sábado, enero 25, 2014

UCRANIA Y FRANCISCO ¿LEÑA AL FUEGO?

Plinio Correa de Oliveira. Profesor Plinio. Así es exactamente como le recuerdo, la expresión del semblante inclusive, de la última vez que le vi. Genio y figura. Anticomunista...y antifascista y demócrata cristiano... converso (porque habia sido reaccionario, partidario de los carlistas españoles durante nuestra guerra civil) Me puso en el disparadero con sus denuncias de la jerarquía eclesiastica a todos los nvieles (incluído el papa) -desde el punto de vista de la politica religiosa (vaticana) en el plano internacional- de mi gesto de Fátima. Lo digo sin acrimonia y sin resentimiento particular hacia él, pero fue así. Él denunció en particular la traición que vino a sellar la Ostpolitik del Vaticano desde los inicios del pontificado de Pablo VI a la Iglesia del Silencio perseguida hasta entonces detras del telón de acero, en particular la iglesia uniata ucraniana presidida por el cardenal Slipyi. Viejas historias, es cierto -porque se veian perseguidos por razones políticas (y geopolíticas) y no solo religiosas-, que algunos pescadores a río revuelto tratan de resucitar ahora
Con la iglesia hemos topado, querido Sancho, se deberá estar diciendo el primer ministro de Ucrania -si leyó el Quijote (en traduccion) muuy difundido de antiguo nota bene en el mundo eslavo- ante la marcha de los acontecimientos en Ucrania y el protagonismo del primer plano que habra sido en ellos hasta ahora el de la iglesia catolica (uniata) Me acabo de leer las declaraciones recientes de su arzboispo (que no patriarca) -en las que reconoce el no representar nota bene más que al diez-por-cien-to del conjunto de la población-, que me han hecho, para qué negarlo, dar botes en mi asiento. Unas declaraciones irreprochablemente correctas, politicamente hablando, democraticas y anti-totalitarias, que bajo manto de llamadas a la calma y al dialogo y a la moderación no dejan en el fondo de seguir echando leña al fuego.

Y lo que mas botes me habra hecho dar es lo que en ellas personalmente me atañe en relación con Polonia y el capitulo "polaco" por llamarlo así de mi pasado conocido de todos (en España me refiero) o de casi todos. Y son su alusion al papel de la iglesia polaca en "los años setenta" dice él, los ochenta en realidad porque la década anterior la iglesia no jugo otro protagonismo que un papel callado y no poco sumiso conforme a un pacto iglesia-estado que venia de antiguo (de los tiempos de Stalin) como ya lo tengo señalado repetidamente en este blog y como lo viene denunciado en solitario durante décadas contra viento y marea.

Y el protagonismo que fue el suyo en los años ochenta fue de doble signo el del apaciguamiento y el de apagafuegos de parte de la jeraquia eclesiastica y de sus principales figuras, a comenzar por le nuevo primado de Polonia -nombrado por el papa Wojtyla- que sucedio al anterior, Wyszinski, de los tiempos de la iglesia del silencio, y frente a ella una faccion extremista -tenazmente desautorizada por sus obispos- que de una manera u otra propiciaba el enfrentamiento y que precisamente por ese motivo venía a comprometer gravemente la linea de actuacion de la jerarquía y las líneas directivas de una Ostpolitik vaticana que venian de los tiempos del papa Pablo VI y del posconcilio inmediato y que el papa polaco maquilló un poco en funcion de la nuevas circunstancias y de los cambios que se presentían ya en el horizonte por detras del telon de acero (como se decka entonces) y asi poder seguir aplicándolas mas y mejor, como en realidad hizo.
El padre Jankowski era el capellán y confesor de Solidarnosc -y devoto del papa Wojtyla ante/el/altísimo- les confesaba, todos aquellos sindicalistas, sus pecados -contra Dios o el prójimo y contra la democracia y el pueblo polaco me imagino- en confesionarios improvisados a la entrada de los astilleros de Danzig (en polaco Gdansk) Le conoci personalmente en su feudo durante mi visita (y gira periodística o pastoral y que se yo) en julio del 81. Me trató con todos los honores, por la sotana que yo vestía como él tal vez, fue el que me presentó a Lech Walesa, y luego cuando me detuvieron en Fátima se desparramó en los medios tratándome de iluminado, que era la impresion, decía, que yo le había dado desde el princpio. En sus últimos años se vio acusado de pedófilo, y también de anti-semita. Historias de curas polacos. ¿Catolicismo uniata de Ucrania (y de la Gran Polonia)? No, gracias
Agua pasada no mueve molino, dirán algunos, y es cierto que todo esto son viejas historias que no dejo de repetir desde hace ya tanto, -como un disco rayado dirá aquí alguno. Por atípico y aislado y excepcional que fueran mi punto de vista y el observatorio que fue el mío de todo aquello entonces no dejé no obstante de ver -en toda sinceridad- asi aquel capítulo (importante) de la historia contemporanea, y asi es como lo sigo recordando, en voz alta cuando la ocasión se presenta como todos aquí ya saben. Hay otro capítulo relacionado con el anterior aunque un tanto diferente y al que se refiere el arzobispo uncraniano en sus declaraciones y que sea tal vez lo que más respingos me ha hecho dar. Y es esa actitud hipocrita del fariseo de te doy las gracias de no ser (o haber sido) como los otros, Señor, en relacion con la iglesia ortodoxa.

