Guerra civil interminable en los espíritus y en todos los sectores de actividad y en todos los aspectos de la vida cotidiana, de los que el mundo de los libros no es una excepción ¡estaría bueno! Unos tanto y otros tampoco. Los unos -los buenos- trepando ellos y los suyos desde hace ya tanto a costa de los malos y por cuenta de la democracia: los padres y los abuelos en la aceituna si se presentaba y los hijos y los nietos en cambio con ganas y aires de ir a comerse el mundo y firmando como locos (hasta no hace mucho) hipotecas inmobiliarias. Otros en cambio, consumiéndose (consumiéndonos) –por cuenta del pasado que no pasa o de la leyenda (negra) que les acompaña-, royendo exclusión social y profesional o (además) chupando exilio (o auto exilio) Ochenta (y Tantos) Años de guerra civil ya está bien ¿no? Tres tazas llenas ya del cuento interminable de buenos, y de malos léase de “faschah” o “jodíoh faschah” (con el acento –de Jaén- inconfundible) ¡Basta ya de censura anti-fascista en el mundo de los libros! Ya sea en la Cuesta de Moyano, ya sea en el barrio de Argüelles (y Moncloa, junto a la Universitaria)No hay que ser conspiranoico -aunque prestemos fatalmente el flanco a que nos acusen de ello-, si decimos que uno de los resultados más llamativos –y también significativos- de la elecciones del pasado domingo y que se habrá cubierto por un tupido velo (y un espeso tabú) lo habrá sido el descalabro de Podemos –léase de los podemistas y de sus diferentes “marcas”- en Madrid (léase el casco urbano de la capital de España) que las informaciones y noticias del recuento electoral cubren o esconden suavemente sirviéndose del equívoco al que se presta la doble significación semántica del nombre de Madrid (Madrid ciudad o Madrid provincia, y esgrimiendo sobre todo los resultados en esta última.
Y está claro que el peso y la importancia en todos los órdenes –político y administrativo incluso- de Madrid (capital) excede con mucho al de la provincia y comunidad autónoma del mismo nombre, aunque no lo sea en términos de poderes autonómicos. Y un breve pase en revista a los resultados en la aglomeración urbana de la capital de España pone en entredicho el mito de una capital madrileña ganada a los vientos de cambio que vienen haciendo soplar (laboriosamente) ciertos medios así como las instancias del ayuntamiento de la capital de España desde la llegada de la nueva alcaldesa.
El mapa de la capital madrileña “se habrá vestido de azul” Como lo glosa elocuente en extremo el diario digital “20 minutos” (fuera de toda sospecha. Sólo distritos (más o menos) periféricos, como Usera, Puente de Vallecas, Pueblo de Vallecas, Vicálvaro, se habrán vestido de morado (un eufemismo) en las elecciones del pasado domingo.
A añadir por cierto –curándome en salud de inmediato- el distrito Centro que no es propiamente representativo sino mas bien engañoso en la medida que más que un distrito con personalidad propia es un conglomerado de barrios o sectores urbanos con personalidad propia, o se s se prefiere algo así como un cajón de sastre en el que conviven zonas tan política e ideológicamente tan dispares como Puerta del Sol y aledaños -que acabaron expulsando de su seno a los indignados y perro flautas del 15-M en un espacio de dos meses apenas -, junto con el barrio de Malasaña –emblemático de la movida madrileña de hace treinta años- y en el que conviven que me diga forzosamente cohabitan okupas y perro flautas con madrileños (castizos) absolutamente honrados y perfectamente respetables.
Héroes del Diez de Agosto (en Sevilla) Entre ellos, el general García de la Herrán, de paisano en la foto. Cayó muerto víctima del bombardeo de las guarniciones de Carabanchel que él acababa de sublevar, la madrugada del 19 de julio del 36, por la aviación republicana proveniente del aeródromo de Cuatro Vientos. El papel de la Aviación en el fracaso del Alzamiento en Madrid fue comparable –por lo funesto y lo decisivo (y por los espesos tabúes de los que se vio rodeado hasta hoy)- al de la Guardia Civil de Cataluña en la derrota del Alzamiento en Barcelona. El General García de la Herrán es ahora uno de los chivos expiatorios de la ley de la memoria histórica, por la calle que ostentaba su nombre en Carabanchel, uno de los distritos periféricos de la capital de España tradicionalmente de izquierdas- que habrán votado en contra de la Carmena (y a favor del PP) en las elecciones del domingo. ¿Qué piensan los vecinos del barrio?El resto de Madrid habrá votado no tanto a favor del PP como en contra de todo lo que la alcaldesa actual representa, la alcaldesa y los partidarios y adeptos o corifeos de la alcaldesa. Incluso barrios bajos (castizos) o de la periferia, tan emblemáticos como La Latina o Arganzüela, o Carabanchel, o Moratalaz y San Blas incluso, emblemáticos antiguamente de lo que se convino en llamar el cinturón rojo madrileño.
Incluso en el llamado Madrid Sur, bastiones socialistas de antiguo se vean anegados por la marea “azul” (para entendernos) del pasado domingo como Leganés o -en la periferia Este- un municipio tan emblemático como Rivas Vaciamadrid -de un punto histórico (de la historia de la guerra civil) incluso-, regido de antiguo por Izquierda Unida y domicilio (habitual) de la antigua novia de Pablo Iglesias.
Trágala. La consigna urgente a lo que se ve, emanada de la Alcaldía (podemista) tras el varapalo del domingo. Por paradójico o desconcertante que parecer pueda. Y como lo ilustran los cambios en el callejero madrileño que acaban de ser anunciados dos días transcurridos de las elecciones apenas. Señal de la obstinación guerra civilista –tan fanática- que mueve al nuevo equipo del ayuntamiento, y botón de muestra a lal vez del fracaso (polvoriento) del partido popuar a la hora de frenar o congelar siquiera la aplicación de la ley funesta de la memoria.
Como lo muestran los argumentos tan endebles (y acomplejados) de la portavoz de la oposición en el pleno municipal de fin de año -¿por lo de año nuevo vida nueva o por lo de a año viejo una memoria aún más vieja?- que habrá adoptado la medida (primera de la serie que se nos anuncia)
No sólo en Madrid los pablemos y cía son sectarios e ignorantes...
ResponderEliminarEn Oviedo proyectan dar el nombre de NELSON MANDELA a la Plaza de la Gesta, que es un entorno monumental en la zona más noble de la ciudad...
Y ya quitaron en Oviedo la calle de la Division Azul y una estatua al libertador de la ciudad en 1936, TEJEIRO...
¿Qué se puede esperar de una "gente" que mientras hace demagogia "asturianista" quiere dar el nombre de una plaza emblemática a alguien cuyo partido practicaba el asesinato de ciudadanos blancos mediante el procedimiento de colocarles al cuello un COLLARIN (es decir un neumático de rueda de coche) al que prendian fuego...