(Inicio con este una serie de articulos/mensajes inspirados en las lecturas mas o menos colaterales o adyacentes que me habran deparado mis indagaciones e investigaciones recientes en torno a las novelas de Francisco Umbral mas directamente relacionadas con la guerra civil espanola)
Ramuz, (pronunciado ra-mú con acento en la u francesa) -Charles-Ferdinand de su nombres de pila- fue tal vez el mas grande escritor suizo del siglo XX en lengua francesa. Se le estudia hoy en las escuelas y universidades por su estilo inimitable y su manejo de un frances rural, local, pueblerino, que era el lenguaje hablado de los habitantes, que me diga de las gentes del campo en su patria chica de expresion francesa -la Suiza "romana" (o "romance")- y que algunos puristas tienen tendencia a catalogar y a despachar por lo atipico, vulgar o incluso grosero, e incorrecto en suma.
Politicamente Ramuz es dificil de catalogar y aunque su trayectoria en la materia como la de todos o casi todos los grandes escritores presentaria sin duda bandazos u oscilaciones de derecha a izquierda a lo largo de su vida, hay de él un dato incuestionable y lo son sus contactos de joven por lo menos con representantes de una corriente narrativa y a la vez ideologica de nombres de la francofonia literaria que gravitaban en torno al movimiento de la "Accion Francesa", como lo fue el caso de otro gran nombre de las letras suizas francofonas mucho mas incorrecto en cambio, a saber Gonzague de Reynolds, partidario declarado de la Italia de Mussolini, del Portugal de Oliveira Salazar y de la España de Franco.
Cuando estallo la guerra civil española no era ya Ramuz tan joven (cincuenta y ocho años) y tal vez ese mero detalle cronologico revista aun de mayor significado, de enigmas y de misterio, la novelita que escribio en 1937 con la España en llamas de entonces de telon de fondo y de hrozonte lejano incluso y no menos presente y perceptible de su relato pastoril y bucolico (en apariencia) Su obra "Y si el sol no volviese ya mas" (en frances "Si le soleil ne revenait pas")(1) es una novela cien por cien, de contenido literario, de ficcion, narrativa y con poco o muy poco de ideologico (en apariencia)
Escasos ecos como digo de nuestra guerra civil en el texto que aqui estoy comentando -tres por junto al cabo de sus paginas-, y que sin embargo habran suscitado un gran interes de los criticos y de los especialistas en el tema (grande) de la Literatura (comparada en relacion co n la Guerra civil española. Y la canadiense Maryse Bertrand (de la Universidad de Montreal) lo incluye en su obra (autorizadisima) sobre el tema (2), que se veria publicada en lengua española solo en 1995 despues de haber sido censurada -por lo que en ese titulo ella misma cuenta- en los ultimos años del regimen de Franco.
El cuadro geografico y ambiental de la novela de Ramuz lo ofrece un pueblecito de alta montaña del canton suizo del Valais en donde el que esto escribe paso cuatro años de su vida (aun muy joven) en el marco (incomparable) que le ofrecio alli la fraternidad del obispo Lefebvre que habia fundado alli su seminario internacional , en el paraje conocido con el nombre de Econe, en una ladera al pie de la montaña dando vistas al Rodano que discurre muy cerca de alli y del Mont Blanc, nevado en permanencia y que tuve delante de mi como quien dice en los cuatro años que alli pase, avistable en linea recta desde mi "celda".
El Valais es una especie de micro/cosmos o de pequeño universo casi hermeticamente cerrado, geograficamente inclusive, que cuando yo lo conoci (hace ya tanto) conservaba aun una imagen de fragancia y de frescura incontaminada en sus paisajes idilicos nocturnos como diurnos, en sus parajes a ras de tierra, en el fondo del valle, en sus estaciones de invierno (por supuesto) y tambien en sus aldeas perdidas en las cumbres y colgando en el vacio, y mas aun todo ello para un joven español que como era mi caso no habia puesto los pies hasta entonces allende los Pirineos. Y algo perceptible todo aquello tambien, dicho sea como de añadidura, en el espiritu fuertemente tradicional e impregnado (aun) de catolicismo de cabo a rabo, de sus habitantes.