Ellos colaboraron nosotros no, por eso tenemos una autoridad moral que ellos no tienen, viene a decir (un tanto solapadamente) el arzobispo uniata como repitiendo un estribillo aprendido o que se ve obligado a repetir él como su precedesor o predecesores, a sabiendas que no es verdad, que históricamente no fue asi, que si es cierto que el celebre patriarca Slipji sufrio largos años de encarcelamiento no lo es menos que ya de tiempos del papa Pablo VI el Vaticano le desautorizo oficialmente, que fue destitudio y que se le nombró un sucesor nueva/mentalidad en aras de una nueva/imagen (ostpolitik) en la esfera internacional, con el plácet por cierto del poder soviético de entonces y que Slipyi murio en desgracia, en situacion de rutpura de la obediencia canonica y de disidencia más o menos declarada. También eso es-dira aqui alguno otra vez- algo que no dejé de gritar en solitario o de clamar en el desierto, con la diferencia que en ese tema, sí tengo un testigo -aunque ya falleciera hace mucho (él y sus discípulos y herederos)- y fue el fundador y presidente de las TFP brasileña Plinio Correa de Oliveria, que denunció públicamente (años setenta) la impostura aquella.
Escena del film "Cenizas" del cineasta polaco Wajda, con el telón de fondo histórico de nuestra guerra de Independencia y de la Legión Polaca que vino a España con Napoleón a defender el catolicismo -el suyo, polaco- y la democracia (...) Un malentendido -¡ay dolor!- de piel dura y longeva que vive todavía. En Polonia como en Ucrania (...)
Los curas uniatas, mostrandose en hábitos eclesiasticos junto con los manifestantes por las calles de Kiev y apoyando incluso aunque a cierta distancia -como quien nada y guarda la ropa- los ultimos chispazos de violencia -que parecen extenderse en las últimas horas a la región más occidental del pais precisamente su área de influencia- no habrán jugado precisamente un papel de apaguafuegos, como el que tuvo la jerarquía polaca y una parte del clero en aquel pais treinta años atrás, para con un regimen comunista como el que conocía Polonia entonces -una década antes de la caída del Muro- más totalitario, puestos a hablar asi, que el que conoce Rusia en la actualidad, y proclamadamente ateo (y marxista) como lo era además, lo que no es el caso en modo alguno en la actualidad.

Decía el falangista atípico Angel Alcázar de Velasco que "en el Vaticano se escondía gente muy peligrosa para la paz mundial", y sus palabras (no poco proféticas) me vienen a la mente ahora por la evocacion -en guisa de conclusion de sus declaraciones- del arzobispo ucraniano al papa Francisco, y en particular esa frase final tan cargada de sobreentendidos de "el papa está con nosotros" ¿Se va a lanzar acaso el Vaticano bajo el papa argentino de nuevo en la aventura en Ucrania como lo hizo en los Balcanes el papa polaco? Lo dicho, mi apuesta lo sigue siendo en favor de la estabilidad- bajo el signo de una auténtica unidad entre los pueblos y las naciones de Europa -Rusia incluída- que fue el papel que jugó durante siglos la Rusia de los zares en el frente oriental de nuestra civilizacion occidental y europea.

Frente a la agitacion y a la apuesta por la desestabilizacion irresponsable de un nacionalismo separatista endémico como una enfermedad (la llamada fiebre polaca"), bajo el signo de la escision confesional -y del cisma dentro del cisma- y de la separación territorial como el catolicismo uniata siempre lo estuvo. Y también frente a esa otra apuesta por la desestabiliacion irresponsable de ese engendro burocrático -botón de muestra flagrante de desorden institucional- que simbolizan las instancias dirigentes -marionetas de la Casa Blanca- de las instituciones europeas de Bruselas (y de la UE)

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