lunes, mayo 22, 2023

LA FASCINACION FRANCESA DE LA TFP

Plinio Correa de Oliveira -Profesor ( o Doctor) Plinio-, en la imagen que guardé de él, de la entrevista que me concedió a solas en una de las sedes en Sao Paulo de la TFP (hacia 1979), prostrado como ya se encontraba -victima de un atentado disfrazado de accidente de trafico- en silla de ruedas, hacia el final de sus días. Él decía que todos -brasileños, portugueses, españoles, italianos y no/franceses en general- debíamos adorar (sic) a Francia y a lo francés. Exageraba? Sin duda, en esa como en otras cosas, no es óbice que  un ápice de Verdad historica, de Memoria ancestral, y de actualidad rabiosa, yacía (semi a escondidas) en esa fascinación francesa de la TFP

Filmes historicos, o la mina (inagotable) que parece haber encontrado la industria cinematográfica internacional (entre Cannes y Hollywood) Eso es al menos lo que parece que tengamos que deducir tras la sucesión de dos extraordinarios filmes de factura excelente, impecable, -sobre el Antiguo Régimen francés, nota bene, los dos-, "Los Tres Mosqueteros", el primero, y el segundo -en cartelera ayer domingo en las salas del centro de Bruslas- sobre una figura mal conocida y no menos crucial de la Historia de Francia en el período que (inmediatamente) precedió a la Revolucion Francesa. Y es que igual que el primero de los nombrados, el film visto ayer "Jeanne de Barry" no es un film como otro cualquiera, por la calidad de sus escenas y fotografias y de su banda sonora, por el alto nivel del reparto del film tanto en sus primeros como en sus segundos roles, y last but not least, por la fibra memorial o memorística que tanto el uno como el otro de los dos filmes mencionados consiguen despertar entre el conjunto de los espectadores. Como en mí. Y ello por cuenta de las figuras estelares de los mosqueteros del Rey en la estampa que de ellos lograria inmortalizar Alejandro DUMAS, o de la figura trágica y estelar por partes iguales de la amante y favorita -plebeya (roturière) y con-un-pasado a cuestas- del rey de Francia Luis XV (s'il vous plait!), interpretado sin reproche por la estrella ascendente del cine USA, Johny Depp que consiguió sortear a mi gran asombro el escollo (casi) insuperable de su acento en un film rodado en francés (...)  (?!) A descubrirse tocan! Y por cuenta de la fibra que habrán sabido tocar en mí de por el grito -VIVE LE ROI!- resonando en la pantalla en uno como en otro film. 

La TFP o la fascinacion de lo francés. Como mirándome al espejo a fe mía, en ese movimiento integrista/brasileño blanco de implosión o en vías de defunción (a confirmar), ante la emoción auténtica -hasta las lágrimas (gruesas)- que esos dos filmes (a mi gran sorpresa) habrán conseguido arrancar en mí. Tan auténtica como me lo pareció la veta francófila o filo/francesa que inspiraba al líder y fundador de aquellos, el profesor PLINIO, y que supo a todas luces inculcar en sus devotos y seguidores, de lo que doy fe, hasta el punto que me llevó a aprender la lista de memoria (...): y era (sólo un ejemplo) en aquella admiracion más allá de lo estético, en la frontera de lo religioso, como lo era su profunda admiración por los castillos del Loira (la Loire), los que él mostraba como modelo hasta hoy inalcanzado e insuperado de civilización (cristiana, católica), hasta el punto que los convertia en útiles o auxiliares indispensables de sus ejercicios de transcendencia (sic), especie de Via Appia (Antigua) -en el fuero interior-, para alcanzar -partiendo de lo estético, de lo artístico y sensible- lo puramente espiritual (léase sobre/natural, por las rutas de la Historia) (...)

