Morir por Danzig? La eterna pregunta, que desde aquellas visperas de la Segunda Guerra Mundial no se deja de oír. Precisamente desde cerca de allí. Lo que me parece oír por lo menos a mí ante las declaraciones irresponsables y explosivas de un diputado y ex ministro (de Exteriores) polaco, Sikorski (Wladislaw), abogando por el envio a Ucrania (sic) de armas nucleares, en nombre de un acuerdo internacional -Memorandum de Budapest (1994)- que Rusia habrá violado con la operacion militar especial de Putín. La Tercera Guerra mundial o sea (como diria Francisco Umbral) En donde Europa entera, como declara el presidente (ruso) de la Duma -sabiendo de lo que habla-, dejaría de existir (...) "Con diputados como ese" (se encarga él de apostillar)
"Enfermos (eternos) de Europa" -Polonia y los polacos- hoy como ayer. Lo fueron en, Francia si no en la Revolución, haciéndole el juego a ella poco después, léase sentenciando al fracaso la Restauración, y lo fueron entre alemanes y soviéticos en la Segunda Guerra Mundial. Víctimas o verdugos? La madre del cordero, y ya saben aquí lo que pienso en un tema que no deja de darme hueso duro de roer, de tanto y tanto rumiar (...) Ombligo de Europa y del mundo (...), y hay sin duda que conocerles un poco de cerca para poder medir y auscultar un poco el mito y llegarlo a calibrar (....) Y todo eso se amontona en mi mente y al hilo de mis (negros) pensamientos ante la cumbre de Kiev entre la paz y la guerra nuclear, donde el dubitativo Emmanuel Macron -en el centro de todas las miradas y al fuego de todas las críticas (de allí)- ofrece figura de rehén del comediante (genial)
Paz por territorios. Kissinger (fuera de toda sospecha) lleva toda la razón, Juez imparcial, el antiguo secretario de Estado de Richard Nixon -y Gerald Ford-, que ya saben aquí lo que pienso de él, en particular, del papel nefasto que tuvo en nuestros asuntos internos. Descase en paz. En la memoria de las gentes me refiero. En nombre de la Realpolitik que parece el leitmotiv de su papel de primerísimo plano -entonces como ahora, en el mundo y en España- en la esfera internacional. Y eso ante la histeria del comediante ucranio que no deja de infligirnos lecciones de historia y de memoria histórica una detrás de otra, sin parar. A falta de trofeos en los campos de batalla donde no lleva (un eufemismo a penas) precisamente las de ganar. Que den por perdido de una vez el Donbass -en Sievierodonetsk como en Mariupol- y no se hable más! Punto de partida de la reconstrucción y de la pacificación y de la reconciliación entre hermanos o pueblos hermanos (la pura realidad)
Candidato (preferente) a la entrada en la UE: lo que nos están a todo precio tratando de vender. Del resultado de la Cumbre de Kiev. O simple cortina de humo apenas ante la cumbre de la OTAN en Madrid (lagarto, lagarto!) donde el partido de la guerra no dejará (apuesto cien por cien) de levantar la voz y de hacerse oír. Como lo dan a entender o presagiar los rumores de cierre del espacio aéreo (sic) durante la Cumbre. España fuera de la OTAN, ya!
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