La Suiza, es cierto, me marco indeleble por su belleza y sus encantos innumeros que no desmerecen lo mas minimo de la fama o reputacion turistica que inseparablemente la acompaña en el ancho mundo. Si sus habitantes estan (o estaban entonces...hasta hoy) a la altura de un pais de tanta maravilla y tantos encantos es cuestion a parte y de elucidacion dificil, lo que no es por otra parte panacea exclusiva de los suizos por cierto...¿Se merecen España, los españoles de hoy o sus ultimas generaciones desde hace "grosso modo" treinta (o cuarenta años)? Esa es otra cuestion tan intextricable e inelucidable como la anterior que tiene cabida en este texto y en este blog por mas que algunos puedan ver en ello una mera provocacion.
Con lo que vengo a querer decir que cualesquiera que fuera mi experiencia en Suiza del contacto directo con sus gentes primero -en modo alguno conflictivos vaya dicho por cierto- , o con ciertas instancias administrativas de la Confederacion mas tarde, creo honestamente haber siempre permanecido fiel a aquella imagen, rayana en la ensoñacion, que me legaron mi años suizos, imborrables e imprescindibles desde luego a la hora de registrar por escrito una trayectoria biografica bastante ajetreada desde un ambito o punto de vista espacial como lo habra sido la mia.
En la novelita de Ramuz que estoy aqui comentando la vida de una aldea perdida, de alta montaña, minuscula, de unas decenas de habitantes a penas -y que carecia hasta de iglesia por lo que sus habitantes tenian que bajar cada domingo hasta el pueblo hononimo y gemelo de San-Martin (de-abajo), se ve de pronto perturbada por los agurios y prediciones de un viejo agorero, curandero del lugar para mas señas, que se pone a anunciar lo que acorde con los calculos que eran los suyos de la lectura de un librito (de textos bblbicos), que lee y relee sin pausa ni respiro, se presenta como el fin del mundo y que para los habitantes de aquella aldea colgando entre picachos debia revestirse de un oscuridad definitiva y de un triunfo (final) de las tinieblas que inundaban el pueblo cada año desde la fecha exaxcta del 25 de octubre, fecha en que el sol se despedia de ellos en lo alto de las cumbres hasta la fecha (exacta) del 25 de abril cuando volvi a parecerse a ellos y a brillar desde lo alto....
Y en el librito del viejo todas las previsiones coincidian y apuntaban a la cifra de 1937 el año (en sus inicios) en el que precisamente se encontraban...1937 –en la mente de aquel viejo lugareño- era el año fatidico anunciado desde lo alto, de la despedida y el adios definitivo del planeta/sol y con ello el Punto final a la vida sobre la tierra. Queria decidir que aquel año (de 1937) el sol no volveria (a ellos) ya mas. En plena guerra civil española...
Algo que el autor, Ch-F. Ramuz, no deja de poner de manifiesto desde la primeras paginas del libro, en una de las escenas primeras cuando uno de los lugareños de vuelta de su visita al viejo adivino (y curandero) se pone a pregonar la mala/nueva a los escasos presentes en la unica tasca en el pueblo abierta, y ello mientras que la radio anuncia de pronto en su boletin de noticias el avance en direccion de Malaga de las tropas nacionales (Enero de 1937), uno de cuyos destacamentos avanza ya por la carretera que da el mar, y otro acaba de desbordar la ciudad atravesando la montaña, con lo que la entrada de Franco en la ciudad -segun el despacho de la emisora- parece ya solo cuestion de dias...
Ante lo cual, el mensajero de la mala/nueva se pone a decir que el viejo se lo acababa de decir, que estaba escrito, que vendria una guerra y que el sol se iria para siempre antes de que acabase esa guerra....Mas lejos, en el curso del relato, la radio se pone a dar otra vez noticias de la guerra de España en la tasca -que no se precisan-, ante lo que los presentes emmudecen de pronto para ponerse a escucharlas, y tras lo cual quedarian aun algunos instantes silenciosos...Y hacia el final de la novela justo antes de que los acontecimientos se precipiten, la radio anuncia aun (malas) noticias de la guerra civil española, sin precisar cuales tampoco....
