sábado, mayo 21, 2022

EL ALCÁZAR DE TOLEDO Y LA ACERÍA AZOV

 

General Moscardó, heroico defensor del Alcázar de Toledo que se ha visto ahora recordado en los medios tras el estallido de la guerra en Ucrania y el asedio de Mariupol (y de la acería Azov) Comparaciones "odiosas". Militares profesionales  (de valor) con sentido del deber entonces, y  "ultras"(del futbol y de la política),  léase paramilitares jugando a la guerra, los de ahora, hasta que la munición se les acabó -y dejaron de obedecer a mando alguno-  y olvidados o agotados también los víveres y la moral, y en algunos de ellos tal vez -durante el asedio y antes de él, en las calles o en los campos de futbol- el sentido del honor. La disciplina castrense -exaltada en el célebre Discurso de la Academia Militar- y la cadena (irrompible) de transmisión de órdenes, de obediencia (ciega) al mando, claves de la victoria de Franco en la guerra civil. Y raíz ("pari passu") de su desprecio (profundo) a los "paras" que jugaban a militares, y más aún a los que cantaban la guerra "de lejos" -falangistas o franco/falangistas muchos de ellos-, como lo recoge Umbral en la biografía memorística -"La Leyenda del César Visionario- que le dedicó. Como lo ilustra también el que los rojo/republicanos intentaran emularles -en la catedral de Siguenza por ejemplo- sin conseguirlo. Y con un poco más de visión estrategica, léase político/estratégica -peras al olmo?- no hubieran fallado -o fracasado- en la Transición (...)

 Se acabó. Digan lo que digan o hagan creer lo que quieran los de la Inteligencia británica a base de desinformación. Que siguen erre que erre, pese a los llamamientos a salvar vidas (sic) del cómico Zelinsky o la deposicion ante las camaras de una figura simbolo de los ultimos defensores encerrados en la acería, un "ultra" del Dinamo de Kiev  -"Sector derecha", "Pravy Sektor"-, y uno de sus "comandantes" (el más odiado, sic, de la población rusa en redor) dejandose ver y retratar (para los que quieren ver). Y ahora, a la atención de los más fieles de mis lectores, me voy a a permitir jugar aquí a general de salón (o de oficial de Alto Estado Mayor) Que el paradigma (sic) de historia y ciencia militares, en lo que va camino de convertirse este episodio (crucial) de la guerra en Ucrania, no agotó toda la glosa que nos inspira, sobre todo en el plano de la comparacion. Junto a Stalingrado o al Acázar de Toledo, que los medios que engañan pero que no se engañan, tienen bien presente en la mirilla, que me diga en la memoria, de objeto preferente de su atención, más si cabe con el segundo que con el primero, como lo ilustran los ultimos rebotes periodísticos en los medios españoles y extranjeros, tras la la sucesión de acontecimientos y de cómo evoluciona -en los frentes- la situacion. 

Que los primeros defensores (soviéticos) de Stalingrado no estaban del todo cercados, con el río Volga -libre y despejado de enemigos en una orilla y otra- a sus espaldas (atencion), como lo habrán estado los de la acería Azov. Y como sí lo estuvieron los defensores del Alcázar. Con una diferencia fundamental que es lo que quiero especialmente comentar en la última entrada de este blog. Y es en el plano de la disciplina, crucial -como lo dijo Clausewitz y otros muchos antes y después que él- en los campos de batalla y en la cadena de mando desde la línea de frente  a la retaguardia. Comparaciones odiosas pues, entre los defensores del Alcázar y los del "batallón Azov". Militares profesionales en uniforme y bien afeitados (y revistados) de un lado, con un mando supremo que les dirigia, que se dejó (sabiamente) asesorar -en el plano de la estrategia en sentido amplio (léase politico) me atrevo a conjeturar- por los que más estrechamente le rodeaban (*), pero que como lo leí no hace mucho en una reseña histórica supercrítica a su respecto, ejerció siempre el liderazgo (sic), desde el principio hasta el final ("Sin novedad en el Alcazar, mi general") 

Y del otro, una banda de "paras", de paramilitares -vestidos de cualquier forma ("a lo Pancho Villa"), y en los que había un poco de todo, como los hinchas (sobre todo) del "sector derecha" -Pravy Sektor"-  del estadio de fútbol del Dínamo de Kiev. De los de "eso yo ya me lo conozco" De cómo presentaban y de cómo se empleaban en los fregados y algaradas en las calles, sin la menor contemplacion (ni consideración) (....) No muy interesantes pues, así a primera vista la verdad. Ni del punto de vista ideológico, ni del punto de vista militar (o para/militar) Paramilitares, como el  lumpen ("proletariat"), mutatis mutandis: un enigma irresuelto en la historia contemporánea y en algunos de sus capítulos o episodios más cruciales como el de nuestra guerra civil

Como lo fueron muchos en los dos bandos y en particular -los que mejor me conozco yo- en el bando vencedor. Tal como lo deja traslucir a cada página casi en su "Leyenda del Cesar Visionario" -biografía memoristica del Generalisimo Franco- Francisco Umbral: de ese desprecio (profundo) rayano en la fobia o aversion, que era el de Franco hacia los que jugaban a soldados por las calles, en la espiral de violencia sobre todo -primavera del 36- que nos llevó a la guerra civil, y más aún a los que cantaban la guerra "de lejos" como "los laínes" que así era como él llamaba, dice Umbral, a los falangistas o franco falangistas) de Burgos (su Cuartel General), a la sombra del Ausente, no hay que olvidar (....) Y además, sin ahorrar la figura -y la memoria- de este último, maestro consumado el Caudillo en el arte -glosa genialmente el autor- de hacer soluble (sic) el mito y la memoria del Fundador, a base de comentarios, de insinuaciones y sobreentendidos que dejaba escapar en medio de las recepciones,  en voz baja como un susurro y que al dia siguiente eran la comidilla de toda la ciudad. "Dicen que le tuvieron que dar una pastilla para llevarle al pelotón de ejecución. Claro, como no era militar" (....)  

Y todo eso nos viene a la mente y a la memoria ahora como a borbotones siguiendo el alma en vilo el asedio de la acería Azov en Mariupol (....)  Sin ánimo de venganza o de revancha o de resentimiento (trágico) contra quien sea (por favor) Que como ya lo dije en una entrada anterior -siempre (royendo) en el mismo tema-, el luto por Stalingrado se nos acabó (....)  Y que se piense de mí lo que se quiera, que desesperé ya hace mucho de encontrar testigos (aún vivos) bajo la tierra, de mis ideas y de mi trayectoria. Y de mi honor. Y no dejo de darle a la tecla ahora, que ahora sí, no me equivoco, no, que con la operación militar especial -gracias Vladimir Putín!- se nos apareció el Kairós. Y no se nos va, no dejamos escapar la oportunidad, no, que no tendremos dos. Victoria (Sieg) en Mariupol!!! Y Viva el Rey!!!. Emérito y Mediador

(*): Y cabe mencionar a ese respecto al teniente coronel y jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Toledo, Pedro Romero Bassart, próximo de los falangistas y de un papel y un protagonismo del primer plano en la organizacion de la resistencia y en la defensa de la plaza durante el asedio, pero siempre a las órdenes de su coronel (más tarde general)

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