martes, octubre 01, 2013

RUTH TOLEDANO, BRUJA DE INDIGNADOS

Imagen de la bandera de la Transición (como la que le han confiscado al militante de "Amanecer Dorado") Confieso que lo desconocía. Pensé que no había "otra" entremedias. Con el águila de los Reyes Católicos (mejor estilizada que la de Ridruejo), el yugo y las flechas, el lema de Carlos V...y el de Ramiro Ledesma. De la ley a la ley, un respeto (...)
La prensa de hoy nos apabulla de mañana temprano con primeros planos y titulares enormes dando cuenta del notición del día, a saber que entre los objetos y pertenencias requisados en su domicilio a uno de los militantes -ni siquiera se especifica su graduación dentro del grupo en la noticia- del partido político griego "Amanecer Dorado", se habrá encontrado, colmo de los horrores, una bandera "franquista" No pensaba prestarle mucha más atención a semejante hallazgo y recorría un poco por rutina o inercia los comentarios que se habrá merecido esa noticia en la red, cuando en uno de ellos leo que no se trata propiamente hablando de la bandera franquista (léase escudo en su lugar) sino de la que figura en la edición original de la constitución española del 78 que estuvo en vigor cuatro años (desde octubre del 77 a octubre del 81) y que toma prestado su escudo y en particular el águila del mismo al escudo de armas de los Reyes Católicos.

Y mi atención va en aumento, leyendo un comentario un poco más lejos que lo que damos en llamar el águila de San Juan de la bandera que presidió gran parte del régimen anterior -desde febrero del 38- hasta después de la muerte de Franco, es en realidad una invención (o creación) de la dirección general de Propaganda dirigida en el momento de la instauración de aquella por Dionisio Ridruejo bajo la batuta de su amigo Ramón Serrano Suñer en su calidad de secretario general del partido único (FET y de las JONS) Y el detalle todo menos trivial hace cristalizar de golpe en mí toda un reflexión en materia de símbolos y banderas y sobre la problemática -en ascuas de un tiempo a esta parte- por cuenta de la insignia nacional o la bandera de España y con el telón de fondo -cargado de negros augurios- del auge, que habrá coincidido en sincronía con la eclosión del movimiento de los indignados, de la enseña tricolor republicana. Y de golpe, de un mismo ímpetu por así decir, me doy una zambullida, la primera de mi vida (o casi), en un terreno que me pareció hasta hoy herméticamente cerrado, a saber el de la heráldica, del significado e interpretación de escudos y de blasones.
Fue Ridruejo, bajo la égida de su amigo Serrano Suñer, secretario general del partido único (FET de las JONS) el creador del águila de San Juan de la bandera (febrero del 38- octubre del 77, sin contar con los cambios de 1945 que no la modificaron sustancialmente)-, alterando por su cuenta y riesgo el modelo del escudo de armas de los Reyes Católicos y confieso que no lo sabía. La sombra de Ridruejo nos sigue persiguiendo a sol y a sombra a los españoles. Como el síndrome de la cárcel de Alicante
Y salgo a flote al cabo del rato con una idea bien clara en mi mente, y es que el águila de los Reyes Católicos, que habrán "descubierto" y requisado ahora en el domicilio del militante griego de "Amanecer Dorado", es mucho mas estética y sugerente -donde va a parar- que la de Ridruejo (que así es como cabe bautizarla) Y de golpe me reconcilió a la vez con esa bandera "transicional" y casi casi también con la otra llamada constitucional -de 1981- o posconstitucional propiamente hablando en la medida que ninguna de ellas supone una ruptura con las otras versiones de la enseña patria. Bueno o malos nuestros gustos son nuestros, debo añadir no obstante, y a mí me sigue tirando y gustando mas la presencia en la bandera española del águila de San Juan, que estuvo en vigor durante mucho más tiempo que la tricolor republicana.