La novela empieza a encaminarse hacia su desenlace a penas unas paginas mas tarde cuando una de las mujeres jovenes del pueblo, ya casada, decide tomar el asunto en propias manos y organiza a espaldas de su marido una expedicion con otros cuantos de sus paisanos, jovenes como ella, para ir al encuentro del sol cumbre arriba, en el preciso momento que una de las vecinas viene a anunciarles la muerte del viejo agorero, que habran sabido al apagarse la candela que, segun la costumbre del lugar, ardia en permanencia de noche en su vivienda ...La expedicion, en numero de siete, hombres y mujeres, se pone en fin en marcha, uno de los hombres provistos de fusil de caza, y otro, pastor de ovjeas, de una trompa, el instrumento tipico de los habitantes de las montañas alpinas, hasta que con los primeros albores de amanecer llegan por fin a una de las crestas, cumbe arriba.
El pastor se pone entonces a tocar la trompa anunciando la llegada del buen tiempo mientras que alla al fondo todas las casas, empiezan a iluminarse de pronto como si el pueblo entero renaciese de nuevo o como si despertasen de una pesadilla. Hasta que por fin alcanzan la cumbre y tras el primer rayo de sol, en pleno rostro de la mujer joven que los dirigia, el joven de la escopeta empieza a abrir fuego, una y otra vez hasta trece marcando la fecha (13 de Abril del 37) en la que estaban. Y es entonces solo cuando los habitantes abajo en el pueblo rompiendo el sortilegio comprenden a una que era el viejo el que se equivocaba, que era el y no el sol el que se moria....
La novela de Ramuz ofrece desde luego varios tipos de lectura. Una puramente literaria que es la que sin duda habra retenido la version cinematografica estrenada en el año (de gracia y de desgracia) de 1987. Otra de literatura comparada como aquella a la que aludi mas arriba que la presenta como uno mas a penas en la larguisima y casi interminable serie de titulos mas o menos directamente relacionados con la guerra civil española, en los que esta ultima se puede de una manera u otra vislumbrar o divisar en sus primeros planos (mas o menos) o al menos de telonde fondo.
Pero la obrita "Y si el sol no volviese ya mas" esconde tambien -en mi modesta opinion- una lectura hermeneutica o interpretacion diferente, inedita quizas hasta hoy, mucho mas interesante para españoles y politicamente desde luego mucho mas incorrecta....Que pasa desaparcibida desde luego si no se consiguen traer a un primer plano (momentaneo) ciertos parametros cronologicos, ambientales e incluso historicos que la acompañan inseparablemente y que no habran merecido atencion ninguna ni del gran publico ni de la critica espcializada (por las razones que sean....) Pero que al que esto escribe -gracias a “los años suizos” de mi bografia sin duda, a los que ya aludi- no se le escapan de forma ninguna....
La Suiza como España y otros paises contados en Europa -la Suecia, Irlanda y el caso un tanto atipico de la Turquia- permanecio neutral tanto en la primera como en la segunda (gran) guerra. Y al igual que en el caso español y sin duda tambien en el de los otros ejemplos mencionados, la neutralidad tendria algo de sintomatico y a la vez esconderia no pocos secretos propios e intransferibles; inseparables del contexto de entonces en cada uno de los paises mencionados, y tambien arraigados en la Historia y en el pasado mas o menos reciente de cada uno de ellos....
Como quiera que sea es un hecho que la Suiza no conocio (directamente, en propio suelo) la guerra del 39-45 y por ende tampoco los rigores de la posguerra que serian pancea de todos los paises proximos o colindantes, que sí la vivieron, como lo ilustrarian los capitulos particularement crudos de la llamada "depuracion" en Francia (o tambien en Belgica), y lo que configuraba, en alguno de su cantones al menos, en el Valais en concreto en donde yo residi, un paisaje politico e ideologico un tanto atipico por no decir insolito y completament fuera de lo que era la regla habitual en aquellos años en nuestros paises europeos (de Occidente) -en la España incluso de entonces de los inicios de la transicion y justo antes, del tardo/franquismo tardio; con un diario "Le Nouveliste", el mas importante y de mayor difusion (con mucho) de todo el canton del Valais que gozaba entonces de una reputacion –indesmentible y a la vez un tanto inaudita…- de "maurrassiano" lo que muchos traducian inevitablemente con la etiqueta "extrema derecha"...
