Guerra de imágenes -y de cortinas de humo- a todo arder con la venida de Salvini y la celebración del Congreso de su partido, la Liga, en Bolonia (la Roja) En el estadio (a reventar) -hasta seis mil- de PalaDozza (foto de la derecha, de antes del comienzo) (…) y tras el fallido intento de la izquierda anti-fascista (vociferante y furiosa) de suspender el congreso, como sí lo lograron con el congreso del MSI (neofascistas) en Genova en 1960. ¿Indignación pacifica -como nos lo venden los medios con la plaza llena (como “sardinas”, silenciosas) (...) “Piazza Maggiore” de Modena (vecina de Bolonia) (foto de la izquierda)? Más bien frustración indignada e insidiosa tras el fracaso de la algarada callejera (en Madrid como en Bolonia) Moraleja (sin moralina) : el Congreso (de la Liga) en triunfo, que ni la indignación callejera ni los medios no lograron cancelar -como sí en cambio hace ahora cincuenta y nueve años-, nos abre (a los españoles) un camino. A la derecha
¿Guerra de imágenes, la guerra asimétrica?, sí, y guerrilla urbana y callejera. Como lo acaba de demostrar (otra vez) el congreso de la Liga de Salvini –con todas las figuras emblemáticas (como el fundador Umberto Bossi) en primera fila presentes, y Sivio Berlusconi (Forza Italia)-, en el corazón del Norte de Italia, feudo de la izquierda, en el bastión inexpugnable anti-fascista, de Bolonia, la emblemática ciudad universitaria, capital histórica de la Resistencia y en manos de antiguo -in illo tempore- de una alcaldía comunista (o posmarxista). Porque lo que la guerra de propaganda quiere esconder corriendo sobre ello un tupido velo, sale a relucir a la luz con sólo un poco de esfuerzo de memoria: un escenario análogo, al de la celebración del Congreso del MSI en otra capital del Norte, Génova (junio de 1960) que se saldó –como lo puse de manifiesto no hace mucho en este blog- por una gran derrota política de los misinos y una espectacular victoria de la izquierda –comunista y filo comunista- logrando la suspensión del congreso, y mas aún, forzando al MSI a un replanteamiento radical de su estrategia descartando para siempre la opción de Michelini –primer secretario y fundador del partido neofascista- y su “vía legal” y dando así paso a la otra/opción, revolucionaria, -o "nacional/revolucionaria"- y con ella, a la escalada o espiral de la violencia, como su fatal consecuencia (…) Y hora parece que están sucediendo en Italia al revés las cosas, el triunfo de la moderación que –digan lo que digan los medios- Salvini representa tras el espectacular triunfo –del pasado domingo- en el terreno de la algarada callejera. Porque por más que la batalla de imágenes nos lo quiera ocultar o hacernos ver lo contrario, Salvini sale de gran triunfador de la jornada. Logrando -en un escenario calcado al de la operación "Toma del Congreso" en el Congreso de Diputados en Madrid (25 de septiembre 2012)- la celebración –multitudinaria- del congreso de la Liga en Bolonia (y ahí está el video "que hace temblar a la izquierda") , y frenando y haciendo retroceder al antifascismo violento por cuenta del Orden Público, y a golpe de mangueras y no de perdigones (comparaciones odiosas) Y a los que habrá cerrado la boca (¿en la calle sólo?, por ahora) Todo eso en Bolonia.