Dudé cierto tiempo en el tema, aquí ya lo tengo confesado, y confieso también que reforzó (un poco) mis dudas el libro que sacó Ricardo Saénz de Ynestrillas a principios del 2011 y que me leí de un tirón y comenté (ampliamente) en dos crónicas de mi blog anterior (hoy ya difunto) El viento solano de las primaveras árabes y de los indignados a los que Ynestrillas dio su adhesión desde los primeros momentos ahuyentaría entretanto todas las dudas de mi mente y de mi espíritu en la materia como aquí todos ya saben. Y hoy repudio con toda alma esa enseña por partida doble, por anti-española y por republicana, o mas exactamente por guerracivilista y republicana porque la primera república al contrario que la segunda cambió de escudo pero no de bandera (roja y gualda)

Y por eso aplaudí con las dos manos este fin de semana el fiasco -no se le puede llamar otra cosa- de la operación "jaque al rey" que al final quedó en una manifestación más de unos centenares a penas y que viene a poner (una vez más) de manifiesto la realidad flagrante de ese movimiento de los indignados que se iban a comer el mundo hace dos años apenas, que no es otra que la de una exigua minoría que se ha ido auto-excluyendo (mas o menos, pero de forma irreversible) de la sociedad española después de querer hacernos creer -y a sus ancas gran parte de los medios en España y fuera de ella- que tenían el futuro de su parte.
Comunidad judeo/española. No son más españoles que los otros. Ni de nacimiento ni a título de "honoris causa" Su figura más destacada del tardofranquismo lo fue Samuel Toledano, gran rabino de la sinagoga madrileña del barrio de Chamberí (detrás de la glorieta de Iglesias) ¿Algún lazo de parentesco con la cronista de la Villa y Corte, Ruth Toledano? No podría afirmarlo. El síndrome culpabilizante de la religión judía en cambio, sí que parece haberlo heredado
Y por eso, algunos reportajes o comentarios de esa movida callejera dejan fatalmente escapar unos tonos y acentos tan inconfundiblemente necrológicos, como el que le dedica la joven cronista de la Villa (qué honor y qué privilegio a la vez, no me digan) que cae ante mi vista navegando en la red en busca de noticias sobre el acto y buscando disipar a la vez -lo reconozco- mis aprensiones de que hubiera vuelto a repetirse un escenario de agitación y de algarada urbana como el del año pasado (del 25-S) Toledano, que es así como se llama la joven cronista de la Villa y Corte, no se me tome a mal, pero es un apellido un tanto emblemático en la medida que así se llamaba el presidente de la comunidad judeo/española de Madrid en tiempos de Franco, Samuel Toledano (y gran rabino de su sinagoga) Como si hubiera querido dar pábulo a la leyenda, que reza que apellidos de ese tipo -gentilicios- tienen un origen converso.

Con lo que no quiero generalizar -me curo en salud de inmediato-, y es en la medida que es un nombre muy extendido sin duda en la sociedad española, y que entre mis amigos -aunque no esté de acuerdo siempre en lo que dice y lo que escribe, ni con sus iniciativas- figura alguien con ese nombre. Pero es cierto que el articulo (más bien la soflama) de Ruth Toledano me habrá impresionado por el estilo (indiscutible) que es el suyo para comenzar, la juventud que refleja (o brota a chorros) en su pluma aún sin conocerla...y sobre todo por la hiel amarga que sus líneas rezuman de culpabilización y de derrotismo, lo que tiene poco de joven y hace al contrario pensar en una memoria vieja, más vieja que la de los elefantes de Aníbal, tanto como la del Templo de Jerusalén por poner solo un ejemplo histórico (que nadie se piense otra cosa)

Culpables todos los españoles -según ella- indignados o aburguesados de haberse quedado en casa a ver el fútbol en vez de salir a la calle a liarla parda, a armar la revolución y a desatar el proceso/constituyente con el que nos vienen aturdiendo y atronando los oídos desde hace ya tanto, a todas horas. y no cabe más negro -según ella- el futuro que nos espera en la medida que se ve desertado por la verdad la justicia y la santa/indignación y no sé cuantas cosas que habrán venido encarnando en cambio -a creerla a ella- la joven periodista y sus amigos indignados empecinándose en hacer oídos sordos a ese no-o-o rotundo cada vez más sonoro, más resuelto y más fuerte que les habrán venido dando como respuesta el conjunto de la sociedad española. He dicho (y que muera la república)

Y digo aún -y ya termino- que es una lástima -y lo digo por la joven periodista-, porque si se decidiera de golpe a dar la espalda al pasado y a abrazar el futuro común (me refiero) -no el de una minoría exigua y manipulada- la joven pitonisa del periodismo madrileño podría iluminarnos a todos de su genio y de su prosa sabia (y bruja) ¿Ruth, pitonisa de indignados, convertida de pronto en una buena/bruja? Como dijo Nietzsche, sería la noticia mas extraordinaria de nuestra época

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