lunes, diciembre 30, 2013

ESTADO DE GUERRA EN LA UNIVERSITARIA MADRILEÑA

Manifestación de Amanecer Dorado contra la construcción de una mezquita, a mediados de este mes en Atenas. Paramilitares igual a "criminales", ese es el proceso indigno e inicuo del que se ve blanco y víctima ese partido griego nacionalista que ha hecho cundir la alarma en los medios antifascistas españoles, como lo pude comprobar ayer "in situ", recorriéndome el campus de la Universitaria madrileña. Plagado de pintadas contra Amanecer Dorado y sus jóvenes amigos (universitarios) españoles
Un viaje por el río del Tiempo -o un camino de cruz (en lenguaje judeo/cristiano)- ya lo expliqué en mi último poema el paseo que me permití ayer domingo -un dia de viento frío y nubes altas como cantó el poeta- recorriendome de cabo a rabo toda la Ciudad Universitaria (madrileña) desde las alturas del Hospital Clínico donde los nacionales se vieron frenados durante cerca de tres años después de que limpiasen (a conciencia) sus túneles subterráneos y galerías los machetes y gumías de los legionarios y tropas moras que formaban las vanguardias de Franco, hasta la antigua Facultad de Económicas (de mis angustias y de mis traumas adolescentes), esplanada de Derecho y Filosofia hasta el otro lado de la carretera de la Coruña -pasadizo interpuesto "ad hoc"- a la altura de Políticas y de Veterinaria y vuelta, por el paseíllo que bordea la autopista de un lado y del otro de la Casa de Velázquez.

Nunca vi ¡mi palabra!- tan sucia, tan patas arriba -tan vieja, tan decrépita- "mi" Universitaria. Oh felix culpa! No obstante. Porque fue eso sin duda el detonante decisivo, lo que produjo en mí ayer el fogonazo de deslumbramiento revelador que puse justo después por escrito en mi poema: lo que me hizo caer en la cuenta de la sombra (llena de negros sombrajos) que me cubría y me cubrió siempre desde que ponia alli los pies circulando por sus alamedas, sus atajos y senderos, sus pinares y arboledas, o adéntrandome (¡ay dolor!) -como escurriéndome por muros y paredes (...)- en sus pasillos y en sus bares y su claustros.

La sombra negra de la derrota (mundial) que sigue proyectando desde hace ya casi setenta años -desde el 45 (...)- uno de los teatros mas emblemáticos de nuestra guerra civil del 36 y alto/lugar simbólico como el que mas de la "victoria" de los nacionales el primero de abril del 39. Y de nuestra derrota (innegable) en la Segunda Guerra Mundial (en el 45)


Respuesta Estudiantil es uno de los grupos que vienen capitalizando la insurreción rampante de un sector creciente del estudiantado universitario español contra la hegemonia endémica de la izquierda (extrema) en las universidades españolas -en particular en la Complutense-, y "pari passu" el eco creciente en la juventud española del éxito -en un pais europeo- de un movimiento patriótico y nacionalista como Amanecer Dorado
Fue lo que me ensombrecía y entristecía el semblante y embargaba mi alma de pesimismo y amargura y me atenazaba de un angustia sutil e indefinible -hasta llevarme el borde de la depresión y del hundimiento psiquico hacia el final de mi paso por aquella- sin que siquiera me diese cuenta. Y fue sin duda también la causa última y principalísima del vil y cobarde ostracismo del que acabé viéndome víctima de mis mismos compañeros (de mi promoción de Económicas) ¡Por llevar un apellido alemán para más inri (por supuesto)!

¡Museo -la Universitaria madrileña, el viejo campus de la Complutense- de una derrota travestida en victoria o de una victoria pírrica que acabaría convertida en derrota! Donde se encierran las claves de nuestra historia contemporanea y también de las historias -personales- de tantas almas individuales (como la mía) De una derrota que nunca reconocimos (del todo) ni firmamos y que seguimos hoy día no obstante soportando todavia porque se diría que España fuera el único país europeo -y en el mundo entero- donde la Segunda Guerra Mundial no hubiese terminado todavía, y tuviéramos que seguir sufriendo en su realidad misma y en sus efectos y consecuencias una ocupación (ideológica) extranjera (y también en los planos intelectual, cultural y psicológico, por lo menos)

Y si dudas anidaban en mí aún de una certidumbre que me lleva habitando y embargando "in crescendo" ya hace un rato me las disipó todas mi reencuentro de ayer con el que fue escenario principal de mis años jovenes (universitarios) Toda la Universitaria madrileña -además de plagada inmundicias y desperdicios- manchada y empercudida y embadurnada y ennegrecida y emborronada -sin duda con la complicidad o connivencia del rectorado y del mismo rector (Carrillo junior), así la vi yo ayer- de pintadas de signo anti-fascista todas o casi todas ellas (...)
El monumento a las Brigadas Internacionales que el rector Carrillo se niega a retirar -sin que nadie pueda obligarle a hacerlo a lo que parece- es símbolo insuperable que la guerra civil española, continuada en la II Guerra Mundial, se sigue riñendo en el campus de la Complutense (y en otras universidades españolas)
Un espectáculo -doy fe de ello- que no se ve hoy por parte alguna por cima de los Pirineos -ni en Italia ni en Grecia tan siquiera (apuesto)- y que testimonia fehacientemente de lo que más arriba decir pretendo. A saber, que España es el único país donde la segunda guerra mundial, sus últimos estertores -¿o acaso los chispazos primigenios de la Tercera en puertas?- se siguen (ferozmente) riñendo, en los terrenos acotados por supuesto, donde los siguen permitiendo las potencias vencedoras del 45 (mutatis mutandis como en Siria), a saber los campus y recintos de sus universidades y en particular los de la mayor y más emblemática e influyente e importante de todas ellas, la Complutense sita en la Universitaria madrileña.

Y un indicio infalible a la vez o señal que no miente que la izquierda (extrema) dueña y señora de las universidades españolas desde los tiempos del tardo/franquismo tardío -los de mi generacion universitaria (...)- está perdiendo el control de los mismas las horas que corren, tanto por fuera como por dentro de las aulas. ¿Por qué si no esa histeria anti-fascista que salpica los muros y puertas y fachadas de la Complutense como yo mismo pude ayer "in situ" comprobarlo?

España y yo somos así, señora. Atípicos y singulares en todos los planos ,y para comenzar por nuestra historia contemporánea de los ultimos setenta años. Historia de una derrota escondida que nuca fuimos capaces -me refiero a los (auténticos) vencidos- de asumir hasta ahora (...) (...) ¿En los albores de una III Guerra Mundial? ¡Vivir para ver fantasmas míos!

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