero. Tengo para mí que el mayor artista, musicólogo y escritor que dio la querida tierra de Castilla la Vieja es Joaquín Diaz, el que ha rescatado todo el viejo romancero, un nuevo Menéndez Pidal, es de Zamora pero cometió el error de haber sido apadrinado por Coros y Danzas y vive escondido en un hermoso pueblo que se llama Urueña de Valladolid, vida de monje. Un día le dije que su obra era mayor que la de Delibes y Joaquín que es muy buena persona y muy sabio, pero que vivió un poco al socaire de la fama del autor del "Camino", buena novela por cierto, no sé si lo tomó a mal. Por lo demás, leo con avidez tus posts y esa idea de que hemos perdido la guerra habiendo ganado la paz, me abriste los ojos. No me había dado cuenta. Estas ideas me dan fuerza. Muchas gracias y que descanses, Juan Fernández Kröhn
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