lunes, marzo 13, 2023

CARROS DE COMBATE "LEOPARD" Y JUAN PABLO II (y 3)

C

 

 


Territorio de Polonia (en rosa) controlado -al final de la II Guerra Mundial- por el Comité de Lublín (Comité de Liberación Nacional) -judios pro-soviéticos- reos (entonces) de la matanza -del orden de 700- de sacerdotes catolicos polacos, acusados del delito de colaboración (uniatas de rito greco/oriental, todos o casi todos ellos) como lo denuncié en mi último  libro, "Krohn, el cura papicida" y sobre lo que Juan Pablo II que se encontraba precisamente alli, guardó siempre un escrupuloso silencio. La II Guerra Mundial fue en Polonia como en todos o casi todos los demas paises europeos, una guerra civil, a mil años del cuento de buenos y malos en vigor, triunfalista y maniqueo, como el que entonan (de nuevo) ahora los celadores de la memoria de Juan Päblo II, cuando por primera vez parece que se desmorona -salpicado por el escándalo de la pedofilia eclesiástica en Polonia- su estrellato (Starpower) en los medios. Acusar al papa Wojtyla equivale acaso  a tratar a los polacos de chantajistas y colaboradores durante la II Guerra Mundial, como lo afirma hoy su primer minstro Morawiecki? Le dejo a él sus palabras. Pero NO NOS LA DAN (ya). Basta ya del cuento piadoso de un catolicismo polaco para uso y consumo de los no polacos, como el que estrenó (hasta hoy) el papa/estrella Juan Pablo II!

Cuanto más oscuro y sombrío el horizonte, más claro lo vemos todo. Como los "tecos" -tecolotes-, pájaros rapaces de los páramos de Méjico desiertos y desolados, que ven lejos en la noche. Y es lo que me venía a la mente al hilo de un artículo sesudo y ambicioso -y debidamente documentado, como todos los suyos-, en los que su autor esboza un análisis geopolítico de la guerra en puertas y de la crisis en curso, en la que brilla por su ausencia -por qué? siempre me pregunté- en este como en todos los suyos, cualquier factor o variable de política religiosa, aquí más de anillo al dedo y más a propósito que en ningún otro sitio (....) Nacionalismo/polaco, casus belli número uno -dice y lleva razón- de la Segunda Guerra Mundial. La Historia se repite? Sí, pero nunca de la misma forma, aqui ya todos lo saben. Y fue de por su chantaje (sic) permanente a las grandes potencias en la correlación de fuerzas en el plano internacional que era la de entonces, como lo ilustra y ejemplifica el caso de Danzig, puerto de la Hansa (nota bene) y ciudad alemana de cabo a rabo desde la noche de los tiempos (1) -rebautizada Gdansk (o Troimiasto, su área urbana, junto con Gdynia -Gdingen anteriormente, o Gotenhafen, "marca/gótica" o algo así (...), y Sopot, en la bahia del mismo nombre (de Danzig), junto al Báltico (3)-, en donde Polonia tras los repartos (y los expolios) del Tratado de Versalles, se empeñó (a fondo) en operaciones de limpieza étnica a gran escala (2), objeto (s) del apagón (black out) infomativo más riguroso de parte de los medios. Que el lado o perfil de guerra híbrida (sic) -secreta o semisecreta- de las grandes crisis internacionales sólo lo habrá traido a la luz la era global a la que absortos ahora asistimos, forzados a esbozar un análisis (para andar por casa) y a formarnos una opinion por nuestros propios medios y recursos. 

Y si todo lo que precede suena a provocación entre los polacos que me estarán escuchando o leyendo, de veras que lo siento (...) Y en la guerra hibrida que acompañó paso a paso e hito a hito la Segunda Guerra Mundial, hasta el final y desde el principio, un protagonismo discreto y no menos decisivo lo fue el del futuro papa Wojtyla como aquí ya lo tengo repetido. Surcado de enigmas y de secretos, desde los mismos arranques de su (fulgurante) carrera, y desde la mismísima fase de incubación de aquella, cubierta hasta hoy de leyendas y de mitos. Que intentan explicar lo inexplicable, como lo fue su supervivencia (casi milagrosa) en la única zona -la de Lublín- donde se produjo persecución religiosa al final de la guerra y tras los avances del ejército rojo, en lo que cobra -en vision retrospectiva- todos los visos de un auténtico genocidio, por razón de confesión religiosa (entre griegos y latinos). Enigmas en el pasado o en la biografia del papa polaco, y en la cargazón ideológica o doctrinal que acompañaría paso a paso su ascenso apoteósico en la conciencia mundial, lo nunca visto. Y no lo más nimio lo es sin duda alguna el de heraldo (pontificio) del nacionalismo polaco, furriel de todas las tradiciones polacas más rancias y arraigadas, entre ellas (nota bene) la del antisemitismo. Y es en el papa (polaco) que acompañó su mensaje urbi et orbe -por activa o por pasiva, en polaco, en latin y en todas las lenguas- con una liturgia o paraliturgia del Perdón. Papa del perdón Juan Pablo II? El menos perdonador de todos los papas del concilio? Sí, y fue del pedir/perdón día a día desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, de todos los crímenes y los pecados del que los cristianos -y católicos- nos hicimos reos a lo largo de la Historia. Contra los judíos (...)    

