YO Y MI BLOG, EN LAS LISTAS NEGRAS ?

Helena VILLAR ORTEGA, en primera fila de las listas negras de nuestro Ministerio de Defensa (un respeto) por « agente de influencia extranjera », pro-rusa o sea. En su calidad de corresponsal de RUSSIA TODAY (RT), desde Nueva York. Bienvenida  entre mis nuevas « malas compañías »! Que como contaba Umbral que le decía el director del Norte de Castilla, para un puesto así « había que tragarse un sapo o culebra (de los más gordos)  cada día ». Y a mi me pasa grosso modo lo mismo mientras escribo (el corazón en la mano) esta reseña a fe mía! Que si la Memoria esta aún « por enterrar » -del título (aproximado)  en la (galardonada) obra de « la agente » (pro-rusa)-, de repente se me antoja que enterrando (en paz) restos y desenterrando fosas (y tumbas), tal vez consigamos parar de una vez por todas -dentro y fuera de la Red y de las redes sociales- la interminable guerra asimétrica de memorias « Que no se trata de hacer guerras ni volver a recordar nada », dice « la agente de influencia extranjera », y la creo.  Esa es mi apuesta como sea. Que después de todo, mi llorado y difunto padre, yace bien cómodo y tranquilo en su tumba -y bien presente en la Memoria-, pero bien solo -en tierra de nadie , rumbo a ninguna parte, en el reino de las sombras- sin que nadie -a comenzar por el autor de estas líneas-, por unas causas u otras se digne hacerle compañía. Y sin que ello me quite el sueño ni me produzca mala conciencia de una natura cualquiera (…) Que de verdad que por más que lo pienso y repienso tantos años ya, no consigo comprender ese pathos enterrador de la memoria de los vencidos, ni me entra pese a mis ímprobos esfuerzos (por ese preciso motivo) la más mínima empatía hacia los de un bando (y sus descendientes) que tan poco escrúpulo mostraron en su guerra a los vivos y a los muertos, como lo dejaron grabado al agua fuerte en la memoria de muchos. Algo querrá decir, no? Y de pronto se me antoja que tanto o más infectada o envenada como parece estar entre algunos la herida, lo está el culto de los muertos, que heredamos cual pesado lastre los españoles de tantos siglos de judeocristianismo. Esa es mi apuesta como sea. Purificación de la memoria pues-como predicaba San Karol Wojtila (y no se me tome a broma) y entre tanto, VIVA RUSIA! ( y que me perdonen los agentes de la OTAN)

Referéndum de la OTAN, 12 de marzo del 86. Que seguí prudentemente a distancia desde Lausanne en Suiza, donde arribé tras mi liberación en noviembre anterior de la cárcel portuguesa, sin clara idea de que pensar ni de lo que andaba en juego en aquel trance tan crucial y tan tremendo. Refractario no obstante sin remedio (como siempre, aquí dirán) a la izquierda (comunista)  y a sus cantos de sirena. Realpolitiek o Geopolítica, lo mismo me da que me da lo mismo, y sus retos inevitables planeando, hoy como ayer, por encima de nuestras cabezas. 

Como le ocurrió al General De Gaulle,que decidió en nombre de « cierta idea de Francia » -la suya propia, retirarla de la estructura -cadena de mando o sea- de la organización atlantica, y la sede de aquella, de la capital francesa, lo que le pasó sin demora factura en Mayo del 68 como aquí todos ya saben, y estuvo a punto de costarle el puesto (y la vida) Y Francois DUPRAT que escribió un indispensable librito sobre las jornadas aquellas, no me desmentiría. Y no hay duda ninguna de lo que aquello debió pesar en el referéndum español, entre los argumentos de los pro y de los contra. Y hoy por hoy, tras el SI resultante entonces, por exigua mayoría, España se ve convertida en lacayo o factótum de una organización internacional bajo mando extranjero -y en detrimento pues de su soberanía-, como ocurrió en la guerra en Libia y un poco más tarde, en un ataque nocturno -de tiro de misil cataclísmico, sobre Damasco- desde la base naval de Rota, que estuvo a punto de desencadenar la tercera Guerra Mundial -tras fallar, por interceptación, su objetivo- cuando la crisis de las armas químicas en Siria. En un fatal proceso todo ello de rebajamiento y de nuestra perdida de categoría internacional, al lado de países de nuestra esfera. 

Estrictamente fuera, al margen, del club cerrado de las potencias nucleares. Después que estuviéramos a punto de serlo y de conseguirlo en tiempos del almirante CARRERO BLANCO (que no pudo contarlo) Al contrario de lo que consiguieron, Francia y Bélgica, por derecho o méritos propios -léase de Realpolitiek- la primera, y de prestado la segunda, consintiendo en la instalación de centrales nucleares al mando de la organización dentro del suelo belga, y con el botón de mando de aquellas, lógicamente fuera. 

MORIR POR KIEV? La pregunta de imposible respuesta se impone a hilo de estas líneas. Y no nos intimidan censura ni listas negras. Como no parecen intimidar tampoco a reputados analistas puestos en el informe por el que viene el escándalo, en la picota