¡Oh qué negrura tan negra!
¿O será de puro blancor?
Se me ocurre el pensar
pensando en ti, dulce amor,
Y en la sombra que me rodea,
que no me vea como soy yo
Y que te acerca o te aleja (no sé)
Entre tanta zozobra y dolor
Y es que soy tan opuesto a ti o qué?
(¿Por ma-chó, o por "espagnol"?)
¿O por lo que a mi te asemejas?
¡oh rara mujer, de sombra y esplendor!
Mujer, reina de las sombras
O fantasma de la noche (¡oh!)
Pienso en ti o te busco en las nubes
Y se me van dudas (y el temblor)
Lo blanco es blanco (como tú)
Lo negro es negro (¿o no?)
Cantó un poeta hace tiempo
Pero no se refería al color
Sino a esa diferencia
La que hay entre el sí y el no
La que hace que no me des el sí
Y me digas (¡hace tanto!) que no
A lo que hace que vivas feliz
Y yo en cambio (¿qué sé yo?)
aunque vea todo de luces
y en fosforescencia (luz y calor)
Y me pongo a esperar
En tu regreso (a la de dos)
Y se me va el pesimismo,
la tristeza y el resquemor
Y sueño un alba radiante
de victoria, bajo el sol,
mientras camino a tu encuentro
¡el premio del ganador¡
(y se me va el insomnio,
la angustia y el dolor
Y todas mis ideas negras
Mientras renace con fuerza el Yo)
(El Yo mío y el de los dos, mi amor)
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