domingo, marzo 29, 2015

Oda a un Mundo Feliz (poesía en domingo)

¡Qué flash Brujas de noche (Brugge)!

Cuando el tiempo da marcha atrás
por arte de magia (en un tris) 
al encuentro de un pasado
que se quedó a dormir allí,
y las sirenas despiertas
te piden quedarte (a morir)

(Igual que cuando llegaste
¿Te acuerdas Juan? ¡Claro que sí!
Una mañana de marzo,
de frío de invierno y luz de abril)

Y todo el tiempo pasado ya
se echaba encima de mí,
me estrechaba y me encogía
siempre pensando en tí,
deambulando allí de prisa
a oscuras -llegar (sólo) y partir-
entre luces y entre sombras,
siempre de paso, ir y venir,
en el filo o en el puente
(brug) de dos mundos, Norte y Sur
y en la penumbra de una vida
¡que la mía transcurrió así!

En un país tan chico (y bello)
de un lado a otro, de aquí a allí
sin poder ahogar del todo
ese ansia, ese frenesí
que me llevó tan lejos
-de aullar, de poner fuera de sí-
cuando mi mundo se hundía
y grité y grité, yo sólo, sí
y no me arrepiento, mujer,
y lo haría otra vez ¡Y mil!
Y el tiempo me dio razón ¿sabes?
Porque dije verdad y no mentí
en el dilema, en el trance aquel
de morir o hacerme oír

Y ahora cuando ya veo claro
y todo se me hace luz
del pasado y del presente
-¡misterios de guerra civil!-
me lo digo yo a mí mismo
y también te lo digo a tí:
no puedo renegar de ello
¡Porque di lo mejor de Mí!

Lo que yo te ofrezco ahora
y lo que te daré ¡sí o sí!
bella altiva e inaccesible
como mujer del Gran Visir.
Un futuro sin nube y sombras,
un nuevo/mundo, un mundo feliz
cuando se acabe esta guerra
en la que yo nací y crecí
y el mundo en torno nuestro
se ponga a brillar y a reír
y ese anhelo hondo de paz
que arrastro hondo y sin fin
triunfe de las mentiras
que tanto me hicieron sufrir


No te hablo de Amor ¡oh no!
tampoco sé yo de eso,
te hablo de tí y de mí
de lo que por tí yo siento

Te hablo de lo que me inspiras
cuando te hablo o te veo
cuando me hablas de cerca
o te cruzas a lo lejos

Tú que me hiciste suspirar
y sentirme un pobre tipo,
que me hiciste tanto soñar
¡Como nunca hubiera creído!

Tú que me ayudaste a vivir
siempre en la brecha y en el filo,
en la cuerda floja ¡Mi vida!
Entre troyanos y tirios,
entre tragedia y comedia,
solo a merced del destino

Tú que me hiciste olvidar
el tiempo que pasa (en sigilo)
y esperar la salida del sol
al cabo de los tumultos

Tú que me enseñaste a pensar
en tu lugar, los dos juntos,
y a ponerme en tu sitio a veces
y a hacerme cargo ¡Cariño!

Tú que me hiciste descubrir
en el Arcón del Olvido
una poesía del Amor
de otros tiempos (¡sean benditos!)

De la que el mundo ha menester
como el comer el mendigo,
y por eso se pierde y se hunde
sin encontrar su camino

Todo un mundo el que te ofrezco
Amor, ves, el alma en vilo
solo en el orbe mundo
desorientado y perdido

Cuando llega la hora bruja
de los poetas malditos
que cantan Verdad y Dolor
entre mil duendes nocturnos

Con la herida en llaga abierta,
de un amor tierno y herido
que se cuece al fuego lento
del deseo de tí ¡Amor mío!

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