JAQUE AL REY EN CATALUÑA (Cuaderno de a bordo n° 38)

1. Navarro Valls, el rostro español del pontificado del papa Wojtyla. Dos célibes ante/el/altísimo predicando con el ejemplo la castidad (dentro y fuera del matrimonio) e esgrimiendo a la vez el sexto mandamiento -incitando así (Nietzsche dixit) a obrar públicamente contra natura- a la juventud, en unas Jornadas Mundiales año tras año, de las que el único mensaje audible lo era ese, el de la castidad (dentro y fuera del matrimonio) Mientras se declaraba y se propagaba a escala del planeta la plaga bíblica de abusos (y violaciones) de menores a manos de eclesiásticos

2. “Matilda”, el film por el que viene el escándalo en Rusia. Condenado por frivolidad blasfema (sic), en palabras del portavoz de la Iglesia Ortodoxa rusa. Un tabú espeso el que rodea la vida privada y sentimental del último zar, de antes incluso de contraer matrimonio con Alejandra Fedorodvna la futura zarina de todas las Rusias. Por obra y gracia de una sacralizarlo de su figura que trae consigo una revisión radical de la historia de la revolución rusa y de la guerra civil. Una iglesia divida por una doble memoria antagónica, de dos zares. Nicolás II el zar bueno y José Stalin, el zar rojo. El mártir que la iglesia ortodoxa canonizo y el verdugo con el que acabó reconciliándose tras el lanzamiento de la operación Barbarroja y la invasión alemana de Rusia durante la segunda guerra mundial (en 1941)

3. Efecto llamada en el Mediterráneo. Grito de alarma y pedido de ayuda desesperado del gobierno italiano. Tras el cierre de la ruta de los Balcanes -y la progresiva extinción de la guerra en Siria- Italia se encuentra en primera línea de frente de las olas de refugiados. La corriente viene ahora del África occidental, en particular de la Guinea (Conacry) y de Nigeria, el gigante de la región, una bomba demográfica que habrá multiplicado su población por cuatro en los últimos treinta años. ¿Mera fatalidad geográfica la embestida de la que Italia se ve víctima? Un efecto llamada sobre todo, de la postura del papa Francisco en la materia, secundado por la actitud irresponsable de las ONG puestas en la picota por instancias de lo más autorizadas. Viéndose acusadas de complicidad con las redes de pasadores y pateristas operando desde las costas libias. Un negocio (redondo) de la compasión rodando a todo rodar, que se habrá cobrado ya más de viente mil víctimas en lo que va de año. Con el aval bendito del papa de Roma

4. El cantautor catalán Luis Llach se habrá visto (a mi gran sorpresa) objeto de un articulo hostil en el periódico francés (de izquierdas) “Liberation”, “De cantante amenazado a diputado amenazante” Por culpa de sus recientes declaraciones anunciando ajustes de cuentas con los funcionarios destinados en Cataluña (“que tendrán que rendir cuenta de sus actos”) Un mito de pies de barro el cantautor separatista, lo mismo que su canción fetiche de protesta anti-franquista. ¿Gustaba la “Nova Cancó” entre la juventud madrileña de mi época? No lo creo aunque fuera casi lo único que se les vendía entonces. Cataluña, Pais de Gales y Bretaña, comparaciones odiosas. El nacionalismo céltico no es comparable -por la antigüedad de sus raíces- a los nacionalismos peninsulares. Por eso no conocieron el terrorismo ni en Francia ni en Inglaterra propiamente (no me refiero al Reino Unido, ni al conflicto de Irlanda del Norte, guerra de religión más que otra cosa) Y por eso sellaron finalmente pactos con nacionalismos de estado, como le ocurrió al nacionalismo bretón hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, en nombre de una tradición (de antiguo/régimen) de la antigua Monarquía francesa que entablaba lazos y alianzas directamente a través de la persona del soberano sin pasar por las instituciones. ¿Acaso es ese el sueño que acaricia el monarca actual? ¿Le será fuerte y pujante lo bastante a la hora de afrontar el nuevo jaque al rey en Cataluña? Así lo esperamos y deseamos