Copia de la carta que recibi ayer del profesor Nolte, en respuesta al envío de mi libro "El padre falangista de Francisco Umbral. Le traducí al francés por vuelta de 1995 varios capítulos de su obra biografica y filosòfica a la vez sobre Martin Heidegger, del que había sido alumno en la inmediata posguerra. El objetivo era buscar un editor en lengua francesa para su obra. Desde entonces ha llovido mucho y los libros de Nolte conocen hoy amplia difusion en Francia, mucha más que en España desde luego. Y habría un objeto de estudio interesante en el análisis de las causas de ese desinterés (relativo) en España hacia un autor tan fundamental y tan profundo y emblemáticoUn espaldarazo insigne. Ernst Nolte profesor emérito de la Universidad Libre de Berlín, escritor e historiador de renombre del fascismo, el nacionalsocialismo y demás movimientos fascistas (menores) en continente europeo durante el periodo de entreguerras, no necesita aquí de presentacion ninguna, por haberse visto citado y comentado a menudo en mis entradas auque solo sea. Algunas de sus obras son referencia insoslayable en los ámbitos académicos y universitarios desde los tiempos de mayo del 68, en la Universitaria madrileña por ejemplo, e icluso en la Facultad de Económicas de la Complutense -doy fe de ello-, entre la gente de izquierdas (que lo ocupaban todo entonces) La agresión de la que fue víctima por aquellos tiempos, en Berlín, en el ejercicio de su actividad docente -y de la que sólo vine a saber muchos años más tarde- marcó un antes y un después sin duda alguna en su trayectoria, así como en la percepción exterior de su figura y de su obra. Entablé amistad epistolar con él -hasta hoy- en la primera mitad de la década de los noventa, y fue en la resaca de lo que se dio en llamar "la querella de los historiadores" en Alemania ("historikerstreit"), sobre el pasado aleman en la segunda guerra mundial que vino a desenlace concidiendo grosso modo con la caida del Muro, que se concluiría con la victoria de los "revisionistas" -que así fueron demonimandos en la prensa alemana- Nolte, a la cabeza de todos ellos, que habia dado origen él mismo al debate con un artículo resonante publicado en el diario "Frankfurter Allgemeine Zeitung" (6 de junio 1986) bajo el inequívoco titulo "El pasado que no pasa" De nada sirvio -en las meses que precedieron a la caída del Muro- la intervención extemporánea y partidista del entonces presidente de la República Federal, Von Weiszacker, tomando descaradamente partido por el bando históricamente correcto (y en cierto modo contra sí mismo y contra los suyos, en razón de un pasado individual y familiar claramente comprometido con la experiencia nazi) Y hoy, a sus noventa años, el profesor Nolte acaba de retribuirme -desde Berlin donde reside habitualmente- con una carta amable en extremo el envío que le hice hace poco de mi libro "El padre falangista de Francisco Umbral", que daré aqui a luz en breve. Un tema que a todas luces merece toda su atención y que le parece tan interesante como inédito entre historiadores del fascismo (que así es como sin duda él mismo se sigue viendo)
Explicándome a la opinión pública española tras mi autoexilio, con mis crónicas de Bruselas
No hay comentarios:
Publicar un comentario