Portada que le dedica el último numero de este semanario (del grupo Le Monde) tan emblemático de la gran prensa global al papa Francisco. Siempre sentimos -desde muy jóvenes, por razón sin duda de la educación católica que recibimos- algo de impúdico, de intrusión, de intromisión, de voyerismo en suma, en ese interés tan desorbitado que dedico de antiguo, sobre todo a partir del concilio vaticano segundo la gran prensa internacional al catolicismo y su actualidad más candente y rabiosa surcada de conflictos y de debates y de divisiones intestinas en la últimas décadas. De rescoldos de las guerras de religión -siempre en ascuas- de católicos y protestantes de hace cuatro siglos, para ser exactos. Y de agresión psicológica o espiritual en resumidas cuentas. Una injerencia descarada que tuvo tal vez su punto de partida simbólico en el protagonismo tan destacado de un lobby anglosajón -mayormente proveniente de los Estados Unidos- durante el concilio, el I-doc, que sirvió de ariete de penetración entre la mayoría progre contra la minoría conservadora, y contra la antigua curia vaticana en aquella augusta asamblea. Unos lobbies anglosajones de origen protestante, que se adueñaron de la imagen exterior de la institución eclesial católico/romana, y que la monopolizaron desde entonces con ayuda de la otra vertiente de la prensa global, a saber la de este lado del Atlántico, laicistas por propia definición -y en la órbita de la masonería (con mayúsculas)- encargados de la propaganda fide al servicio de los últimos papas, y de las operaciones de lavado de imagen pontificias, como las que viene precisando de urgencia el papa Francisco, cada vez más discutido dentro como fuera de RomaEl semanario ”Courrier International -del grupo Le Monde- dedica su último numero (en tono encomiástico y entre nubes de incienso) al papa Francisco con una portada que le representa a toda pagina bajo el titulo. “El último gaucho”, un juego de palabras por cierto, con los orígenes de este papa ítalo/argentino y con sus posturas ideológicas, y de todo tipo. Es algo que siempre me movió a reflexión lo reconozco -no sin ciertos prontos de irritación lo reconozco también-, esa cobertura tan propagandística, tan publicitaria que se le prestó siempre desde los tiempos de concilio vaticano segundo, o pongamos desde el final del pontificado de Pío XII, un papa con mala imagen -como la tendría mas tarde uno de sus sucesores Benedicto XVI, “pastor alemán” como lo presento la prensa italiana tras su elección- a los papas de Roma por parte de un sector de la prensa global de izquierdas, y asociada desde la noche de los tiempos al fantasma -entre el mito y la realidad- de la masonería.
Fue el caso sin duda con Pablo VI, el papa progre anti-franquista, también con el papa Wojtyla, flautista mágico y encantador de multitudes y escenógrafo del perdón al servicio de la Pax americana (tras la caída del Muro) y lo viene a ser ahora de forma mucho más acentuada si cabe con este papa gaucho como lo bautiza ese publicación tan emblemática de lo político e ideológico y teológico y religiosamente correcto. ¡Que adulación a fe mía! Y qué defensa cerrada de un papa puesto por tantos y tantos aspectos en la picota. Como lo reconoce a su manera el colaborador del País -vejo conocido (por la rede,y por lo medios) del que esto escribe- y corresponsal en Roma de ese diario, cuando s pregunta si no estaremos delante de un impostor (sic)
Un santo/impostor parece que haya que concluir del razonamiento tan capcioso y sibilino que reserva este periodista -tan emblemático él también de la prensa global (mainstream) en lengua española- que le preguntaba por mi en su cárcel romana -en el verano del 2000- al turco Ali Agca, mientras el periódico en el que él colaboraba entonces (el diario El Mundo) me crucificaba en primera magina, en aquellos meses del verano tan caliente para mí donde me encontré encarcelado de resultas del acto de protesta que protagonicé delante del palacio real de Bruselas. Y sin que a nadie ni de aquel diario ni de ningún otro se le ocurriera o sintiera tener qué preguntarme en persona a mí en cambio nada (a mi respecto)
¿Un impostor el papa Bergoglio? Digamos que más complejo y mas trágico que todo eso. Un puro producto de una institución que perdió la cabeza tras la terminación de la Segunda Guerra Mundial en el 45. Convertida en una marioneta al servicio de las grandes potencias y en particular del inquilino de turno de la Casa Blanca, como lo ilustra el caso actual, un papa a gusto de la Administración Obama que se saco el entonces inquilino de la Casa Blanca del su sombrero mágico de ilusionista después de obligar a dimitir a Benedicto XVI, un papa de quita y pon, como demostró serlo por lo impresentable de un pasado a rastras (de miembro de las juventudes hitlerianas de joven) que se le recordaba un minuto sí y otro también en los medios. Tras los cambio en la política internacional de los últimos meses y en particular en la Casa Blanca, el papa argentino habrá sentido que se le mueve el piso como nunca antes en sus años de pontificado, y ante esta situación, la presa global le viene al rescate a toda prisa, como lo ilustran los ríos de entrevista que le han dedicado grandes rotativos de la prensa global, el País, el semanario alemán “Zeit”, y ahora este semanario francés tan emblemático.
Un papa al que tienen que organizar a toda prisa concentraciones multitudinarias como las vedettes del show business, o los políticos en campaña electoral -como viene ocurriendo en Roma en las últimas semanas- para camuflar o esconder tras cortinas de humo la realidad de que todo un sector considerable de la opinión publica le da ostensiblemente en lo sucesivo la espalda, a comenzar por Italia. Curiosamente, al papa/gaucho se le reserva un puya a modo de conclusión o de colofón de todo el reportaje que viene a poner en entredicho o entre paracentesis todo el resto. Y es cuando el autor del último articulo que se le dedica en Le Courier International, tras tomar nota de la firmeza con la que el papa gaucho habrá emprendido la reforma de la curia -en lo refrene a la gobernanza eclesial- se pregunta por qué no utiliza la misma energía para acometer la plaga de los abusos de menores.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo esta impostura, esta escenificación impúdica a cuesta de miles y miles de criaturas infantiles, abusados -y violados- a escala del planeta? Una enfermedad (sic) lo llamó hace poco en un tono de disculpa innegable el papa ítalo/argentino. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuando esta iglesia enferma -de los pies a la cabeza- que tolera y fomenta la enfermedad -y las epidemias- en su seno, y de la que nos dijeron y enseñaron e inculcaron en cambio que estaba destinada a salvar y a curar a la humanidad doliente, desde pequeños?
¿El ultimo gaucho o el último papa de la historia, este papa ítalo/argentino con una vocación tan irresistible de payaso y de titiritero?
http://www.antena3.com/noticias/sociedad/uno-ocho-detenidos-disturbios-madruga-grito-ala-grande_2017041458f106b30cf2abec9e1dc0ef.html
ResponderEliminarEn la "madrugá" hubo un muerto y casi 100 heridos, segun Alertadigital
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Según EL Pais... en 2030 habrá cien millones de musulmanes en Europa (sin contar Turquia, que tendra 100 millones de habitantes)
El Plan Kalergi sigue adelante