SOBRE PILAR BAEZA

En Bélgica ( y por regla general en los países democráticos) –¿lo sabe Pilar Baeza?- existen los llamados incívicos (sic), de los que la figura mas emblemática lo es Leon Degrelle (en la foto) -condenado aún post mortem, en su país, a la pena de muerte-, y de los que la vida es un asunto sinfín de rehabilitación (sic) (o de expiación) por hechos (políticos con violencia o sin ella) derivados de la Segunda Guerra Mundial: en otros términos, de los que arrastran –a los aún en vida y que escaparon a la pena de muerte, me refiero- una deuda con la sociedad que no se extingue jamás, aunque los hechos que le siguen a sol y a sombra sean de infinita menor gravedad que los que siguen (y persiguen) a Pilar Baeza
Pilar Baeza –¡a parte de mi ese cáliz!- candidata por Ávila de Podemos, y por quién viene el escándalo ahora en los medios. No entro en el fondo del asunto, violación o no, por la sencilla razón de que no lo dio por probado el tribunal (supremo) Condenada a treinta años de cárcel -de los que cumplió sólo siete (a lo sumo)- por participación –en grado de instigación- a un asesinato con nocturnidad e inhumación ilegal (echaron su cadáver en un pozo a la intemperie que los autores materiales encontraron tras reconocimiento del terreno) Lo hicieron primero caer en la trampa, a la que el otro incauto e inocente o ingenuo?- cayó con los ojos cerrados, sin sospecharse siquiera -como dice gráfica (y tétricamente) un articulo sobre el tema-, “que estaba ya en el tiempo del descuento” (…) Ajuste de cuentas, asesinato por venganza, como el de Isabel Carrasco- individual o por sentencia de un tribunal de honor –llamase Mafia –en Sicilia e Italia del Sur-, “Organización Cónsul” (O. C.), tribunal (secreto) de la Santa Vehema (alemán), de los de la época de la República de Weimar (que acompañaron y precedieron el asenso del nacional-socialismo) (*)-, “caza del hombre por el hombre” que denunció Ramiro Ledesma (sin que se le oyera) antes de separarse de la Falange- de la violencia política callejera, típico, fenómeno de su tiempo. Crimen de honor . Horresco referens! Terreno lleno de trampas y celadas ( a la pruebas me remito) y extremadamente resbaladizo. Donde hay que verse y sentirse cargado de razones –y de pruebas (tangibles)- antes de tirar la primera piedra (…) Y atenerse siempre a la verdad judicial con fuerza de cosa juzgada, por supuesto. Condenada a siete años (siete) por participación a un asesinato u homicidio premeditado. Por haber suministrado el arma homicida. Punto. ¿Ya cumplió condena, ya pagó su deuda con la sociedad como la emplazada no deja de pregonarlo en los medios? Las cosas no son tan simples, en democracia por lo menos, y sé a lo que me refiero, y lo debería saber mejor que yo alguien como ella del partido de Podemos.

