Un « descensum ad inferos »
el del poeta, del profeta
en pos de las altas cumbres,
proyectando su alma al cielo
Poesía arte de seducción
¡Dios qué raro misterio !
el Gran Poder del Poeta
(visionario y mensajero)
De amaestrar a las masas,
de conducir al infierno
(como dijo el sabio hindú)
con él a sus propios pueblos
¿O será un viaje distinto
por los infiernos terrenos
que sirvieron de inspiración
al Viejo Infierno (obsoleto) ?
con billete de ida y vuelta
a través de un mar desierto
de los que al final se vuelve
aunque sólo un pequeño resto
« Residuum revertuntur »
cantó el profeta (en hebreo),
ecos de eterno retorno
(de los vivos y los muertos)
Todo al final vuelve (a nós)
hasta los traumas -ya viejos,
pero ya viejos amigos-
o viejos amores ¡Cielos!
en una gran danza cósmica
¡oh gran ley del universo !
que nos saca del olvido
del Baúl de los Recuerdos
En carne y hueso (en persona)
mejores aunque más viejos,
o en los clones de uno mismo
que acaban siendo los nuestros
Así te esperaré a ti yo
sentado ¡oh dulce sueño!
hecho realidad ¡Y serás !
¡Aunque se hundan los cielos !
Y aunque la tierra se abra
tragándose a malos y buenos
en las cribas de la Guerra,
Diosa Madre de los pueblos !
Que al calor sucedió el frío
¡oh mito del calentamiento !
al cabo de cada ciclo
¡carrusel del universo!
Lo que me viene a la mente
casi sin créer lo que veo
viendo nevar en la calle
mientras escribo estos versos
¿Por qué el calor nos deprime
y enfría a partir de un momento
y el frío da aliento en cambio ?
¡Misterio de los misterios !
De una memoria de vuelta
re exhumada, de los nuestros,
de una época glacial
¡La de los siglos aquellos !
De una sangre caliente
en pleno hervor ¡puro nervio!
y transportada a tierras frías,
de ahí el humo ¡y aquel fuego !
Quo no se provoca impune,
sin despertarles del sueño
-como escribe un buen amigo-
a los héroes, a los muertos
A aquellos Tercios de Flandes
¡Sea bendito su recuerdo!
(Cuando apareces, te vas
Y ahí estás…si no lo pienso)
Qué tiene tu cuerpo mujer
que no puede estarse quieto
si no te miran (con mimo)
más de un minuto ¡ni eso !
Si no se te coge al vuelo
con la vista (y un susurro)
Y entonces, sí, te echas a volar
¡Mariposa de amarillo!
Al rededor de tu presa
Loco por ti, mi amor ¡Ido !
de tus risas, de tus muecas,
de tu pelo, de tus rizos
Arte (magno) de la espera,
de charlar consigo mismo
la de cazar mariposas
buscando el momento oportuno
cuando menos me lo espero
en lo imprevisto, en lo oscuro,
cuando se hace la luz
del brillo de un pelo rubio
En la noche agonizante
en el café moribundo
sólo, triste, anodino,
vacío de ti, amor mío,
en la hora moribunda
sin brujas ni un duende amigo
sin luz ni sombras de ensueño
¡tan mustia sin ti, cariño !
Pero no dejo la pluma,
me empecino en lo que escribo,
esperando el amanecer
solos tú y yo en este mundo
Sin moscas y sin avispas,
sin voces ya y sin gritos
cuando todo quede ya claro
entre los dos -¡ven!- de un guiño
y ni palabras de excusa
o perdón sean ya preciso
cuando asomes por la puerta
suave, como un suspiro
cuando te dejes de una vez
de líos y disimulos
y seas lo que eres ¡Mujer !
¡Y así cumplas tu destino !
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