Explicándome a la opinión pública española tras mi autoexilio, con mis crónicas de Bruselas
domingo, noviembre 19, 2017
Rendida de Amor
¡Rendirse? ¡no, nunca, eso no!
eso no es cosa de hombres
es destino en cambio de la Mujer
que la que no lo es, no sabe de eso
¿Blasfemia, desafío (magno)
provocación la de estos versos?
pura logica y fatalidad más bien
¿Que cómo rendirse sin perder el seso
las que no salieron a amar sino a vencer,
o a jugar sin perder (dobleros)
e hicieron de horizonte de sus vidas
(¡gran calamidad¡) la guerra de los sexos? (…)
¡Locura desvarío aberración!
¡Qué tiempos madre tan feos!
¡peor que los tiempos del cólera1
Por eso nos hicimos mucho más serios
Y porque te vi así rendida
Como si nacieses de nuevo
A través de la red ¡que sí así fue!
Te amé mujer, sí ¡como un poseso!
¿O no eras tú? ¡dime que no
que me costó tanto el creerlo¡
-¡lo último que me esperaba¡-,
el reconocerte sin velos
sin disfraz y sin maneras
que te ponían a cubierto
o a salvo (o eso creíste)
de lances y de requiebros
y pensando (sólo) en mi
volviste a ser tú (o eso creo)
y todo volvió a su sitio,
las vistas, los pensamientos
y te dejaste de líos
de teorías (¡qué cuentos!)
y recobraste la cordura
que te habías dejado lejos
y te hiciste más linda, más tú
¿pensando en mí? (¡oh qué sueño!)
Y el resultado héle a la vista:
mas mujer, más bo-ni-í-ta ¡Te quiero!
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