domingo, septiembre 13, 2020

Alborada


 

La Alborada no del mar

Sino la de las montañas

La que anunciaban con fragor

Sonando fuerte en mi alma

 

¡Un nuevo amanecer princesa

cuando suene la clarinada!

Y todo vuelva a su sitio

(cuando tu regreses, monada)

 

Y la sangre se nos sube

Y las nubes se levantan

Y todo se hará posible

a golpes de amor (¿y metralla?)

 

Cuando el espíritu se sosiega

Y las ideas se me aclaran

Y el nudo (espeso) de enigmas

Y dilemas se desatan

 

Y el camino se endereza

e invita a emprender la marcha,

sin cuitas, sin inquietudes

en pie y la frente levantada

 

Camino del Paraíso,

iremos de manos dadas

o iras tú amor por tu cuenta

Solícita y el alma en llamas

 

Y donde te encontraré yo

Cuando ya no te esperaba

De esas divinas sorpresas

Que sólo el Amor nos depara

 

Quien me lo hubiera dicho

Amor, tú, “¿una de tantas?”

Que Amor era eso (o ése)

Que Tú (sola) me inspirabas

 

Que me enciende y que me anima

Y ayuda en la larga caminata

Y me guarda la sonrisa

Cuando peor me vienen dadas

 

Y me marcas el camino

¡Estrella de la Mañana!,

me llena de poesía

Me vigoriza e inflama

(hasta deber decir ¡Basta!)

 

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