Mi detención delante del Palacio Real de Bruselas (mayo del 2000), en señal de acto de protesta. El pasado que me sigue a sol y a sombra en España y en el extranjero. Por hechos –por gestos que me diga- mucho más antiguos que los que persiguen a Pilar Baeza. No me quejo (mucho) Lo asumo. Lo cometido (o lo intentado, mejor dicho) Lo mismo que la suerte que aquello lleva consigo, de paria internacional, de expatriado, y de marginal y disidente (y plenamente consintiente) del sistema democrático, Pero no pretendo seguir una carrera política brillante -electoral- y fulgurante y fuera de toda sospecha (como Pilar Baeza)
En Belgica y por regla general en países (democráticos) por cima de los Pirineos, existe un procedimiento que brilla por su ausencia –ni pío en análisis y comentarios de la prensa española a este respecto (---)- y lo es el de rehabilitación (sic) que no dudé –en artículos ya antiguos, en mi defensa al respecto- en comparar a los eslóganes televisivos –a todas horas(…)- de los detergentes (ESE OMO) de la televisión (franquista de mi infancia) que “lavaban”, y que al contrario de aquellos, sí “dejan cerco” (…), y es por la amenaza –o el chantaje como el que deplora la emplazada- de emplazamiento o linchamiento ipso facto en los medios, y ello en cuanto que se pone en marcha tan fatal procedimiento. En Bélgica –en teoría al menos- hubiera sido mucho más dura y azarosa –e ingrata y dudosa y oscura- la vía de reinserción de alguien (“repris de justice” en francés) con antecedentes penales (los que sean) a cuestas, y más aún tan ruidoso como los suyos –del ruido que mete la sangre, me refiero-, y ello pese aquel viejo y añejo principio (general) del derecho (español), pena cumplida, pena extinguida, aunque haya cumplido siete años de cárcel, y aunque haya sido –como lo da sin descanso a entender- una preso –o presa- modelo. Hay no obstante otra moraleja más crucial y más urgente a esta noticia de páginas de sucesos y de actualidad política la más candente al mismo tiempo. Y es mayormente por tratarse de Podemos el partido anti-corrupción por antonomasia, y aliados indispensables de Pedro Sánchez Mister “Proper” y “Decente”, fuera de toda sospecha. Corrupción, histeria omnipresente en las operaciones de acoso y derribo de los medios –y de los jueces- como a las que hace cosa de un año asistimos impávidos (y estupefactos y descontentos) Y cuando hablan de corrupción –en política, el mal supremo para ellos- es obvio a qué -y a quién- se están refiriendo. Al PP, que me diga a los casos de malversación, cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, etcétera, etcétera  con los que se asocian a los peperos. Ni pío no obstante de otras formas mucho más graves e ineluctables de corrupción –estrechamente ligadas a la delincuencia y al crimen organizado- como la que protagoniza ahora esta joven indignada (y escandalizada, de la corrupción financiera marca PP se entiende) Estaba (ella) al tanto de todo lo que ocurrió, hizo incluso entrega (en mano) del arma (de fuego) homicida, pero eso no la inhabilita ni la manchó –¡no por dios!- de la lacra o estigma que arrastra (en la política española) la sombra o sospecha de corrupción financiera. La milonga es grande por demás (como dicen los argentinos) Y así –a tenor de los comentarios de Internet y en las redes sociales- lo piensan muchos. Dice que manteniendo su candidatura resiste a los que la chantajean. Y aceptándolo -y aceptándola a ella-  sin más, nos rendimos (innoblemente) el grueso de la sociedad, al chantaje –a la violencia, al ajuste de cuentas, al crimen por venganza en suma-, y al peso e influencia en política en resumidas cuentas de la delincuencia marginal (y asocial) y del crimen organizado. Que lo sepa

Jean Paul Marat, suizo de nacimiento (del cantón de Neuchâtel) y (nota bene) de ascendencia española (…) De familia calvinista. Figura emblemática del Terror en la Revolución francesa. Y de la fiebre (calvinista) anti-financiera. Y apóstol indignado de las denuncias de esa formas de corrupción (crematística, del Dinero) Todo un símbolo, aquejado de una enfermedad repugnante (¿sarna?) de la piel hizo realidad el aforismo “sangre llama a sangre” Así, el inquisidor de la corrupción financiera no pudo escapar ni a la corrupción moral –del crimen político- ni a la corrupción física o fisiológica que le había llevado, antes de morir (asesinado), al borde de la tumba (o de la bañera) El crimen de sangre, forma de corrupción mucho más grave e imponderable que la corrupción financiera. La otra moraleja del caso de Pilar Baeza
*: De todos esos tribunales .de honor, de la Europa del Norte, sólo uno guarda el epiteto infame -de Tribunal de Sangre"- y lo es el del periodo español, que aqui se conoce también por "Conseil de Troubles" -Consejo de Tumultos- de los tiempos de la guerra en Flandes, presidido por el Duque de Alba. Pero no reza la historia que los otros fueran menos sangrientos, esas criaturas de la más pura tradicion (medieval) germana. Sí reza en cambio que eran tribunales secretos, eso si, y sus sentencias asi lo eran, lo que no fue la justicia -ejemplar, de sentencias publicas en ejemplo y escarmiento (en un cuadro nota bene de guerra civil y de abierta rebelión)- que impartió aquí el Duque de Alba. ¡Tribunales de sangre!, eso es precisamente  lo que fueron los tribunales belgas (en el 45) de la Depuración, infinitamente (y en proporción) mucho más numerosos en sus condenas a la pena de muerte que los que se deben al espantajo publico numero uno (español, faltaría más) de la Historiografía oficial aquí. Y algunos de aquellos (fusilados), jovencisimos la mayor parte, por un gesto a penas, levantar el brazo (lo que les iba a costar la vida)