 


El Kulturkampf (1872-1879) fue oficialmente una lucha del Reich prusiano/alemãn -bajo el canciller Bismarck, de origen prusiano/oriental y de confesión protestante- contra la Iglesia católica, en el terreno de la política/religiosa. A la que puso fin el pontificado (demócrata) de Leon XIII. En sus memorias, el Canciller de Hierro lamentaba los perfiles confesionales -de guerra de religión- que había acabado cobrando su politica, subrayando a la vez el lado polaco (sic) -léase de rivalidad (étnica y territorial) germano/polaca- subyacente en el fondo de la cuestión. Y no es precisamente anecdótico o trivial ese aspacto de una de las mayores crisis política y diplomática en la Europa del siglo antepasado, si se tiene en cuenta que la corriente migratoria de orígen alemán en Bélgica, y presente en Bruselas, la capital de la UE, viene precisamente de alli, y que fueron algunos de sus descendientes -de medios ideológicos cercanos a los míos (....)- los que más hostilidad y aversión (sorda y tenaz) me brindaron los años (largos) que llevo aqui, y los que -en paralelo- más celo mostraron en la defensa (e incensamiento) del Papa polaco. Que Dios les perdone, antes que yo (que no soy nadie)

Talismán mágico. El de la palabra perdón, y es en el mensaje equívoco y ambiguo por definicion del santo papa Juan Pablo II. Del pontifice que tenía en la boca a todas horas esa palabra (de) perdón, pero algo que brilló siempre por su ausencia (de palabra u obra) al hilo de su fulgurante trayectoria, en la que nunca hubo el menor viso o asomo de autocrítica -ni en lo puramente religioso (o canónico), ni en lo politico, léase en la política religiosa-, como un rito obligado o  precio de peaje no obstante en el mundo que vivimos (tras el 45), "la remise en question", en francés (arrepentimiento y examen de conciencia en román paladino) Y es sobre todo en el cuento de buenos y malos -de víctimas y verdugos- sobre la Segunda Guerra Mundial en la que aquél asentó su estrellato, y en lo que los suyos -los polacos- iban de víctimas y de santos, y los otros -los alemanes/perdedores- de malos (de la pelicula) y de verdugos. Nunca, digo bien nunca, si se exceptúan las sombras chinescas para consumo interno -eclesiastico- de sus gestos con sus colegas (y secuaces) en el episcopado alemán o austriaco del concilio o del posconcilio, nunca -y soy categórico en lo que digo-, tuvo ("orbi et orbe", en el estilo inconfundible que era el suyo) ni la menor palabra ni el menor gesto de reconciliacion germano/polaca en nombre de su pueblo polaco o en el del suyo. Catalogado todo ello siguiendo ciegamente consignas en vigor en el mundo que siguió tras el 45,  con el nombre o la etiqueta o el dicterio de "revisionismo". Un papa con la historia de su parte, que le esperaba como quien dice a la vuelta del camino. Y era en la persona de Vladimir Putín que lanzó su operación/especial precisamente en el nombre de la Historia. De una Historia que le dio (es cierto) la razón, pero en la que a los polacos en cambio no se ve que se les hiciera (mucho) sitio (o ninguno) Hasta que vino el Concilio y el fenomeno de estrellato -Star power- en los medios de Juan Pablo II

 



