CELA, UMBRAL Y LA LEYENDA NEGRA

Estoy metido en una buena tormenta desde hace unos días en Bélgica, de la que hecho la culpa en parte a Francisco Umbral (es broma) Nunca le oí hablar -leerle escrito, me refiero- nada sobre la Leyenda Negra pero se me antoja que sus reacciones hubieran sido tan viscerales como las mías, ante ciertas afrentas cuando se reside por cima de los Pirineos. Sólo si hubiera visto por ejemplo el boicot -discreto y taimado al mismo tiempo- del que se ve objeto su obra en ciertos medios académicos por cima de los Pirineos (de lo que doy testimonio fehaciente por supuesto) Si que recuerdo en cambio oírle elogiar abiertamente la actitud y el talante de Camilo José Cela del que contó que en una ocasión durante una conferencia en la capital francesa le echó la bronca al auditorio, me imagino que habría franceses y tal vez de otras nacionalidades (¿belgas?) entre ellos. Cela era un español de apellido extranjero (Trulock) no se olvide -como el que esto escribe-, y tal vez por eso – era de los pocos escritores españoles que se paseaban como Pedro por su casa sin el menor complejo por cima de los Pirineos, como le ocurría no obstante también a Umbral -Francisco Martínez de su verdadero nombre. Y tal vez por eso también sentía su patriotismo puesto más a prueba, de una forma u otra, lo que producía en él reacciones más viscerales si cabe que en otros compatriotas de ocho apellidos autóctonos. Y es lo que me habrá ocurrido a mí ahora.