Buena nueva pre-navideña, con paisaje nevado como el de un belén al gusto occidental. Los últimos rebeldes que permanecían aun en el sector Este de la ciudad acaban de evacuar hoy -a bordo de catorce camiones y cuatro autobuses- Alepo, y el ejército de Bachar el-Assad anunció haber asumido el control total de la ciudad. Cuento de invierno, de navidad, así suena a nuestros oídos la (feliz) noticia al cabo de tantos meses de guerra de propaganda. De una montaña de iunfdios y falsedades que se derrumba ahora como un castillo de naipes, tal y como lo ilustra el caso de la niñita de Alepo, mártir de vocación tal como nos lo venia vendiendo ensordecedoramente los medios occidentales -en particular italianos y españoles- y que aparece las últimas horas (como un conejito mágico, de la suerte) en brazos del mandatario turco Erdogan que parece así querer quitar hierro a la propaganda montada en torno a aquella, como una forma de pasar pagina de la ayuda que presto (durante años) a la rebelión anti-Assad...hasta el golpe de estado del que se vio blanco (el pasado 15 de julio) , y del que se salio ileso gracias al apoyo ruso de último minuto. Lo que viene a ilustrar a su vez el asesinato del embajador ruso a manos de un policía turco al que el régimen habrá acusado pertenecer a la red de militares anti-Erdogan que dieron el golpe
Explicándome a la opinión pública española tras mi autoexilio, con mis crónicas de Bruselas
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