viernes, diciembre 19, 2014

ALUNIZAJE EN GÉNOVA REFLEXIÓN URGENTE

El autor (frustrado) del atentado contra la sede del PP. “Empresario” era sin duda –de cómo lo presentaron en el primer instante los medios- su sueño (inalcanzable) Su realidad es la de un desempleado ya no tan joven, con problemas psiquiátricos, y con antecedentes policiales e  hijo de un antiguo concejal del PSOE ...alcalde que me diga de su pueblo (con Zapatero), de la provincia de Teruel, Bronchales, en zona nacional durante la guerra. No creo en las meigas pero hay las. Y el gorro que ostenta en la foto tira para atrás a guerrillero del maquis o a dinamitero anarquista de la guerra civil (del 36) Zapatero barrenó los puentes de la convivencia con su ley de la memoria/histórica y lo que venimos presenciando después no es el diluvio (del todo) pero sí una voladura programada de la Paz Social y del Orden Publico
La redes sociales podrán arder (sic) todo lo que quieran de chistes (incendiarios) las horas que corren intentando quitar hierro al ataque del que la sede del PP se habrá visto blanco a manos de un individuo presentado en los primero momentos en los medios como un empresario arruinado (sic) Maldita la gracia. Aprendiz de empresario –o de brujo- más bien, y en materia de explosivos, acorde a los datos que se viene filtrando sobre este asunto.

El coche con el que practicó el alunizaje contra la sede de Génova iba cargado –leo de corrido en los medios- de una sustancia inflamable (varios sacos de abono industrial de la marca Afós), gasolina, quince kilos de amonal, una fiambrera con temporizador que estaba programado para quince minutos después y dos bombonas de butano (dos). Suficiente para hacer volar la sede y la manzana entera con ocupantes y transeúntes. ¿De qué se ríen pues en las redes sociales? Se ríen de nosotros, sí, de los que no nos reímos con las cosas serias.

Todo un síntoma de la situación de guerra civil larvada –y en camino de reencenderse de nuevo- que desde hace un rato vengo denunciando en estas entradas. Dice el aprendiz de terrorista -a toro pasado- que “lo mismo podría haber hecho en la sede de otro partido”, o en Moncloa (sede del gobierno) Y el escepticismo ante sus palabras se impone a medida que se van sabiendo datos suyos personales y familiares, antecedentes psiquiátricos y penales, y la circunstancia nada trivial de tratarse del hijo de un regidor –se supone que concejal- de su pueblo (provincia de Teruel) que ejerció las funciones de 2003 al 2007, por la filas del PSOE.
Enrique de Diego con los indignados del Sol en vísperas de la gran manifestación nocturna de sábado 21 de mayo del 2011 que se convirtió en la asamblea fundacional –y constituyente- de la movida aquella. “En Sol bailando con perro flautas”, escribe él mismo evocando su presencia allí y entonces. ¿Fue iniciativa suya o de Julián Ariza, patrón de Intereconomía? Como sea, el suyo fue un papel de comparsa mas que otra cosa, como parece venir a confirmarlo con las posturas de un radicalismo extremo que viene defendiendo últimamente y en las que viene coincidir y a hacer el juego a los de Podemos, un subproducto del 15-M en resumidas cuentas. Y también con la cobertura irresponsable que viene ofreciendo en Alerta Digital el diario de internet donde colabora en la actualidad a la ola de protestas violentas y algaradas callejeras que se vienen sucediendo en las ciudades españolas precisamente dese la eclosión del movimiento indignado. Comparsa de perro flautas, no parece que quepan dudas salvo prueba en contrario ¿Pero por cuenta de quién? ¿De la Casa Blanca, del Estado de Israel? Que conste que si se explica –como él bien sabe (y por el bien de todos)- no he dicho ni mu. Paz donde hubo guerra y aquí no pasó nada
Por supuesto que el presidente de ese partido se ha apresurado a condenar el hecho, no es óbice que la tentativa de atentado –cómo llamarlo de otra forma- no deja de ser más que un botón de muestra de esa psicosis anti-PP latente de antiguo, desde los atentados del 11-M, en un sector de la opinión publica y que viene exteriorizándose in crescendo en los últimos años, apoderándose de mentes sanas o a fortiori menos sanas, como en el del caso que nos ocupa. Recientemente el antiguo ministro del interior Jaime Mayor Oreja habrá denunciado un frente (popular) anti-PP que estaría diseñándose a toda prisa buscando a expulsar (sic) a los populares de las instituciones, lo que de confirmarse llamaría la atención por el radicalismo y el sectarismo del empeño, en la medida que de algo asi no se vio victima la izquierda española en cuarenta años de democracia.