Un paisaje politico que venia por cierto de antiguo, ya de antes de la guerra como se puede facilmente deducir, con una clase politica (suiza) que merece sin duda investigacion de cerca y pormenorizada, pero con una sociedad civil que reflejaba sin duda, en sus estratos rurales y campesinos por lo menos, de forma la mas fiel se me antoja, la novelita de Ramuz y la serie de escenas que en ellas se relatan: que dejan suponer o traslucir en su conjunto pocas por no decir ninguna simpatia de sus protagonistas -en aquel ambiente tan hermetico tan aislado de aldeanos completamente sumsisos a la santa/madre iglesia y penetrados de espiritu religioso hasta los tuetanos y hasta en los mas ultimos entresijos y recovecos de sus existencias y sus vidas de todos los dias-, poca simpatia como digo hacia la causa de la Republica española, lo que rodea y envuelve "ipso facto", de una montaña de incognitas y de ihnterrogantes, aquellas "malas noticias": entre otras sin precisar, la de la toma de Malaga...
¿Mala noticia aquella, para los habitantes de aquella aldea alpina perdida entre montañas? ¿O mas bien, en cambio, mala solo para el autor, C-F Ramuz -lo que de manera alguna tampoco consta- o si no, tan solo en la vision “refractada” por asi decir de este ultimo -por las informaciones de la radio y por los presagios del advino- tal y como prece querer hacerla resaltar en la novela? ¿Una mala/nueva …o mas bien el falso augurio de un profeta/de/calamidades, de aquel viejo adivino,que no vendria en definitiva mas que hacerse eco de lo que la radio…o mas bien una guerra de propaganda -a todo arder entonces en Europa y mas aun en los paises “neutrales”- conseguia en sus noticias destilar sobre la guerra civil espanola?...
La hipotesis, mas que probable, se ve desde luego corroborada por el silencio que acompaña y prolonga el anuncio de las malas/noticias por la radio entre los presentes en la tasca de la aldea. Como un sintoma mas que evidente de la perplejidad profunda en la que les habia sumido un tipo de informacion como el que cabe suponer de una emisora estatal “neutral” por propia/definicion, a imagen y semejanza de como lo era la Suiza en el conflicto español, en abierto contraste mas que seguro, por mas neutral que se pretendieran, con las predicas de signo equivoco -favorables todas al bando nacional apuesto lo que sea- que debian oir desde el pulpito domingo tras domingo sobre el tema aquellos bravos cristaianos/viejos (de las montañas alpinas...)
Y mas contradictorias si cabe en relacion con ciertos episodios particularmente alardeados en la prensa internacional de entonces y objeto de las versiones mas dispares y opuestas, como lo seria -justo a seguir "nota bene", al dia siguientede la fecha fatidica aquella del 25 de Abril, cuando el sol marcaria su desparicion para siempre...- el anuncio con gran aparato de guerra de proganda del bombardeo de Guernica...Lo que explica y justifica con creces en mi opinion el silencio mas que sintomatico -de perplejidad profunda y de desconcierto- de aquellas gentes simples, de aquellos testigos de los de veras, que se veian de pronto de espectadores desde fuera -imparciales y por ende credibles del todo- de la gran tragedia de nuestra guerra civil española....
Y es en mi opinion la imagen que se desprende en el recuerdo de Ch.F Ramuz, una figura euroepea de intelectual, de gran prestigio y valia, contemporaneo de nuestra guerra civil, al que tantos hubieran querido -al menor indicio por leve y nimio que fuera- uncir al carro de los propagandistas de la causa de la Republica en la guerra civil espanola, como sí lo lograron en cambio con casi todos los grandes nombres de la intelectualidad del renombre internacional en aquellos años. Y es lo que da el valor incuestionable, de testimonio escrito a su novela, no solo de la atencion que merecio allende los Pirineos la guerra civil española sino tambien de sus ecos insospechados en una aldea remota perdida en medio de los Alpes, en el corazon de Europa…
Como una señal o indicio mas de “aquella voz misteriosa (y reciproca) de la sangre que nos liga a los destinos de Europa”, de la que se haria eco en uno de sus ultimos escritos ("España: germanos contra bereberes") Jose Antonio Primmo de Rivera...La Suiza, como Belgica, como Irlanda sin duda tambien e incluso la Suecia, presencio o digamos que vvio de lejos nuestra guerra civil sin tomar partido, como una gran tragedia (ellos tambien, como nosotros)...Y las excepciones -de unas centenas de voluntarios de las Brigadas Internacionales, en Suiza francofona como en Belgica flamenca- no vendrian mas que en confirmacion de la regla, y la pueba lo es el que en ninguno de los dos paises la memoria de aquellos voluntarios extranjeros en zona roja haya sido hasta hoy oficialmente rehabilitada (a pesar de los esfuerzos derrochados sin cuento, durante decadas…)
Pero ahi otra pequeña moraleja que se me ocurre de la lectura de esa obrita, justo antes de concluir estas lineas. Y lo es la importancia historica -ademas de su protagonismo literario- de la figura del profeta/de/calamidades, que el buen papa/Juan (el del conclio vaticano) tanto y de forma tan funesta utilizaria para desacreditar y ridiculizar incluso todos los que nos compartian sus sueños optimistas. La figura del profeta/de/calamidades que encarno mejor tal vez qu ninguno Manuel Azaña -y mas aun que el la figura tragica de Federico Garcia Lorca…- tuvo una imprtancia funesta y un peso, una incidencia fatal, casi decisiva en la eclosion la marcha y el desenlace de la guerra civil española....
