« Primaveras árabes », la ventolera o tormenta de arena del desierto que se llevo por delante a regímenes de corte nasserista o nasseriano -que no eran de gusto de los medios por lo que representaban de (abierto) desafío al orden mundial unilateral, precisamente en lo que tenían de pioneros o avanzados del fenómeno de países emergentes (BRICS)- se llevó por delante también,
como la habían hecho siglo y medio atrás -con regímenes. (más o menos moderadamente) autoritarios- su homónima, « la Primavera de los pueblo » y su secuela o corolario inmediato de la Revolución del 48, la madre -con la Revolución francesa de 1789- de todos nuestros males tal como lo explica y deja sentado Julius EVOLA en su obra maestra -y tardía- « Los hombres en medio de ruinas » Y hoy más de veinte años después de aquella infausta efemérides, surge al primer plano de la actualidad Bachar EL ASSAD, milagrosamente superviviente de aquello, y vuelto con su viaje a Moscú al concierto de las naciones en un desgarre general de vestiduras en los medios, fingiendo ignorar que su rehabilitacion dio comienzo años atrás con su réadmission en la Conferencia islamica, al abrigo de un frente de países árabes amigos, de los más punteros incluso de entre ellos como la Arabia Saudí, Egipto o los Emiratos Árabes Unidos, en un reflejo a nivel diplomático del brusco cambio en la correlación de fuerzas sobre el terreno, claramente favorable al régimen sirio que apostando por la carta de la intervención rusa en el 2015 acabo ganando la guerra.
Y con la entera ocupación hoy por hoy de toda la extensión geográfica del país, salvo una franja fronteriza a modo de incursión en terreno adversario y de cerrojo -en francés griffe/verrou- en la línea de frente, por parte de la Turquía de ERDOGAN, que en signo de los tiempos (y ante la nueva dirección de los vientos, y en el contexto de manifestaciones de rechazo en la población turca contra la presencia y el aflujo masivo de refugiados sirios en aquel país) habrá anunciado el poner fin a esa situación -de ingerencia- en un gesto en dirección de la Rusia de Putin, lo que pone en primer plano al dirigente sirio y da pleno sentido a su visita.
ASSAD o el Islam amigo, de Europa y de occidentales. Tal como glosé en una entrada anterior en este blog, y como lo ilustra el fenómeno de rechazo -en un contexto fatal no se olvide de choque de culturas- de la corriente inmigratoria en suelo europeo de refugiados sirios (anti-ASSAD) en un fenómeno análogo a lo que esta sucediendo en Turquía, ante el aflujo masivo que viene sufriendo ese país musulmán -cerca de tres millones de refugiados de allí- de resultas del conflicto sirio.
Un dato de geopolítica insoslayable, ese eje Ankara-Damasco-Moscú, que se permite poner de relieve aquí, en observador imparcial y a la vez libre de tomar partido -sin trampa ni cartón-, el autor de estas líneas. Un ASSAD superviviente y vuelto de la mano de Vladimir PUTIN al concierto de las naciones entre vientos de guerra. Como lo fue la España de FRANCO, otros tiempos’ y otros vientos, en el 45, gracias a la guerra fría. « La noticia más terrible », « más extraordinaria » (NIETZSCHE dixit) de nuestra crónica al día
Ya el padre de Assad era buena persona, y amigo del general Franco.....
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