viernes, mayo 05, 2017

POR Y CONTRAS DE NICOLÁS MADURO

Nunca vi bien claro hasta hoy, humildemente lo confieso, en la crisis de Venezuela . Tengo amigos, conocidos, allegados -¿quién no los tiene en España hoy?- que echan pestes de Nicolás Maduro, por haber sufrido los rigores del régimen en propia carne alguno de ellos incluso. Nunca me entro su retórica bolivariana tan sectaria y tan anti-española, herededada de su mentor Hugo Chávez, pero tampoco acaba de entrarme -humildemente lo confieso también- la demagogia políticamente tan correcta de sus oponentes. El chavismo arrastra raíces en la historia contemporánea del país más petrolífero del Caribe. Es algo que no se puede negar a menos de pretender negar los capítulos de su historia que no responden a los baremos de lo históricamente correcto. Como el de la presidencia de Marcos Pérez Giménez (ver foto), -1952-1958- espantajo del boom latino/ché de los sesenta (por ejemplo de un Vargas Llosa) y enterrado en Madrid (Alcobendas) al cabo de su exilio español no se olvide. Maduro, su régimen se merecen un respiro, por cuenta de la guerra en Siria aunque sólo sea, y de su apoyo a Bachar al-Assad y a la alianza rusa del régimen sirio. Y seria una buena baza para la diplomacia española y para la presencia, que me diga el regreso (de verdad) de la presencia española al Sur del Río Grande, el decidirse de una vez a jugar el papel de mediadores y no de incendiarios o de aprendices de brujo en Venezuela. Transcurridos dos siglos ya de la rebelión mestiza anti-española -y “bolivariana”- y de su fracaso tan estruendoso y tan evidente. ¿Acabarán abriendo los ojos los venezolanos de su historia española? ¿O tendrán que ser los rusos los que les enseñen su propia historia? ¡Vivir para ver fantasmas míos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario