Y la música me hace pensar, soñar
A vivir –¿o es acaso un vivir
sino un campo recio de batalla
en mi alma y en mi cuerpo gentil?
que riño porque quiero, porque sí
por un amor loco (l’amour fou),
cuando me remiro en el cielo
de una triste memoria ¡Triste y feliz!
Y tan ufana ingenua y preciosa
en ese cielo vives tú
Y cuando hay nubes, te alejas
Y cuando despeja te acercas a mí
Tanto que me pongo a pensar
Si ese cielo no lo seas tú
Y si esta noche oscura y cerrada
No sea que te fuiste tú de aquí
Por el fragor de la batalla
Cuando chirría el misil
Y estalla en medio de la noche
Rompiendo el silencio un grito infantil
¿Por que grita, por qué llora?
¿Choque de culturas quiere eso decir?
¿O el silencio tan de aquí, de noche
Silencio/de/dios, gran silencio (“de nuit”)
Y es el manto del silencio
Lo que voy buscando en ti,
la calma, el reposo del guerrero
mujer de ardor y frenesí
Y mi cuerpo al final despierta
Y sopla de pronto la brisa
Y cesa el llanto –¡silencio, milagro!-
Y mi alma se pone a reir
Que la batalla enmudece
-la grande, madre de todas las otras-
Y la larga y angustiosa espera
Llega inesperada a su fin
Y la poesía brota a chorros
De mi pecho tan yermo (o eso creí)
¿O es eso señal infalible, profética
Que te estas acercando a mí (Mimí)?
No hay comentarios:
Publicar un comentario