Batalla de Grunwald (en la memoria polaca actual), primera batalla de Tannenberg en registro alemán (15 de julio 1410, justo antes de "la 2a batalla de Tannenberg", léase, la (1a.) batalla de los Lagos Masurianos (7-14 sept. 1914) Victoria de polacos y lituanos (Reino de Polonia y Gran Ducado de Lituania) -a la izquierda en la foto- contra los Caballeros Teutónicos. Hito de la mayor magnitud en la memoria histórica polaca (y anti-alemana) Durante mi visita a Polonia -"primavera de Solidarnosc", agosto del 81- tuve un encuentro fortuito (en apariencia) en Varsovia, un tanto misterioso, en el restaurante en el que me encontraba yo -vestido de rigurosa sotana- con alguien (solos practicamente en el restaurante los dos, en la situación de penuria y de establecimientos vacíos que se vivia en Polonia entonces), que manifestó sin ambages delante de mí, ser miembro de la Union Patriótica Grunwald (sic), especie de ogro de los medios y de la opinion pública polaca entonces, tachados de estalinianos y anti-semitas, quien me declaró (como ya lo recordé en otros lugares) haber trabajado de ingeniero de la CAMPSA en España bajo el régimen franquista. Me esbozó -en tono amable y cordial, y en español, creo recordar- un análisis (sui generis, y propiamente "impresentable") de la crisis que se vivía en Polonia entonces, creada (según él) por la mala coyuntura económica en el sector agrario -malas cosechas-, y provocada y atizada (sic) por los judios. Como un estribillo esto último, concluyendo así sus frases a lo largo de la conversación, una vez tras otra. Y lo reproduzco (con gusto) íntegramente aqui en testimonio de gratitud elemental, porque en la situación en la que yo allí me encontraba y las circunstancias de tiempo y lugar que eran las de entonces, me podía haber hecho mucho daño a mí -que hablé lo que quise, sin la menor precaución y sin pelos en la lengua- y que sin embargo no lo hizo. Por lo que fuera. Nobleza obliga. Hasta en mis resentimientos y tomas de partido
 

Y en la guerra como en la guerra, a falta de pan, buenas son tortas, reza el román paladino. Y a falta de Historia, bienvenidas las leyendas (doradas) y los santorales (como cuentos morunos) Como la del padre Kolbe, el santo patron del papa Wojtyla y con él, otro gran formador de opinion como él (un poco posterior, presumo) Y me refiero (un respeto) al profesor Plinio. El mayor émulo -y propagandista- que tuvo en el mundo la religion del nacionalismo polaco (doy fe de ello) antes y después del concilio (vaticano segundo) Que me inculcó la devocion (especial) a Nuestra/Señora -como ellos ampulosamente decían en frase, en portugués como en español, un tanto anacronica-, a todas horas. Y (también) del mártir como hecho de encargo, de Nuestra Señora y de los polacos, como lo fue el padre Kolbe, un santo/político -anti-alemán- a la medida del papa más político de nuestra época (....) Y una devocion que me llevó lejos, hasta Fatima (y lo digo completamente en serio), pasando -y dando con ello un gran rodeo- por Polonia , y concretamente por Niepokalanöw -pronunciado con ñ y al final con acento en la u- alto lugar de la devocion marial (del padre Kolbe y del profesor Plinio) no lejos de Varsovia, el monasterio fransciscano donde vivió el santo padre (aquél) con imprenta y estacion de radio (un respeto) Ad majoren gloriam de "Polonia semper fidelis" y de Nuestra Señora. Danzig y el Donbass, comparaciones odiosas? Que lo mismo que hubo muchos -del bando de los vencidos y de los vencedores también- que se negaron a morir por Danzig, todavia hoy somos muchos los que nos negamos a morir por Bakhmut o Sieverodonetsk (en ucraniano) Prestos a todo en cambio, por una reconciliacion Oriente Occidente, de latinos y ortodoxos, de germanos y de eslavos, de alemanes y de rusos. Entre las luces y sombras de la Historia (tras el 45)



Tadeusz Rydzyk, director de la cadena de radio María -y además propietario de una Universidad y accionista de varias empresas- y propagandista mayor de la memoria (en entredicho) del santo/papa Juan Pablo II, que convoca a una misa al aire libre y a una procesion penitencial -reliquias del papa/santo acompañando- de desagravio. Misionero y celador de una religion -del "nacional/catolicismo polaco (o algo asi)- en la que yo creí a pie juntillas -por influjo del Profesor Plinio de la TFP, otro de sus voceros mayores-, que me llevó hasta Polonia, y hasta los santos/lugares de la religión aquella, como el monasterio franciscano -del Padre Kolbe- de Niepokalanöv (pronunciado con u), cerca de Varsovia. Un año antes (nota bene) de mi gesto de Fatima. NO NOS LA DAN, NO. Ni entonces ni tampoco ahora, pese a los vientos de guerra (winds of war) que de nuevo soplan

(1): En el momento de la creacion (10 de junio 1920) del Estado (o Ciudad Libre) de Danzig -por el tratado de Versalles- sólo era (étnicamente) polaca el 10% de la población

(2): Lo que se prosiguió lógicamente en la posguerra: en 1947, 27.000 alemanes fueron expulsados de la ciudad

(3): En donde estuve yo, durante mi gira por el país. En un congreso (nacional) de Solidarnosc. En Danzig

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