jueves, julio 07, 2016

PERRO FLAUTAS ESPAÑOLES ¿POR QUÉ LES ODIAN FUERA?

Escena del film francés “Le Grand Soir” (la Noche de la Revolución) -del 2012- humorístico y con mensaje al mismo tiempo. El principal protagonista, un actor belga (en la foto), viene a encarnar el personaje del último perro flauta (sic) en suelo europeo. En lo que viene a ser una parodia (genial) de Mayo del 68 y de sus herederos o descendientes. ¿Hasta cuando tendrán que seguir haciendo el indio los jóvenes perro flautas españoles por cima de los Pirineos -en Alemania, en Francia, en Inglaterra- para acabar entrando en razón -y dejar de contagiar de su fiebre a otros, y de seguir ennegreciendo nuestra imagen fuera- y puedan ver por sus propios ojos que en la Europa democrática no atan los perros con longanizas (como ellos se piensan)
Juventud divino tesoro, escribió el poeta nicaragüense Rubén Darío. Y lo es sobre todo -aunque no sólo- por lo que encierra de esperanzas de futuro. En una obra “maldita” por la leyenda negra que arrastra, de autor decimonónico en lengua francesa, “Dialogo de Maquiavelo y Montesquieu en los infiernos” a la que las malas lenguas atribuyen un papel matricial o de causa ejemplar en la gestación de los celebres Protocolos de los Sabios de Sion, se denunciaba el poder omnímodo que podían acabar alcanzando en las sociedades occidentales -y en particular en Francia donde se centraba el análisis del autor, durante durante el II Imperio- ciertos aventureros encaramados en el poder, trasuntos literarios en la mente del autor del panfleto de Luis Napoleón (Napoleón III)- maestros consumados en el arte de control de los medios y de manipulación de la juventud a través de aquellos.

Corruptio optimi pessima, reza el adagio de los clásicos. Juventud manipulada, horresco referens! ¿Habrá algo más desazonante, más descorazonador y desmoralizador y deprimenteá Y un ejemplo reciente de manipulación juvenil nos lo ofrecería a los españoles la erupción del movimiento indignado del 15-M, y el eco propiamente apoteósico que encontrarían en medios nacionales y extranjeros (a escala del planeta) El 15-M fracaso, su sucedáneo -de indignados dentro de un orden- que vienen a ser los de Podemos, acaban de morder el polvo de la derrota en las últimas elecciones, pero como una secuela fatal de su fracaso y su derrota, se habrá producido un fenómeno de lo más contristante en los últimos años, sobre todo para aquellos a los que la suerte nos habrá deparado deber presenciarlo o seguirlo mas o menos de cerca por residir fuera, léase por cima de los Pirineos.

Y me estoy refiriendo a la diáspora -sin duda numéricamente exigua pero no menos importante y significativa- de jóvenes indignados españoles en algunos países europeos, y en particular en naciones punteras como Francia, Alemania y sobre todo en Inglaterra. Y viene a cuento sobre todo de un reportaje acabado de publicar en un semanario digital incorrecto que me ha merecido aquí criticas en algunas ocasione pero que se merece mis respetos por lo certero y oportuno y clarividente y también documentado de uno de sus artículos que lleva por titulo (elocuente y esclarecedor en extremo) ¿Por qué los jóvenes perro flautas españoles empiezan a ser tan odiados en toda Europa?

