¡Muñeca de porcelana!
“¡No me toques que me rayas!”,
es lo que en ti leí siempre
en tus ojos, en tu cara
hasta que me puse a leerte
entre líneas, por las bravas
como se lee a una mujer
(lo que piensan, lo que traman)
y acabé por descubrir
lo que tanto me ocultabas,
esa mente de mujer,
¡de mujer antes que nada!
que sabe e intuye mucho más
del mundo y sus humoradas,
de la vida, de los hombres
que una muñeca mimada
sin dejar de serlo ella
de noche o por la mañana,
muñeca y a la vez tigresa
¡adivina adivinanza!
Que sabe ser tan fría y cruel
y suave y delicada
y amante y tierna a la vez
según como vengan dadas
y fino y rompible cristal
de Bohemia (o de Carrara)
y áspera y basta a la vez
en sus "fases" más prosaicas
¡Oh misterios de mujer,
de sus cuerpos, de sus almas,
entre la noche y el día
y entre el “Das Sein” y la Nada!
Fingiendo ignorarlo todo
del Amor cuando más aman:
inocencia y a la vez temor
de los hombres (en la cama)
¡Qué temor ni cuentos chinos!
Que mujer no teme (amaña)
y cuanto más indefensa
más se crece y agiganta
(más aguanta imperturbable
mas resiste...y más se traga)
Así es el alma femenina
¡No me digas camarada!
(me sopla el duende al oído
soltando la carcajada)
La vida me lo enseñó,
sus embustes y coartadas
que tuve que ir sorteando
al cabo de mi “jornada”
en busca del Amor (de Amor)
de esa diosa despiadada
que irrumpe y se esconde (¡oh no!)
se desnuda (o se disfraza)
¿Quién eres, qué te trae mujer,
irrumpiendo en el café sola,
joven, con cara de niña
subyugante y misteriosa?
De alguien que a dónde va sabe,
que halló su camino airosa
¿Camino real princesa
o una vía dolorosa?
Tú sola tienes la llave
del acertijo, preciosa,
de salir fuera y distinguir
las espinas de las rosas
Enigma de los enigmas
juego de dioses (y diosas)
que hace perder la cabeza
al igual que una peonza
como así ocurrió a aquel sabio
que buscaba -¡ay qué cosas!-
el Graal (piedra filosofal)
en aquella sombra hermosa,
en el fondo de unos ojos
donde se sintió en la gloria
¿sepulcro del Santo Graal
o “oubliette” afrentosa?
Y se llevó con él la llave
de la mujer misteriosa
en el viaje sin retorno
por el Valle de las Sombras
del reino de la locura,
viaje sin ida/y/vuelta
como infierno de la biblia
que no infierno/de/la/tierra
Y a eso yo no me arriesgo,
aunque me gustes, preciosa,
aunque me extrañen e intriguen
tus vuelos de mariposa
Te dejo con tu secreto
linda vestal, bella y sola
hasta que al fin te decidas
a ser tú, ninfa azul ¡Loca!
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