Otra vez Chile. el terremoto o el tsunami de alcance y consecuencias todavía imprevisibles. Hasta los antis más recalcitrantes -como Soledad GALLEGO, la ex-directora del Pais-, lo reconocen fuera de toda sospecha. Y es ante la contundente victoria electoral, sin réplica posible alguna -con una diferencia de más de 16 puntos porcentuales (58,16%) y de más de dos millones de votos (dos), del candidato de (ultra) derecha, José Antonio KAST, hijo de un oficial alemán de cuando la II Guerra Mundial (del que ya nos ocupamos en este blog) en las recientes elecciones chilenas, lo que ni soñarlo podíamos los más recalcitrantes. De cambio de ciclo (sic) hablan los analistas, en Chile, en todo el hemisferio -¿y en el mundo entero?- ante el avance incontenible, espectacular, de lo que ellos llaman la extrema (ultra) derecha. La izquierda mundial de luto, o sea. Era lo que ayer (noche) se barruntaba y pudimos constatar -sin resentimiento ni acrimonia pero con la satisfacción del objetivo cumplido, sin reservas ni complejos-, en el programa "tertuliano" de TVE -horresco referens!- La Noche en 24 horas, en la que se sucedían en lamentos (casi bíblicos) los tertulianos ellos y ellas, uno detrás de otro, bajo la batuta del director Xabi FORTES, que oficiaba y presidía la ceremonia.
Victoria rotunda y sin matices, que fue a la vez un rotundo plebiscito a favor y en honor de la memoria (plagada) de oprobio del general PINOCHET, al que de un tris no pudieron dar por muerto en vida ni dejarlo -en Inglaterra- preso hasta los restos (¡lo sentimos, juez GARZON!), y al que sus compatriotas parecen hoy haberle plenamente rehabilitado en su honor intacto, perdonándole incluso, por completo, ese gesto ambivalente (llamémosle así) de hacerse pasar por alienado mental -en la guerra como en la guerra-, para poder escapar de sus raptores hasta el final de sus días. De eso y de aquel peligroso atentado -como el de Petit-Clamart (general DE GAULLE)- del que escapó (por los pelos) haciendo muestras de un valor y un coraje y sangre fría (sin dejar de dar instrucciones al conductor del vehículo en que discurría) castrenses al cien por cien y propiamente excepcionales.
Fue (el General PINOCHET) beneficiario más que artífice de un golpe de estado "quirúrgico" que él no fraguó -y nota bene prácticamente incruento (sic) y al que sus más íntimos y enconados rivales reprocharon -como le habían reprochado mucho antes a FRANCO -en quien sin duda se inspiró- de haberse sumado o montado como a un tren en marcha a él, a la sublevación, sin apartarse (ni él ni sus compañeros de armas) no obstante un ápice de una tradición militar insurreccional bien chilena en resumidas cuentas, como lo ilustran las dos tentativas -antes del 11 de septiembre- que tuvo que afrontar Salvador ALLENDE y antes que él, su predecesor, el demócrata cristiano de izquierdas, Eduardo FREI (ex-falangista, de la Falange Nacional Chilena, ¡fuera complejines y complejos!) -al que la TFP chilena (Fiducia) llamaría (no sin razón) el Kerenski chileno-, y fueron respectivamente, el tacnazo -del regimiento de TACNA-, y el tancazo (o tanquetazo)
¿Ultimo episodio de la guerra fría, el 11 de Septiembre chileno? Así se lo ve hoy en un amplio y casi universal consenso. Como sea, el país se desarrolló social y económicamente bajo el régimen militar siguiendo el modelo económico liberal y bajo la influencia del economista norteamericano Milton FRIEDMAN, profesor de la Escuela de Economía de Chicago, que acuñó el término y concepto de "milagro de Chile", y del grupo de jóvenes economistas a los que impartió enseñanza el mismo FRIEDMAN en su Escuela, los Chicago Boys, con una orientación económica liberal, neoclásica y monetarista a años luz del dirigismo de gobiernos anteriores -de la Democracia Cristiana (de Eduardo FREI) y del socialismo marxista de Salvador ALLENDE. Tal y como lo confirma la fuerte corriente inmigratoria allí, provenientes en gran medida de países suramericanos, especialmente Haití y Venezuela, fuente de conflicto y tema de considerable peso electoral como lo ilustran las acusaciones contra el presidente ahora electo, inmediatamente a seguir a su elección, por el colombiano Gustavo PRETO.
Y testigo de ese auge y desarrollo -bajo el régimen militar lo fui yo también durante mi estancia allí a principios de los ochenta -antes pues de mi gesto de Fátima (13 de mayo 1982)-, en el marco de mi ministerio sacerdotal y misionero en la FSSPX de Monseñor Lefevre, vistiendo el habito de la Fraternidad con el que aparecí en una cadena de televisión chilena profiriendo criticas a la postura y actitud (izquierdistas) de la Iglesia chilena bajo el gobierno de Unidad Popular. ¿En el lado equivocado de la Historia? ¿Tal y como muchos me ven a mí y a las ideas y posturas que siempre defendí? Una más como sea de las vivencias y experiencias que alumbraron en mí esa vocación política -o si se me apura, de política/religiosa pero no menos política, de una Política con mayúsculas- que trato de dejar consignada, como algunos aquí ya os habréis dado cuenta- en mis últimas entradas.
De "pasión española" (de la izquierda internacional), escribió el historiador ex-marxista francés, Francois Furet -autor de "Le passé d'une illusion"- refiriéndose a los acusados -bajo STALIN-, en los procesos de Moscú, de regreso de su participación en la guerra civil española, y a las declaraciones en tribunal de uno de aquellos encausados, "mientras haya fascismo, somos todos españoles".
Mutatis mutandis, puedo yo decir que mientras dure la interminable guerra civil española y su prolongación o corolario hispanoamericano, durará esa pasión chilena en mí, que me hace sentirme chileno como tantos otros (que tampoco lo son). Sin vergüenza, y sin tacha y sin reproche
Viernes 29 de junio 1973. Unidades del regimiento blindado N 2, al mando del coronel Roberto SOUPER, por las calles de Santiago. En una tentativa bajo la presidencia de Salvador ALLENDE, de golpe de estado. Lo que se llamó el tancazo (o tanquetazo) Fracasó con la intervención in extremis (a favor del gobierno de ALLENDE) del general PINOCHET. Como una repetición general del golpe de estado del 11 de septiembre 1973. De hecho, uno de los momentos decisivos del golpe del 11 de septiembre, tuvo lugar con el hecho de presentarse -el golpe ya en marcha- un alto mando militar sublevado al interior del regimiento blindado aquél, para comunicar a los militares protagonistas anteriormente del tancazo - en estado de arresto, allí congregados- que se les devolvía (sic) la orden que "no habían podido consumar" tres meses antes. Tuvo el tancazo un saldo de 22 muertos y 32 heridos, de lo que no supe nada y de lo que no noticiaron (doy fe) los medios españoles. Lo seguí no obstante -por las noticias en los medios a cuentagotas-, el alma en vilo, yo solo, como a mil años luz (mentalmente) de la Universidad madrileña y del ambiente (agobiante y sofocante) -y en época de exámenes- que allí se respiraba. Participó en la tentativa de golpe de Estado, Patria y Libertad, -lo que nunca supe- del que hablaban mucho los medios en España, y al que prestaba yo gran atención, pese al descrédito que les merecía y la cargazón de oprobio (y de calumnias) que sobre él vertieron los de la TFP (palabra de Dios para mí, por aquel entonces)
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