RETIRADA RUSA EN SIRIA ¿VERDAD O MENTIRA?

Aterrizaje el pasado mes de diciembre en la base aérea rusa de Hmelmin -al sur de Lattaquía- de un avión de ataque a tierra Sukhoi (Su-25), gran estrella de la intervención rusa en la guerra en Siria. La retirada de las tropas rusas acabada de anunciar no parece que vaya a afectar a esa base aérea -ni por supuesto a la base naval de Tartús, la única de que disponen los rusos en el Mediterráneo- ni al dispositivo anti-misiles (S-400) instalado por aquellos que pone al territorio controlado por las fuerzas del régimen a salvo de ataques eventuales de la OTAN. Ni tampoco parece estar afectando al avance de las tropas del régimen en la zona de Palmira en las ultimas horas, actualmente bajo control del EI y a punto de verse reconquistada por el ejército sirio

Vladimir Putin acaba de sorprender a propios y extraños anunciando una retirada de las tropas rusas de territorio sirio. ¿Verdad o mentira? Es lo que los comentaristas de la prensa global llevan, devanándose los sesos, intentando descifrar desde que la retirada se hizo publica.

La jugada del presidente ruso ofrece todos los visos de una retirada estratégica es verdad, con vistas a evitar la repetición del error del escenario afgano (comparaciones odiosas) El mandatario ruso buscaria así a evitar una intervención terrestre turca y saudí -el polo suní del mundo árabe musulmán- en la guerra siria, algo, de consecuencias y alcance imprevisibles caso de producirse.

A un mas alto nivel en el análisis, se comenta que el mandatario ruso se vería preso del fantasma (sic) de la guerra fría, buscando a toda costa volver a la situación estratégica anterior a aquella, y en definitiva al orden internacional bipolar que selló la paz (ruso/americana) de Yalta.

Una estrategia pues la suya, no forzosamente coincidente con la de su aliado el presidente sirio Bachar el Assad, y de hecho la prensa global viene especulando en los últimos días de desavenencias y disensiones entre ambos mandatarios. ¿Cortinas de humo todo ese tipo de especulaciones?

Lo cierto es que la situación sobre el terreno tras la intervención terrestre rusa de los últimos meses habrá dado un vuelco espectacular a favor del presidente sirio y de su régimen, ahuyentándose la amenaza inminente que pesaba hasta hace poco sobre Bachar y su régimen.

Por lo que se refiere el alcance exacto de la retirada rusa, en particular en materia de armamento, lo sobrio y hermético de la información procedente del Kremlin no aclara mucho, pero parece claro que el sistema anti-misiles S-400 que pone al territorio sirio al abrigo de eventuales bombardeos de la OTAN sigue en pie sobre el terreno y que la principal base aérea de los rusos (de Hmelmin) en territorio sirio escapa a los planes de retirada.

Y si parece cierto que rusos y sirios discuerdan cuanto a la oportunidad de llevar el conflicto a la zona oeste de Siria actualmente ocupada por el EI, no es menos cierto que justo en visperas del anuncio de la retirada rusa, se daba la noticia que las tropas sirias -a favor de los raids continuos de la aviación rusa- habían alcanzado posiciones claves en la zona de Palmira, actualmente ocupada por el EI y llave principal de acceso a la frontera iraquí, concretamente hasta unas alturas a cuatro kilómetros de la ciudad, que se encontraría a partir de ahora al alcance de las tropas del régimen.

Y la vuelta al redil (de la civilización) de Palmira y sus ruinas seria a fe mía un signo mayor de la evolución del conflicto, mientras se abren nuevas ronda de conversaciones de paz en Ginebra