Y evitando así que se contagiase o extendiese como un reguero de pólvora –como entonces hace cuarenta años en el congreso misino (neofascista) de Génova – a través de Italia entera. Y tal y como lo ilustran los videos que esta circulando en la red sobre los acontecimientos. Y victoria a la vez en la guerra de propaganda de los medios. Que no es para tanto, la vuelta al sempiterno cuento de buenos y malos –de rojos y negros (o azules, en versión española) sobre la guerra civil (en la segunda guerra mundial y en el Norte de Italia), y de la retórica de entonces y las consignas y las canciones o cantos (de guerra) de siempre, el Bela Ciao que no falte –¿queríais arroz? tres tazas llenas!- y todo porque lo único que (la Liga y Salvini) pretenden es controlar (un poco) -con la ley en la mano (...)- las fronteras: ese es el mensaje que se trasluce –en el plano al menos subliminal- de los análisis y comentarios de la prensa italiana de las últimas horas. Que cala hondo a todas luces en la opinión publica del país transalpino y es prenda de garantía del acenso fulgurante de aquél como lo están mostrando los mas recientes sondeos (…) ¿Salvini acabado, como nos atronaban los oídos tras su derrota? Como dicen los argentinos, milongas.
Los Cinco Estrellas, esos sí que firmaron su sentencia de muerte (política) tras su puñalada trapera, como lo esta probando la evolución de la crisis allí. Roma no paga a traidores, nunca mejor dicho ahora. Y el desenlace de la ultima crisis que echó como en en un golpe de teatro a Salvini a la oposición, se está revelando ganador para el controvertido político italiano en lo que llamé al principio –y así me sigue pareciendo hoy- un juego mentiroso (póker “menteur”) “Hay un camino a la derecha” (como proclamaban no hace mucho los de VOX), en España como en Italia, y es el que acaban de dejar abierto los amigos italianos del partido español ( y no me caso con nadie, ni con los de la Liga ni con el PP ni con los de Vox) Y espero y así deseo (ardientemente) que tomen nota (…) ¿En España como en Bélgica? (...)
Los tiempos y los vientos cambiaron. ¿En Italia como en España (y en Bélgica)? (…) Gimnasia antifascista (y guerra civilista) en Bolonia ante el congreso (anteayer) de la Liga y la visita de Salvini , e imágenes de una derrota. La del chantaje de la violencia callejera de la izquierda. A golpe, no de perdigones, sino de mangueras (…)
¡Muerte a Salvini! (en las paredes y en las bocas). Un grito –Boia!- de una (lúgubre) resonancia -de guerra civil- en Italia, con el que habrá sido acogido Salvini en Bolonia: como el que coreaba la muchedumbre (enloquecida, furiosa) en Piazza del Duomo en Milán (1945), ante los cadáveres (profanados) del Duce y de Claretta. ¿Ese es el humor –como no lo quieren vender los medios italianos y las redes sociales (léase socialmente/insidiosas)- de la indignación callejera (el de las “sardinas” silenciosas)?
Rechazar a los inmigrantes en el mar como quiere hacer Salvini no es muy cristiano...e intentar asesinar al Papa tampoco.
ResponderEliminarNo mezcles churras on merinas, Thomas: la actual situación del aflujo (o aluvión) de inmigrantes -en fase (vertiginosa) de degradación, léase de invasión- con cosas que pasaron hace (casi) cuarenta años, ¿o es que conmigo no vale la prescripcion ni el derecho al olvido (o al perdón)? De todas formas, te aclaro con mucho gusto. Que sin querer ni desear mal a nadie, ni echarlos al mal mucho menos -ni aceptar cualquier tipo de chantaje menos aún-, no me llamo ya cristiano, que Salvini y sus seguidores piensen (o rezen) lo que quieran en el tema. Y los que me abrieron (de par en par) los ojos, del verdadero rostro judío -léase judeo-cristiano- del catolicismo romano en el que me educaron, fueron el concilio vatiocano segundo, el papa/star Juan Pablo II (q.e.p.d.), ídolo de los medios, de la prensa global, y los espectáculos (escandalosos) de la indignacion callejera (y del 15-M) -como una nueva religion (o un nuevo Petecostés)-, y de la inmigración musulmana (silenciosa) en curso, de España y de Europa. ¡Alto a la invasión! (y que el Papa piense lo que quiera) ¡Arriba los pueblos y las naciones de Europa! Dicho en defensa propia y en el uso y ejercicio de mi libertad interior. (Sin trampa ni cartón)
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