sábado, junio 01, 2024

FRANCIA, LA « EXTREMA DERECHA » AL PODER?

 

Por primera vez en su historia en la posguerra y en la VI Republica, la (llamada) extrema derecha en Francia -en vísperas de las elecciones europeas- está a las puertas del poder. Y amenaza con enterrar políticamente -borrando así sus veleidades (irresponsablemente) guerreras-, a Emmanuel MACRON

Privado de acceso a la Red, reo (por decirlo así)  de un leso formateo mental (gajes de la edad y de la Revolución informática o sea), se me escapaban fatalmente acontecimientos del mayor alcance y gravedad que habrán surcado raudos la crónica de actualidad  más reciente, más crucial y rabiosa, como lo son los avatares de la campaña electoral francesa y sus sondeos de opinión que anuncian un terremoto sin precedentes en la historia de Francia y de Europa de la posguerra, léase el entierro político -en un previsible escenario de disolución de la Asamblea Nacional y elecciones anticipadas- de Emmanuel MACRON, a manos o por culpa de una crecida espectacular desconocida en la VI Republica, de lo que se conviene en llamar (horresco référents!) « extrema derecha », léase del partido de Marine LE PEN -y de su delfin y futuro yerno o sobrino (por alianza) Jordan BARDELLA-, en cabeza y viento en popa en los sondeos, y detrás de ellos como mordiéndoles la cola, el partido (« Reconquête ») de Eric ZEMMOUR y de la rival y enemiga íntima de Marine -por sus estrechos lazos de parentesco- Marion MARECHAL, nieta de Jean Marie LE PEN que más que restar parecen venir a sumar (de verdad) hasta un 40 % para toda esa corriente de apestados de la política en Francia, o en España como en el conjunto de los países europeos, en un marcador electoral absolutamente inédito antes y después del mayo francés (de triste recordación) 

Lo que hace temblar de golpe y al unísono a la clase política de país vecino, en un gran ataque de nervios del que parecen presa no tanto los intervinientes en los debates (« confrontations ») que vienen ininterrumpidamente sucediéndose (ante mis ojo absortos) en una de las principales cadenas francesas de televisión -TF1 LCI-, como la legión de sesudos y tendenciosos  comentaristas, con esa amenaza de la extrema/derecha rondando obsesiva por encima de sus cabezas. 

A Marine LE PEN cuando nadie en España -soy categórico y formal en lo que afirmo- se preocupaba o interesaba lo más mínimo en ella (un eufemismo a penas) (…), la encontré yo -primavera del 2010- en una conferencia de prensa que dio en Nanterre, en presencia nota bene de su padre, Jean Marie LE PEN (al que al final, cordialmente entrevisté) en la sede de su partido -bautizado aún entonces de Frente Nacional-  donde alcancé a dar la nota (en francés) tomando la palabra y denunciando ante la sorpresa y risas (benévolas) de la conferenciante y del conjunto de la auditorio -y el estupor y un pelín (nota bene) de irritación de jóvenes corresponsales españoles (y españolas) presentes en la sala-, la ley española de la Memoria histórica como un invento (sic) francés, lo que como digo no creo que me hayan tenido ni ayer ni hoy mínimamente en cuenta (como si con ellos, como así en realidad fue, no fuera en modo alguno la cosa) 

Lo que hace temblar -esa amenaza o riesgo cataclísmico-, todo de golpe y al unísono, a la clase política de país vecino, en un gran ataque de nervios del que parecen presa no tanto los intervinientes en los debates (« confrontations ») que vienen ininterrumpidamente sucediéndose (ante mis ojo absortos) en una de las principales cadenas francesas de televisión -TF1 LCI-, como la legión de sesudos y tendenciosos  comentaristas, con esa amenaza de la extrema/derecha rondando obsesiva por encima de sus cabezas. 

Desde entonces, estarán ya pensando algunos, mucha agua ha corrido bajo los puentes hasta el punto que pueden pensar que la actual presidenta no es hija de tal padre, que su partido no es ya hoy lo que era, y que Francia, ni en su realidad actual ni en la imagen de ella que defiende hoy por hoy la hija del fundador -por expresarlo en román paladino-, no la conoce (o reconoce) ya ni D…No importa. 

Algo de íntimo y recóndito y secreto en los intersticios del cerebro o en nuestro plexo solar, nos dice que la llama -de sueños y esperanzas- que el padre acertó a encender -o a reencender-, la (ingrata) hija aún no la apagó. (…) Y la prueba por el nueve nos la ofreció la presidenta del RN en una de sus últimas intervenciones televisivas en el tema a todo arder de la guerra en Ucrania, cuando se opuso resuelta y valientemente al envío de armas y de tropas sobre el terreno -« au sol »- frente a las veleidades irresponsables, bailando peligrosamente en la cuerda floja o en el trapecio de una escalada criminal -con el Apocalipsis nuclear de omnipresente telón de fondo-  del presidente MACRON, blanco de las acusaciones de Marine LE PEN, acusándole de querer (sic) entrar en guerra con Rusia, él y a rastras de él, todo el pueblo francés. 

Y Marion, en toda esta vaina? Y tras ella o al lado de ella, Eric ZEMMOUR y su partido de Reconquista? Cartas sobre la mesa, yo apuesto por ellos también: por el fenómeno de carisma y seducción que encarna como una nueva Juana de Arco, la nieta del fundador, y por ese torrente de entusiasmo y de ensoñación juvenil que habrá sabido (sabiamente) encauzar y sigue encauzando en sobreviviente, pese a su fracaso electoral, el presidente de Reconquista. Menos de la barra fatídica del 6 o el 7 % a años luz de los sondeos que le prometían montes y maravillas como los franceses dicen? OK Pero ahí están, ahí están (como la puerta de Alcalá) 

Exageran? Con sus ultranzas y provocaciones, a fuer de jóvenes, a la derecha de la derecha? No lo niego: se merecen no menos un cable salvador, una tabla, un puente de mediación -con los « suyos » y con los « otros »- en la tesitura tan dramática por la que una Francia « empezada » y amenazada en su identidad y en su integridad atraviesa, y en una palestra de la política internacional encajonada en los parámetros de la Realpolitik, bajo el azote sin piedad de los vientos de guerra, en Ucrania. De un sacerdocio real (sic) (*) que les libre de la amenaza de aislamiento, o sea. A buen entendedor, pocas palabras sobran


MARION, la nueva Juana de Arco de la política francesa, y su lista de Reconquista, de Eric ZEMMOUR, con la que habrán sabido encauzar un valioso torrente de entusiasmo, de sueños y esperanzas en un sector -a la « derecha de la derecha »- de la juventud francesa, sabrán -esta vez de verdad (en Francia)- sumar (sic) y no restar en las próximas elecciones europeas: hasta un 40 % para la (llamada) extrema derecha? (?!) 

(*):https://es.wikipedia.org/wiki/Sacerdocio_com%C3%BAn_de_los_fieles#:~:text=En%2520su%2520constituci%C3%B3n%2520dogm%C3%A1tica%2520Lumen%2520Gentium%252C%2520el%2520Concilio%2520Vaticano%2520II,abnegaci%C3%B3n%2520y%2520la%2520caridad%2520activa%2522.

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