Y en el se hace alusión a algunos incidentes reveladores en extremo, como el que ocurrió hace poco en las inmediaciones de la estación de Colonia donde dos jóvenes españoles -yno la chica que les acompañaba- se vieron agredidos, a manos de otros jovenes rusos, hinchas futbolísticos. Víctimas de racismo y de xenofobia, así quisieron vendérnoslo en los medios españoles (sin éxito en el que esto escribe, que no se trago el anzuelo). Y ahora, por el reportaje en cuestión, nos enteramos del dato revelador -más que creíble (y perfectamente presumible)- que el motivo real de la agresión lo fue que los (tres) jóvenes perro flautas (anti-sistema) españoles se habían dedicado a llenar todo el barrio de la estación, donde se vieron agredidos con pegatinas que rezaban “en nuestra aldea, a los fascistas se les patea”

Y me vienen a la mente las escenas que presencié hace algunos días en Bruselas, en el barrio de Ixelles donde resido, donde hizo irrupción de pronto, al atardecer, una manifestación de unas decenas de jóvenes radicales anti-sistema -de extrema izquierda- entre los que por el aspecto físico y por algo de fisonómico inconfundible -e indefinible- deduje que debían encontrarse no pocos jóvenes españoles, de los de la diáspora actual u oriundos surgidos de la emigración de los sesenta, agresivos en los ademanes y en la expresión y vociferantes, la mayoría muy jóvenes (ellos como ellas), gritando eslóganes parecidos al de Colonia “Pas de fachos dans nos quartiers! Pas de quartier pour les fachos (¡al fascismo guerra sin cuartel! ¡fuera fascistas de nuestros barrios!)

Lo que me dejó un poco de piedra, y no poco intrigado , porque era algo que no recordaba haber yo visto en ese barrio de Ixelles -que no es un barrio obrero-, prácticamente nunca en los ya largos años que en él llevo residiendo -si acaso alguna vez por el centro (turístico) de Bruselas-, y sobre todo por esa dialéctica -de “barrio”- que aquí en Bruselas (o en Bélgica) no se lleva ni siquiera en relación con los barrios mas marcados por la emigración no europea (léase musulmana), recién importada (se diría) de Vallecas -me refiero (sólo) a algunas de sus zonas más irredentas-, o de algún que otro barrio obrero de la periferia madrileña, caladeros de votos de antiguo -en vías de extinción- de izquierda y de extrema izquierda.

Pero sin duda lo mas ilustrativo del reportaje que aquí comento los son las reacciones que los indignados perro flautas españoles parecen estar cosechando en Inglaterra, a raíz del Bréxit y de la actitud beligerante -y entrometida- que habrán observado en el tema. Un asunto interno de los ingleses, el Bréxit a fin de cuentas, como lo fue para ellos (hay que reconocerlo) la guerra civil española. Lo que explica la irritación y animosidad creciente de algunos ingleses hacia ellos, más que justificada. ¿Por qué se meten?

Y se puede legítimamente especular, es cierto, si esos incidentes (aislados) que tanta difusión habrán tenido en los medios españoles, y en concreto una pintada en el colegio español -de los hijos de los allí residentes (descendientes nota bene de los emigrantes de los setenta algunos de ellos)- no sean más que la consecuencia de esa actitud beligerante de los jóvenes indignados españoles -o de otros u otras un poco menos jóvenes (¿paniaguados del Labour, como tantos emigrante/españoles en Bélgica del partido socialista francoófono?)- que allí afluyeron , después de haber dado la espalda olímpicamente a la España de Rajoy (como ellos dicen) y contribuyendo así -por si nos hiciera falta- a ennegrecer (un poco más) la imagen de España (a secas) por cima de los Pirineos.Un subproducto (más) de guerra civilismo esa (pequeña) diáspora de jóvenes españoles perro flautas,

Y tal vez sea mejor que los repriman un poco por ahi fuera, en particular su libertad de movimientos -como lo están reclamando en Rusia- de la que tanto hacen gala (¿de donde sacan si no el dinero para tanto desplazamiento?) en vez de ir contagiando Europa a través, a otros jóvenes de su fiebre -extranjeros o españoles residentes fuera como ellos (con su rollo transgresor y su estética anti-sistema)- y acaben entrando en razón y serenándose cuando vean que se les ha acabado el rollo, y vean también por sus propios ojos que que en la Europa democrática de por cima de los Pirineos no atan los perros con longanizas, como ellos se lo pensaban. He dicho, sin acrimonia

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