martes, noviembre 05, 2013

RECONQUISTA UNIVERSITARIA CONSIGNA URGENTE

La Universitaria madrileña se volcó por entero en la manifestación histórica del SEU entre Sol y Alcalá 44 que dio nacimiento a la División Azul (24 de junio del 41) Un ambiente universitario de exaltación heroica, de patriotismo exarcerbado y de fervor e idealismo puros y desinteresados ¿Qué quedaba de aquello veinticinco años después, en el ambiente reinante en la Universitaria que yo conocí, desde el mismo momento que puse el pie en ella por la primera vez? : desmoralización colectiva, transmutacion -¿qué digo?-, desprecio radical de todos los valores, anarquía a todos los niveles -y mugre en las aulas y pasillos, y en los espíritus y en las mentes- y emergencia revanchista de los sueños y de las banderas vencidas treinta años antes. ¿Qué había pasado? Muy simple, que la guerra (mundial) la habían perdido nuestros amigos y aliados, y por vía de consecuencia, España también y nadie -de puertas adentro- tantos años ya pasados parecía haberse dado cuenta (...) Vae victis! (¡ay de los vencidos!)
El ministro Wert -ya lo conté en mi blog (difunto) de Periodista Digital- es un viejo conocido, de los tiempos de mi servicio militar (universitario) cuando coincidí con él en el campamento del Robledo -hoy desaparecido- en la misma compañía y durante dos campamentos de verano seguidos. Con lo que quiero decir que le conozco no de un chocarnos las manos apenas o de un hola y adios sino de haber convivido durante meses y en circunstancias un tanto excepcionales -en el mini/universo castrense aquél- que se nos grabarían más si cabe en la memoria, por más que los recuerdos queden ya tan lejanos por razón del tiempo trnascurrido.

En Periodista Digital le dediqué un artículo el pasado año a poco de su nombramiento en el que evoqué la experiencia aquella y me permitía unas impresiones personales por cuenta suya, que en las redes sociales y en una de esas campañas de las que se habrá visto blanco desde que es ministro se verían calificadas de "elogiosas", y sin duda que lo eran sin querer serlo del todo sin duda, aunque tampoco excesivamente críticas.

 No dije todo lo que dé él pensaba no obstante, y me habrá sido preciso tal vez el verme dado de baja -sin motivo aparente- de aquella blogoesfera para verme libre de ciertas inhibiciones o ataduras psicológicas que sin duda de forma un tanto inconsciente me hicieron pasar en silencio o el poner sordina a un detalle o aspecto de su persona todo menos trivial que de él se me quedaría bien grabado en la mente.


Los tiempos cambian, con los vientos. En la foto, la vieja Facultad de Políticas y Económicas ("Galerías Castañeda") donde cursé mis primeros años de facultad, hoy sede la Facultad de Goegrafía e Historia("Filosofía B") Entonces, especie de cobaya de subversion estudiantil (teledirigida y manipulada) y antena principal del mayo del 68 español. ¿Están cambiando los viento en la Complutense cuarenta años después? Así parece indicarlo la noticia en la prensa de hoy de la irrupción en esa misma facultad de un grupo de estudiantes dando grito y lanzando eslogans en homenaje a "Amanecer Dorado" ¡Vivir para ver fantasmas míos!



Y es que el ministro Wert, en aquella compañía de universitarios del tardofranquismo que sin duda para poder seguir aquella vía (de "instrucción premilitar superior") -un tanto privlegiada es cierto en comparación con lo que era el servicio militar obligatorio entonces- habían tenido que superar exámenes psicotécnicos y también controles e informes de todo tipo -políticos para exresarlo en claro y crudo- se mostraba alli dentro, en una sesiones que todavía recuerdo que acabaron cobrando ritmo periódico, varias veces por semana si mi memoria no me falla en el segundo de los campamentos aquellos -año escolar 71/72- donde nuestros mandos (como invitándonos a ello) nos dejaban dar nuestra opinion libremente sobre toda una serie de temas candentes, era uno de los que manifestaban las opiniones más izquierdistas, y lo hacía con una soltura y un brillo -no exento de un brizna de suficiencia e incluso de arrogancia (genio y figura sin duda alguna)- que me dejó siempre un poco intgrigado y que hizo que recordase más que las de otros sus intervenciones brillantes (que efectivamente lo eran) en aquellas sesiones al aire libre en el Robledo.