Y era lo que me venia a la mente sin falta (por qué será?) ante las magníficas escenas del film de ayer -todas despidiendo una (honda) impresión de crepúsculo (nostálgico) y de melancolía- de Versalles y de otros palacetes u monumentos emblemáticos, y de (majestuosos) paisajes en Paris y sus cercanías- del Antiguo Regimen (Ancien Regime) francés O el grito que se hacía un poco esperar en el film pero que no tardó en llegar, de "Vive le Roi!" tras lo del "le Roi est Mort!, que le oí or primera vez a uno -de apellido francés- de la TFP, en Madrid, como por casualidad. O ese otro detalle todo menos ancdótico del himno de la entrada de (Santa) Juana de Arco en Orleans, que escuchábamos bajo un silencio religioso, en la furgoneta de sus caravanas de propaganda/fide y de apostolado TFP  -léase en su antena española, de Sociedad Cultiral Covadonga-, todos de chaqueta y corbata en pleno mes de agosto y en la España y en el Madrid de entonces (años sesenta tardíos, principios de los setenta) (!?)  (...) 

Gran rollo el que tú te traes con la TFP!, alguno de mis lectores -y a la vista de lo que aquí ya tengo colgado sobre ellos- sin duda dirá. y no les quito la razon, pero confieso sin pena la huella que en mí dejaron, de lo que da idea el que me vengan a la mente como a la caida de la hoja, tantas cosas muertas como hoy me  lo parecen muchas de las que proclamó con tanta energía y tanto ardor, a costa (nota bene) de su integridad física, el memorable Profesor Plinio, victima de un atentado disfrazado de accidente de tráfico, que le dejó prostrado en silla de ruedas -que así fue como yo le vi en el encuentro que tuvimos a solas- los últimos dias de su vida. 

Johnny DEPP, (genialmente) caracterizado en el rey de Francia Luis XV -el de "después de mí el diluvio-", en una escena del film "Jeanne du Barry", del nombre de una amante y favorita del rey, que acabó en la guillotina justo después de Marie Antoinette (su gran rival) Un (logrado) fresco del Ancien Regime -en cartelera estos días en el centro de Bruselas- que habrá logrado tocar (de nuevo) -confiteor- esa fibra filo/francesa en mí. Filo/monárquica y filofrancesa: "Le Roi est mort, VIVE LE ROI!!!" (como lo oí por vez primera, a los de la TFP, como por casualidad) (...)
 

Un afrancesamiento el del profesor Plinio, que se me quedó atragantado (a muchos) entonces y que ya hace que les perdoné, eso como tantas otras cosas. Y una más amplia y profunda comprension, la que él y su movimiento me merecen hoy, y es a la medida de la distancia es-tra-tos-fé-ri-ca que acabé alcanzando, de sus posturas y de sus ideas, como lo muestro sin falta en las entradas de este blog, día a día, y en particular en la sección del mismo donde recojo mis poemas, todos o casi todos de marcada impronta e-ró-ti-ca, y en todo lo que en mis escritos lo mismo que en mi fuero interno -en mis palabras, actos o pensamientos- (deliberadamente) infrinjo de una manera o de otra ese espeso tabú que rodeaba en su cuerpo (o corpus) ideológico/doctrinal -el de los escritos del profesor Plinio, y de los textos de la TFP- todo lo que de cerca o de lejos se relacionaba con el SEXO (Y de la apestosa moralina judeo-cristiana, y su clericalismo y su papolatría asfixiantes y su fanático milenarismo mariano/fatimista) (faltaría) De lo que no me retractaría (en contra de todo ello) hoy ni en una jota. 

Peccata minuta, no obstante -todo lo que nos separó ayer y nos sigue separando hoy- ante el reto magno al que asistimos de toda una civilizacion amenazada, léase de un mundo -el nuestro- en hundimiento, de este como del otro lado de los Pirineos. Y que se hunda si tiene que ser así, para que renazca con más fuerza todo lo que se hundió -en Francia como en España- tras la Revolución (dite) Francesa! Fascinacion de lo francés? Que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra!

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