Pero la hora de su retorno triunfal (tan aciago) en el seno de la sociedad española -entre los factores decisivos que marcaron la evolucion y la trayectoria de aquella en la Transicion y justo antes, en los años del tardo/franquismo-, sonaria con la clausura del concilio/vaticano/segundo (dicho sea, lo digo y lo repito, sin animo de polemica y sin acrimonia ninguna) Y una ilustracion personal, "in visu", de lo mas directa, de aquella figura funesta de nustra historia mas o menos recente la tuve yo de adolescente (aun estudiante de bachillerato en los Escolapios de Arguelles) en la persona de un compañero de estudios al que llamabamos el Viejo, y que no era mucho mayor que los demas, pero que despedia vejez por los cuatro costados, qué digo, por todos los poros de su persona es cierto, en sus maneras, en su apariencia fisica de envejecimiento precoz, en su voz grave, en su forma de hablar pausada, y sobre todo en su pesimismo agorero, de un signo politico anclado en la izquierda (extrema) por supuesto...
Aquel compañero mio de estudios tan "reviejo" con el que coincidi en un retiro al que me llevaron de fuerza casi y que dirigio uno de los padres escolapios con los que estudiabamos -recien venido (con ideas/nuevas…) de Roma en donde habia residido durante el concilio...- anunciaba el final del regimen de Franco y el retorno triunfal de los vencidos de hacia treinta años con el mismo fanatismo, la misma conviccion interna implacable y a la vez pausada y serena, no menos preñada de argumentos y de erudicion libresca en él que en el viejo adivino y curandero de la novela de Ch-F. Ramuz, que anunciaba a sus paisanos absortos que el sol se despediria para siempre de la humanidad…justo a seguir a la toma de Malaga por las tropas de Franco (y al bombardeo de Guernica) Y todo ello (lo mas grande por cierto...) en el nombre/del/padre/del/hijo y del espiritu/santo (del Concilio)
Y mi impresion (infalible) de entonces, que se veia sin parar descalificada por el padre escolapio aquel que no dejaba de tratarme al menor reparo u objeccion de agente/gubernamental delante de todos mis compañeros, se veria coroborada bastante años mas tarde, cuando me lo volvi a cruzar a aquel por la calle (ya en democracia), en mi barrio en Madrid, tan viejo de maneras como siempre (y mas si cabe aun) acompañando de un andar cansino mas que pausado a sus padres ya mayores, casi ancianos.
Como si se hubiera vuelto a equivocar el tambien, lo mismo que el viejo adivino de la novela de Ramuz. Como si se hubiese tomado él mismo -tan joven y ya tan viejo entonces- por España entera, por la España de los vencidos de la guerra civil que me diga....
Y asi negarles el pan y la sal -del futuro immediato incluso- a los que no pensaban o sentian como el en el "tema"; mientras que quien no tenia futuro ninguno no era nadie mas que él, no mas desde luego que sus padres (ya) a los que acompañaba por la calle o mas bien seguia
(Ya ancianos y decrepitos...Y vencidos)
(1) "Si le soleil ne revenait pas", de Ch-F. Ramuz, Lausanne, 1952
(2) "La guerra civil española y la literatura francesa" de Maryse Bertrand de Muñoz, Sevilla, Ediciones Alfar, 1995
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