Y no puedo impedirme el recordarlo ahora de clave de interpretación de algunas de sus gestos o reacciones recientes más sonadas desde que empezó a estar en el candelero (y en la picota) tras verse nombrado para un puesto ministerial (potencialmente) tan conflictivo como el que ahora desempeña. Como cuando les dijo a los artistas de "la ceja" que él era también uno de ellos, o por su marcha atrás ahora en el tema de las becas Erasmus ante el fuego de la critica de ciertos sectores, especialmente emanadas del estamento estudiantil (y, por descontado, de signo izquierdista la mayor parte de ellas)

O su reacción tibia y comedida por demás ante el anuncio del rector Carillo (jr.) de la Computense de lanzarse (de lleno) a la arena o al ruedo de la acción política partidista (de signo socialista) Y sería un lástima desde luego y lo digo con toda franqueza y sin la menor reserva que el buque insignia de su acción ministerial del ministro Wert -la reforma eductiva- en lo que tiene de ariete sobre todo en contra de la normalización lingûística nefasta e inadmisible a favor del catalán en la enseñanza pública en quella región autonomica -que el resto de la reforma me interesa mucho menos por no decir que me deja completamente frío e indiferente- se viera abortado o se fuese a pique por culpa de los flancos tan vulnerables que ese apecto de su personalidad -de antiguo progre de la Universitaria de principios de los setenta- parece brindar a sus adversarios, entre ellos y entre los más tenaces y furibundos los responsables en materia de política educativa de la Generalitat de Cataluña.

La enseñanza pública universitaria se ve convertida en solar en ruinas lleno de escombros desde hce ya un buen rato, y de ese paisaje (panorámico) de siniestro total el ministro Wert -es cierto- no tiene la culpa, ni de la bancarrota en la gestión de las universidades espazñolas, todas ellas sin excepción, unas más otras menos, y la Computense (sin discusion) a la cabeza de todas ellas.

El rector Carrillo (jr.) no es un rector de unversidad como otro cualquiera, la prensa de hoy le llama (con razón) "ariete de la izquierda", y de la memoria guerracivilista que heredó de su difunto padre habría que añadir. Erige monumentos guerracivilistas rodeados de vejestorios extranjeros que vinieron a matar españoles, y se niega olímpicamente a derribarlos digan los jueces lo que quieran, tiene su universidad en estado de quiebra y bancarrota, destituye por las buenas a todo el que se le antoja (con un record de vicerrectores dimitidos en la historia de la Complutense, por orden de vuecencia), no deja entrar a las fuerzas del orden en el campus donde reina el bootellon y la anarquía, hace en las últimas horas un llamamiento desde su poltrona rectoral y sin el menor escrúpulo o pudor a derrocar a "la derechona" y es intocable como una vaca sagrada de las de la India. Como lo era -por la venia (nota bene) de su/majestad- su padre, el marqués de Paracuellos. Caveat Rex! ¿Hasta cuando?
Mucho nos tememos no obstante que en la pugna en la que se ve enzarzado ahora con el rector guerracivilista lleve las de perder, ad mayorem gloriam -ay dolor!- de aquél (y de su polémico apellido) Hace mil años que no pongo el pie en la Complutense madrileña pero por lo que veo y leo se ve convertida -bajo la égida de Carrillo junior- en un "no man's land" o tierra de nadie (y sin ley) donde las fuerzas del orden se ven vetada la entrada y donde los botellones salvajes -que no vivo de cerca (ni de lejos) pero que no son dificiles de imaaginar (se me antoja) por lo que dejan traslucir los medios- que estan a la orden del día con todas las secuelas poco díciles de imaginar también (de riesgos de propagación del alcoholismo juvenil, de drogadiccián, y de escuela de violencia -muy asocial y muy poco universitaria- en resumidas cuentas.

En mi tiempo, la tierra/de/nadie y sin ley se acababa -de dentro para fuera quiero decir- a las puertas de las facultades donde las fuerzas del orden tenían vetado el acceso, el campus en cambio lo tenían más o menos bajo control -aunque no siempre- de lo que recuerdo. Ahora en cambio, la tierra/de/nadie se diría que empieza ya en la misma parada de los autobuses que llevan en direccion del campus de la Universitaria (y de los otros que no conzco, también sin duda alguna) ¿Visión catastrofica la mía?

"No eran malos, reza (caústico) el texto bíblico, eran mucho peores de lo que nos imaginábamos" Unas palabras que me suenan a profecía en visión retrospectiva, de aquel darle la espalda tan drástico y tan radical a ojos de algunos sin duda alguna que fue el mío a todo aquel ambiente universitario que yo conocí y sufrí, hasta hoy. ¿Me quivoqué, exageré en mi diagnóstico o análisis de entonces? Se ma antoja que no mucho.

Como sea, el panorama de siniestro/total que ofrece hoy la Universidad publica española llama a voz en grito no a un repliegue en la universidad privada (de la iglesia o de quien sea) sino a una reconquista del espacio publico, en aras del futuro de la educación en España y por el bien de la sociedad española y de sus nuevas generaciones de estudiantes, víctimas indefensas del fracaso de aquellas, como así hoy se muestran

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