¿Alegato pro domo? Algo de eso pueden tener las palabras del anterior ministro del interior que sabe no obstante de lo que habla por haberse encontrado en primera línea de frente por decirlo así al producirse los atentados del 11 de marzo. Y que esta mas capacitado sin duda que muchos a la hora de enjuiciar el grave de problema de orden público ue vienen enfrentando in crescendo la sociedad española y sus instituciones de un tiempo a eta parte.

Y a confirmar las aprensiones que despierta este (grave) incidente vienen, como en el momento justo, las declaraciones propiamente escandalosas –aunque las rectificase (un poco) justo después- de la eurodiputada gaditana de Podemos, Teresa Rodríguez, de la que ya me ocupé en una de mis recientes entradas. Unas declaraciones que nos suena a algunos a ese discurso hipócrita y no menos autorizado de dignatarios de la iglesia de los mas encumbrados en el tardo franquismo y en la transición tratando de justificar la violencia terrorista (etarra o de extrema izquierda)

Lo que se puede denominar de lógica del nexo causal, que tanto escándalo provocaría de antiguo entre la izquierda bien/pensante en relación con la historia de la segunda mundial y tal y como se vería esgrimida en los trabajos del historiador alemán Ernst Nolte que describió a los nazi fascismos como una simple reacción frente a la provocación (sic) del bolchevismo, y comparó Auschwitz con el Gulag, el modelo original (sic) de que aquel vendría a ser más que la copia en definitiva.

Un contexto de guerra como el que parece admitir o asumir implícitamente ahora la eurodiputada (anti-capitalista) de Podemos justificando el ataque insensato a la sede del PP como una simple consecuencia (sic) de la desesperación (sic) a la que según ella el actual gobierno estaría llevando a mucha gente. No me caso con nadie, lo dije y lo repito. Y mucho menos con algunos que nos viene infligiendo sus lecciones de moral en nombre o por cuenta de la corrupción (política) que les lleva a justificar y a preconizar la ruptura institucional –de régimen (sic)- y todo tipo de desmanes como el que se acaba de producir en la sede de la calle Génova, bailando así el agua a los de Podemos. Al hilo de un mensaje de regeneración que llevan enarbolando hace varios años sin éxito.

La corriente regeneracionista es una de las serpiente de mar de la política española –y también de la historia (española) de las ideas políticas- desde hace ya más de un siglo. Y en nombre de la regeneración de la sociedad y de la política española algunos propugnan ahora la ruptura y la instauración de un proceso constituyente, la vuelta al 14 de abril en resumidas cuentas. Por razones de orden personal o profesional más que ideológicas, políticos (se diría) arrastran a todas luces una gran frustración contra el régimen del 78 como lo llaman unos y otros, que les lleva no a propugnar una involución –más o menos razonable e inteligente- sino la vuelta atrás (del todo) y el salto en el vacío.

Con lo que viene asi a dar la razón y a juntarse en suma a la movida indignada a la que en un principio –todos recordamos ciertas fotos emblemáticas- se opusieron de la forma más frontal y espectacular que imaginase cabía. España, las sociedad españolas se ven víctimas de un proceso de desestabilización que viene del otro lado del charco, directamente de la Casa Blanca como aquí ya lo tengo denunciado, y las redes sociales que no dejan de ser (en parte) instrumentos –en lo que a España se refiere- de poderes mundiales radicados del otro lado del Atlántico, son un barómetro o termómetro infalible de la presión o de la temperatura de desestabilización, como los estamos viendo de nuevo ahora.

Quién es quién en la política y en los medios, una pregunta crucial en el tiempo de tinieblas –como una nueva edad oscura- que estamos atravesando. Quién soy yo aquí todos ya lo saben y muchos también fuera de este blog, en España en Bélgica y en otros países ¿Quién es (políticamente hablando) Enrique de Diego? La pregunta del millón. Que se erige ahora en los medios desde hace un rato- en nuevo líder de todo lo que se encuentra a la derecha del PP, espantajo público número uno en la campaña que aquél lleva a cabo? A la que aquí responder pretendo (continúa)

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