¿Hongo nuclear en Beirut (el 4 de agosto 2020)? De un arma nueva, atómica y táctica (y no estratégica) -con un saldo de 100 muertos y 5000 heridos, y la destrucción completa de Beirut Este (y según leemos ahora, los lugares emblemáticos alli enclavados del cristianismo maronita, Achrafieh, Jounieh, Ain El Remmaneh)- : y fue la empleada por Israel contra un (presunto) depósito de armas y explosivos de Hezbollah (chiíes pro sirios de Bachar y anti-israelíes)
Por mano amiga me llega un enlace de medios franceses identitarios sobre la explosión de Beirut, y en él una versión de los hechos que desmiente y contradice fundamentalmente todo lo que venimos leyendo al respecto en la red, con la anuencia (crédula e ingenua) de muchos -confíteor- entre ellos yo: ¿un caso mas de corrupción –de derechas- como la Gurtel (y su folletón), como lo de Barcenas, la Espe (del PP) , y qué sé yo, lo que vendría a confirmar -de su prestigio y de su autoridad en su visita allí- el presidente francés –de la antigua potencia colonial- Emmanuel Macron (y sus lecciones -de dejar los dedos marcados- de moral, y su sermoneo anti-corrupción, durante la visita, de marca mayor)? Pero por lo que se dice y cuenta en el articulo referido, viene a ser que no. ¿No? ¿El que calla otorga?
En este caso parece tratarse de otra explicación. Un arma nueva –de guerra global y total- de Israel, que las autoridades libanesas –señaladas con el dedo de la prensa “mainstream”- no denunciaron, no porque tuvieran cosas que ocultar -“clavos” de corrupción, estercolero apestando a nitrato de amonio (por toneladas), o que sé yo- sino pura y simplemente para no desmoralizar a la población (sic), enfrascada en una guerra del fin del mundo y más en llamas que nunca por muy olvidada y por mucho que la prensa global consiga mantenerla fuera del primer plano y de los focos de atención.
Y de lo creíble del testimonio da muestras o ideas la cantidad de argumentos que en el articulo se vierten y enumeran y sobre todo, la personalidad del autor, Thierry Meyssan, periodista sirio/libanés y gran nombre del periodismo (internacional) de investigación-, de una credibilidad –y una solvencia- a toda prueba tras la cobertura que consiguió servir él, sin falta, a la guerra en Siria, desde el principio hasta el final, en solitario o casi, siempre en primera línea de la batalla –de guerra total- de propaganda y de información. Quien afirma y defiende esa nueva versión y apunta con el dedo por su cuenta y riesgo al premier israelí Benjamín Netanyahu, quien–lo aprendemos ahora- señaló a la Asamblea de las Naciones Unidas el lugar de depósito de armas y explosivos de Hezbollah –chiíes pro/sirios- precisamente el mismo donde se produjo casi dos años mas tarde la explosión.
Y el juicio que acaba de tener lugar contra los (presuntos) autores de Rafic Hariri antiguo primer ministro libanés –de confesión suní, antisirio y pro-israelí- no consigue ni apuntalar tan siquiera la versión que de la explosión en Beirut los medios se empeñan en difundir (hasta la obsesión) Rival político directo, Hariri, y en primera fila del actual presidente, el general (cristiano maronita) –y antiguo jefe no se olvide, de las Fuerzas Libanesas (falangistas)- Michel Aoun, chivo expiatorio de la calle y de los medios tras la explosión (….)
¿Ultimo estertor del conflicto israelo-palestino o de la guerra en Siria la explosión de Beirut? Probablemente de los dos. Y en un contexto no se olvide de expansionismo turco, aliados objetivos –contra Bachar y contra los iraníes- del estado de Israel. ¿Cruce del Rubicón este articulo?, serán tentados de concluir algunos que de antiguo aquí me leen, y a los que les brindo –aún sin debérsela en modo alguno- estas breves líneas a modo de explicación. Fui pro-israelí en la guerra del Líbano porque era lo que había que ser, por el prestigio y la ascendencia moralmente invencible (un decir) que el nombre de Falange (o de la Falange) –Kataeb- ejercía entre algunos españoles (como yo) por razones fáciles de comprender.
Pero las primaveras árabes cambiaron abruptamente todas las tornas en la región. Como lo ilustró el asesinato (casi) ritual del coronel Gadafi que no comprendí y sigo sin aprobar ni comprender. Y fue sobre todo en la medida que aquella ventolera (aciaga y funesta) hizo nacer esperanzas en algunos de los principales (aunque no todos) lideres falangistas (Geagea, Pierre Gemayel jr.), o en los indignados españoles (15-M), y las tronchó y remató en otros a la vez (por culpa de estos últimos sobre todo, como ya largo y tendido lo expliqué) ¿Y nos curó y separó de nuestras simpatías y amistades (falangistas) e hizo que nos pusiera en malas/compañías? ¡Que le vamos hacer! ¿La culpa? De Israel
El general Michel Aoun, presidente (cristiano maronita) de Líbano, carga con el sambenito en la esfera diplomática y en los medios de la Prensa global de principal culpable -y reo de corrupción- por la explosión de Beirut. Milongas. De pusilanimidad cabria a lo sumo hablar: por guardar silencio (no culpable) con objeto de no desmoralizar al conjunto de la población ante la nueva arma táctica empleada por Israel
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