SEGURIDAD CIUDADANA LA LEY QUE NO CONSIGUEN ENTERRAR

A duras penas pero sobrevive. Los enemigos de la Ley de Seguridad Ciudadana no han conseguido enterrarla en la Cámara como era su deseo. Habrá una negociación -mayormente con los del PNV, lo ma civilizado de la oposición, hay que reconocerlo- conforme la nueva tónica que rige la política español desde el inicio de la presente legislatura. Signo de los tiempos. La indignación callejera no recobrará sin embargo la manga ancha de la que disfrutaron antes de la promulgación de esta ley en los tiempos de agitación y algaradas callejeras. Cuando se iban a comer el mundo, con la ayuda de lobbys extraneros influyentes, y de financieros de la oligarquía cosmmopolita sin muchos escrúpulos ideológicos (ni de otro tipo), que les conectaban gratuitamente, por ejemplo, a Internet vía wi-fi, en las acampadas de Sol y de las demás ciudades y localidades españolas. Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca los tiempos cambiaron y dejaron de soplar los vientos favorables a la indignación callejera que vinieron de allí precisamente, del otro lado del Atlántico . Por eso, todo pesado y sopesado, no nos parecen graves ni irremediables las reformas -a modo de concesión- que se prevén de la Ley de Seguridad Ciudadana. El precio de peaje inevitable en las circunstancias actuales de una ley bien venida e indispensable