Se me hizo de pronto la luz
en medio de las tinieblas:
todo tan claro, tan simple
escarbando en las derrotas
y también en las victorias
las ajenas y las propias
y en la Gran Victoria ajena
hace setenta años ahora.
Soy así, nací y me hice así,
no me pregunten por qué:
mi sino, mi divisa e impronta,
mi vocación desde muy niño,
lo mamé así y lo soñé
de muy joven después ¿Y qué?
Escrito bien alto en los astros,
en la Rueda del Destino,
en el Libro de la Historia
o el Cielo de la Memoria
y en la Rosa de los Vientos
de par en par en mi mente,
en mi rumbo y en mi pecho
a donde me llevara ella.
Historias de guerra y de paz
(antesala de la guerra)
por las que aprendí también
una guerra aun más atroz
la que hice yo por mi cuenta,
mi guerra contra mí mismo
y contra la mala/conciencia
contra la desmoralización
y la mala suerte (o potra)
y el ir siempre de cenizos
¡Flor negra de la Derrrota!
Estragandome por dentro,
mi alma al final siempre airosa.
Una guerra que reñí yo
de avanzado y precursor
simpre listo y al acecho
y en espera de la hora
del ataque (por sorpresa)
Fueron muchos años, sí
-puestos a echar la vista atrás-
vagando errante y perdido
entre despierto y sonámbulo
por mil parajes desiertos
en una tierra de nadie
-cruzando (¡ay!) el río del Tiempo!-
por el reino de la muerte,
por un Valle de Judíos (muertos)
sólo sombras en mi entorno
-¡Santa Compaña de espectros!-
que me aupaban en silencio
sacudiéndome el sopor
-¿estaba dormido o despierto?-
cada vez que se acercaba,
que me echaba el bofe encima
el pasado que no pasa
y todo se me hacía negro
Y entre las sombras a veces
alguna de carne y hueso
a la vuelta del camino
como caída del cielo,
o fija en mí para siempre
en la magia del reencuentro
-¡una despedida eso fue!-
¡qué lejos ya en el recuerdo!
Que murió joven ¡el pobre!
Se despidió, sí, antes de tiempo
O aquella, de vuelta de pronto
-el anuncio de su muerte (...)-
ya tantos años después
de verla por útima vez,
amiga fiel, compañera
¿O más que eso quizás?
Y si no ¿por qué la lloré?
¡Mis amigos! ¿Que se hicieron?
Que fui poco a poco perdiendo
dejando atrás que me diga
sin culpa mía ninguna,
sin darme cuenta siquiera
Que no los perdí del todo
sino que gravitan cerca
en mi misma galaxia o en la red
de mi vida (y de los medios)
Que la amistad fiel no muere
y si muere es que no lo era.
O muere pero resucita
a la hora de la verdad
del combate (o de la afrenta)
de la derrota y del Triunfo
(el Nuestro y del de los Nuestros)
Amigos o enemigos
en la Vida y en la Historia
no hay más, no hay vuelta de hoja
Amor y odio, ley de vida,
en la paz como en la Guerra
En casa o en el exilio
por caminos de derrota
-¡setenta años de aquello ya!-
la suya...y también la nuestra
¿Me ves tú como veo yo,
marchando en la noche fría
sin perder no obstante el rumbo
el alma a mil leguas de aquí?
Apuesto que sí ¿A que sí?
¿Que mi imagen se agrandó en tí
cuando (en fin) viste lo mucho
-un futuro por delante-
que eras para alguien así?
¡Qué futuro tan incierto!
¿O por lo mucho que te dí?
Y es porque te hice revivir
Y en cambio yo ¿Vivo o muero?
No lo sé, pero lo que sí sé
es que no moriré por tí,
vivir para cantarte eso sí
como lo cantò en sus versos
-¡qué amor, aun más joven que tú!-
(¡cuanto hace ya!) Paul Valery
¿Y por qué me veo ahora en él?
¿Será que te trae hacia mí?
...aunque no tenga que ver con el tema de este post... seria muy interesante leer lo que se publica sobre "Conchita" ( en Hispanoamerica significa "co*o") y WURST (salchicha), la supuesta "mujer barbuda" que en realidad es un "tio" homosexual.
ResponderEliminarLo he leido en el foro de www.amisalas.org y en
www.yahel.wordpress.com