SARKOZI y su mujer Carla BRUNI, poco después de su condena y a punto de entrar en prisión. Un presidente francés condenado y tratado -en prisión de derecho común-, como un malhechor, es un escándalo magno y una calamidad bíblica. Como una maldición. Por eso apostamos de todas todas por él. Como patriota (yo), como Europeo, y como Español
Nicolas SARKOZI en prisión. Y los medios, franceses o no, hacen su agosto -en imágenes y en primeros planos- con la noticia, y sus enemigos jubilan y tiemblan de alegría. Mientras que "la inmensa minoría" de sus partidarios -como lo hubiera glosado Francisco UMBRAL- le aclaman a su paso camino de prisión y se hacen cruces de lo que va a ser de él -entre la angustia y el desasosiego ante lo desconocido- en una cárcel de comunes-, tratado -como me ocurrió (¡cruel pesadilla!) a mí- "igual que a todos los otros", a modo de consigna o voz de mando que ponía en marcha la gran farsa de todos -de la dirección a los guardas (guardinhas) vigilantes, pasando por todo el resto del personal subalterno- danzando (todos) en torno a mí al ritmo que les marcaban y marcando el paso de "verme" y tratarme igual que a todos los otros, aunque algunos como aquel vigilante en jefe (AMARAL de su nombre) - vieran claro como la luz que "yo -ni más ni menos malo"- no era como los otros. Un extraño pues -como por definición (o un marciano)- al "mundo de los otros". Como oí que aquél le decía a uno de sus superiores -con el énfasis tan luso y tan expresivo que les caracteriza, y con la larga experiencia a sus espaldas en aquellas lides, y con aquellas gentes (de allí dentro)- a cierta distancia, hablando de mí -y repitiéndolo varias veces-, "ma é que o ome nao é! (nao é, nao e!) No es, no era (yo) -sobreentendido- ni un criminal ni un delincuente. Punto. Y de ahí el rompecabezas que yo fui para ellos, y de la pesadilla que ellos fueron para mí (algunos, como digo, no todos) Y con SARKOZI, poco más de lo mismo. Por pretencioso y arrogante que les pueda parecer a a algunos comparándome con él (nada menos) No estuve nunca de acuerdo con él, vaya dicho de entrada. Me opuse (abiertamente) incluso a él -en la Red, en las redes sociales- y fue en la guerra de la OTAN contra Libia -de la que el gran fautor no lo fue nadie más que él-, lamentando -con la mayor consternación (sincera) y la más sincera amargura-, la secuela fatal de aquella, que fue la suerte cruel e ignominiosa retransmitida en directo a la faz del mundo, del mandatario libio -como de ello di cuenta cumplida en uno de mis libros-, que hubiera merecido un juicio (público) al menos.
Y viendo ahora al supremo responsable del desaguisado aquél, condenado por haber sacado provecho de alguien con quien se mostró tan desagradecido -abstracción hecha de lo que pudiera oponer o enfrentar (personalmente) a los dos (en lo que no entro) (...)- no puedo menos de evocar un acto de justicia histórica (o poética) Y ahora -como rezaban los clásicos- quid de nocte?-, qué va a ser de él? De las primeras filtraciones que nos están llegando por su cuenta en los medios, a cuentagotas se nos informa que contará -debido a amenazas (de muertes) recibidas-, con agentes de seguridad durmiendo en la celda de al lado, pero esto -su integridad física vista así, como presagian o dan simplemente a entender, en lo abstracto- no creo que sea para él, el principal reto a afrontar, ni mucho menos, aunque sólo sea por aquello que "la amenaza de que muerte es peor- no sé donde leí ese adagio una vez- que la muerte misma": Sino más bien, todo lo que esas amenazas (reales o presuntas) presagian o dan a entender. Y es del choque cultural -hasta la agarrada o el encontronazo físico?- con todo un mundo -el de las cárceles y de los presos comunes- en la que él, por propia definición, que me diga por simple presunción jurídica o judicial o jurídico/penal, léase una presunción de inocencia (sic) es un extraño, y ajeno a sus leyes o reglas o códigos no escritos, y a sus amenazas -las que allí de todas partes surjan, pero todas ellas en última instancia (no nos engañemos) en contra de él dirigidas -y es por la lógica o el absurdo más bien, de su presencia allí (como me ocurrió a mí y pido otra vez disculpas- y a sus venganzas y ajustes de cuentas.
Por ese ambiente arriesgado, amenazante mucho más acentuado, mucho peor -por paradójico que parezca- que en la prisiones de condenados -como VALE DE JUDEUS, "prisión de máxima seguridad", en LISBOA (rua Marqués da Fronteira) -¡horror de caos y de anarquía!-, cárcel de preventivos (como la SANTÉ, donde habrá entrado SARKOZI ahora) Ante lo que él -incógnita mayor- no se sabe de entrada, como reaccionará, haciendo frente -sin violencia, claro está- o dejándose -consciente o inconscientemente- intimidar o amedrentar? Ante lo que no cabe hacer predicciones, pero ante lo que cabe apostar, como hago yo. En nombre de la lengua y civilización francesas en peligro de extinción. Más con él dentro, que fuera de prisión. Traduciendo o explicándome a mï mismo -en esos términos- ese indefinido y desazonante malestar (sic) que me produce el ver a un presidente francés, en una cárcel de comunes, tratado como un malhechor. Todos iguales? Liberté, Egalité et Fraternitë? Lo que es demasiado está de más (o al revés), como le dicen en Bélgica. En francés de los belgas, trop, c'est trop