" Servía en Orán al Rey
un español con dos lanzas,
y con el alma y la vida
a una gallarda africana,"
(Luis de GÓNGORA)
Entera y siempre igual (a ti):
Prosa fluida y tranquila
Sin nubes ni cielo azul
Y a media luz, así es tu vida
y así me enganchaste amor
En aquel trance (aquel día):
nuestras miradas se uncieron
En segundos ¡qué energía!
¿Por qué miras así, mujer?
¿Quien te lo enseñó adivina?
¡Bruja!, y más sabia que yo
Más que eso ¡Grande Sibila!
Y por eso andas tan tiesa
Y te muestras tan segura
Oteando tú (sola) el futuro
O clavando en mí esa furia
Ese furor -sí es eso, sí-,
Que lleváis todas (¿mentira?)
Secreto y metido dentro
¡Siempre a tu antojo mi niña!
Y mientras, tan retozona
Jugando con dinamita
Tan revoltosa y tan tuya
tan tiesa y tan “gorda” (¡mi hija!)
De los pies a la cabeza,
en tus dedos y en tus uñas,
esa malicia traicionera
tan aviesa ¡femenina!
Presta a todo (en mal o bien)
Por salirte con la tuya
Desbancando a tus rivales
De esa furia (tan moruna)
Que te vean así salir
Todos del
trance, tan digna
Igual que una faraona
¡Más terrible todavía!
Que jugó y ganó (en un tris)
¡No era torpe la gallina!
Y cayó en mis manos por fin
(cuando se me fueron las dudas)
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