“El odio violento es la manera más pacífica que tiene de expresar su amor un marido, un amante, un enamorado”Memoria histórica. La Carmena vuelve a la carga. Para dos días después de las elecciones tienen previsto sus colegas y camaradas del ayuntamiento el lanzamiento (oficial) de un Plan Integral (sic) de la Memoria –dentro de otro plan (integral) de Derechos Humanos-, que proyecta limitar el callejero del menor vestigio del pasado que hay que obrar (a lo que parece) a toda costa de la memoria (1939-1975)–el año nota bene en el que se fue de España para no mnucna mas volver (de forma definitiva) el autor de estas líneas- y dar nuevos nombres que me diga viejos y más que viejos de la guerra civil –y de todo lo que nos llevo los españoles a desembocar en ella, sometiendo el todo a un proceso de elaboración y discusión ciudadana.
“A uno la violación le parece el estado natural/sexual del hombre (...) El violador del Ensanche (...) llevaba navaja para persuadir a sus víctimas, si es que puede llamarse así a la beneficiaria de un polvo inesperado, azaroso, forajido y juvenil (...) La hembra violada parece que tiene otro sabor, como la liebre de monte. Nosotros ya sólo gozamos mujeres de piscifactoría”
“Nos lo dejó dicho el árabe español con alma de nardo: 'Azota a tu mujer todos los días, que ella sabrá por qué' Un poco machista, el dicho, pero a los árabes tenemos que disculpárselo todo, porque son nuestros espónsores de Platón, de la arquitectura y de tantas cosas”
“La Tani ha sido condenada a 14 años de cárcel por matar a su marido, que la sometía a malos tratos (...) El movimiento popular a favor de la Tani está muy bien, y los hombres debiéramos hacer algo semejante cuando un marido, tras dejarse los cuernos contra una puerta, se mantea a la santa en plan jarrapellejos. Como dicen los árabes, ‘ella sabrá por qué’. De todos modos, uno cree que lo más civilizado y pacífico es tener otra de repuesto”
¡Eterno Umbral! ¡Por los siglos de los siglos! En destellos inmarcesibles como ese. Él nos marco el camino: de la transgresión, sin violencia ni maltratos, ni inhibiciones ni complejos tampoco. Y que me perdonen las feministas y las celadoras de la memoria de la feminista comunista esa a la que quieren ahora poner ahora -quitándosela a los héroes de Belchite- una estatua (creo) en Arganzüela barrio/bajo madrileño, que como todo el Madrid Sur no es solo bajos/fondos (digan los que piensen, piensen lo que piensen la Carmena y los secuaces o adeptos de la Carmena)
Y buceando en el trasfondo de la noticia habré tenido por fuerza que adentrarme en ese laberinto (sinfín) de organigrama de poderes político/administrativos –de “aéreas” y de juntas” y comisiones sin fin (presumo) - que habrán acabado cubriendo de una red tupida espesa la geografía urbana madrileña tras cuarenta años de democracia. Siete de las juntas de distrito –algunas de ellas el Madrid Sur y otras del Madrid Norte pero que guardan aun vestigios potentes de un atavismo guerra civilista (de clase obrera) –como Aravaca, el pueblo de Fuencarral, o el barrio de Tetuán (de las Victorias)- de las diez y seis (de un total de veintitrés) donde se voto a propuesta, la vieron aprobada, del resto no reza (nada la noticia en los medios (…)
Y lo más llamativo tal vez en las explicaciones del portavoz de la alcaldesa Carmena, lo habrá sido la propuesta que se vería incluida en el mencionado plan de cambiar una de las calles del distrito de Arganzüela –emblemático en extremo de ese Madrid de barrio bajos (y de bajos fondos) que se va hundiendo por la parte de atrás del casco urbano de la ciudad en la hoya que forma en esa zona de Madrid el rio manzanares, cercana o contigua justo en la otra orilla de otro distrito que habrá votado a favor –su Junta me refiero) de la propuesta guerra civilista, contiguo a su vez a esa zona de la orilla derecha del Manzanares -tierra de nadie, no man’s landa, tierra de promisión de quinquis y de gitanos y de fugitivos y de perseguidos y de vencidos de la guerra civil en los años de la inmediata posguerra- que Umbral convierte en escenario favorito de una de sus noves guerra civilistas más beligerantes y más polémicas, “Madrid 1940”
Y es la de cambiar una calle de ese típico barrio madrileño –tan auténtico y tan señero a pesar de su problema de imagen (como el de toda esa zona Sur de Madrid, de “barrios bajos”)- dedicada hasta ahora a la batalla de Belchite, y rebautizarla con el nombre de una dirigente comunista madrileña, de apellido Doña (Juna) convertida – acorde a sus propias confesiones- al feminismo en la posguerra. Me he estado zambullendo en la biografía (somera) de esta figura emblemática de los vencidos de la guerra civil, cargada o preñada (a su pesar) de lecciones y de moralejas. ¿Un pos marxismo el feminismo como lo es también -tal y como ya lo tengo aquí abundantemente expuesto y explicado- el integrismo islámico? Todo apunta en ese sentido.
En estas entradas y en las que publiqué en mi blog hoy desaparecido de Periodista Digital evoqué y analicé y bauticé por mi cuenta y riesgo de “rebelión de mujeres” –en una evocación de lo que Ortega y otros con él llamaron la rebelión de las masas- como un reto o desafío (y signo mayor a la vez de nuestro tiempo) que había que saber asumir por completo, sin dejarse intimidar tampoco por las asechanzas y los chantajes del llamado movimiento feminista, ni dejarse acometer por las inhibiciones y los a priori y los complejos.
Umbral nos marcó (a su manera) el camino, con unos exabruptos literarios tan geniales –y a veces desternillantes- como inofensivos, que le granjearon enemistades feroces e implacables y también una empatía y un apreció y una simpatía y admiración irresistibles -y una lealtad también (doy fe de ello) inquebrantable- entre la gente femenina (como los franceses dicen)
La comunista madrileña a la que aludo más arriba –una especie de pasionaria menor entre los devotos de su memoria- siguió, por lo que leo ahora de ella a toda prisa en la red, haciendo la guerra por su cuenta en la posguerra inmediata, y reprendiendo incluso en el años de gracia del 44 nota bene la lucha armada que acabó dando con sus huesos en la cárcel, y la proyectarían mas tarde por las rutas del exilio, y que entre tanto la llevaría hasta el borde del paredón de la que le salvo por lo que cuentan, nada menos que Evita Perón con ocasión de su visita a España lo que ya da una idea o un señal premonitoria del nuevo signo de su trayectoria a partir de entonces, y de la nueva fe el feminismo que acabaría abrazando sin dejar de creer en su fe comunista, como una creencia supererogatoria (se diría) de las muchas que florecieron durante siglos en los países como España situados en la órbita del catolicismo (romano) Conflicto entre feministas podemistas y socialistas PSOE(s) más o menos “machistas” para entendernos. ¡Vivir para ver fantasmas míos!
¿Más que un simple malentendido, el contencioso en el que ambas corrientes de la izquierda parecen enfrascado por cuenta de la Ley (funesta) de la memoria y de sus tentativas de aplicación, tan escasas y tan escasamente logradas hasta ahora? Por ahí andan los tiros, se me antoja
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