Y no era cuestión de gafas,
no te veía, te lo juro amor
Y es que no los podía ver,
la sorpresa o el azar de tu Yo
De tu persona y de tu ser (de mujer)
Donde hay niebla y de pronto, Sol
Donde hay angustia y zozobra
De pronto, mi risa (en explosión)
Y el día se puso a reír
Y el mundo (en sombra) amaneció
Y lo vi "de colores" todo
Y no como antes (negro y marrón)
en ese “negro y marrón” –¿no?- (Black and Tans)
no, en el marrón de la expatriación
Y el negro de la melancolía
y de la Desesperación
Que es una tierra desierta
De cielos de estrellas (¡blancor!)
(de los desiertos del Yemen)
Y noche helada al resplandor
Como los que evocaba
el mercenario (que me marcó)
Y mas que eso -¿o fue por eso?-,
hombre de honor (y valor)
Lo que le ayudó a sobrevivir
En medio de la Desolación
Y el pasar de un mundo al otro
(con la Descolonización)
Lo que me ayuda a aguantar
La travesía del desierto (¡horror!)
donde no te quiero arrastrar
te lo juro amor (¿como hay Dios?)
donde no hay más que cardos
y calor y frío (atroz)
do dan ganas ¿de rendirse?
no, de parar esta canción
la que entono desde ha tanto
canción de guerra y de amor
que se hizo oír hasta el confín,
y que tanta fama me dio (...)
que volviste tú el rostro a mí
amor, ¡Mi bendita canción!
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