Como en una nube vaporosa
O en un vaho de aire (y de tul)
Se deja cedo embargar mi alma
En la noche bruja (“cool”, “cool”, “cool”)
(Por ti mi amor, sólo por ti)
¿Qué fumas, qué tomas tú, Juan
al ponerte tú a hacer versos?
Me preguntan (sin malicia) algunos
Viéndome tan ardiente (y poseso)
No tomo nada, te lo juro,
Sólo me insuflo de ganas
de darte yo algo -¿el qué?- a ti
¡Ni sospechas, flor de alhelí!
Más auténtico que este poema
Que esa rima, que estos versos
Más fuerte que un mágico elixir.
Y sólo lo que te prometí
En presencia de testigos
(Y de tu perro mastín)
Y se pusieron en danza,
todos los duendes ¡ay de mí!
Y me puse a danzar con ellos
¡Piensen lo que piensen de mi!
Los que siquiera ni me conocen
Ni tomaron tiempo de venir
A oír de sus propios oídos
Todo lo que oyeron de mi
Y prestaron sus (sucios) oídos
A esos ruidos y rumores (mil)
¡Que piensen de mi lo que quieran!
Con tal que te creas tú
mi verdad blanca y translúcida
Como tú, piel (bella) de marfil
Blanca como la cera, blanca
y crema, la de tus labios
Y negra de tu pelo y de tu ojos
Y de tus tacones (fuertes) (Como aquella, sí)
No hay comentarios:
Publicar un comentario