ESCRACHES DE PODEMOS Y CASANDRAS PROFESIONALES

Escena del escrache que indignados (de izquierdas) montaron hace dos años contra Rosa Díez en la Complutense, presidido y orquestado por el profesor Pablo Iglesias, al que algunos Casandras profesionales se empeñan ahora en bailar el caldo, contra todas las evidencias

Amanecer Dorado se ha convertido tras las últimas elecciones en el tercer partido de Grecia pero eso no parece intimidar a sus enemigos, garantes y guardianes del sistema y para que así conste acaban de levantar la inmunidad de los dirigentes del partido en lo que se asemeja a una mascarada (democrática) más que otra cosa. Nuevos vientos soplan las alturas de poder en la cuna de la democracia (antigua) tras el triunfo electoral de Syriza el partido de izquierda radical convertido en el primer partido de Grecia tras las elecciones del domingo.

Unos vientos que se diría que llegan también hasta España donde los ahijados de Syriza agrupados en el partido de Podemos parecen de pronto la novia en la boda, como rezaba la canción del tardofranquismo, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro como rezaba la canción del tardofranquismo (tardío)

El líder del partido griego ahora en la picota, Michaloliakos, declaró en su intervención en el hemiciclo –durante la sesión en la que se vio privado de su inmunidad parlamentaria- que la persecución en contra de ellos a la que asistimos se le había venido encima a él y a su partido después de su negativa a cerrar un compromiso con el partido en el poder Nueva Democracia del que les separa un pasado reciente y no tan reciente –surcado por un conflicto irreductible de memorias antagonistas- desde los tiempos del régimen de los coroneles, e incluso antes desde los años treinta, de la dictadura del general Metaxas, y de la ocupación alemana.

Mi visita ayer (jueves) a la sede de Alianza Nacional en Madrid, una de las componentes de la plataformaa España en Marcha

Así el enfrentamiento entre el sistema y esta erupción nacionalista que le ha salido inopinadamente promete alcanzar niveles de paroxismo en las próximas semanas. Quién saldrá vencedor? Se admiten apuestas. La prensa griega y no griega se ha puesto de pronto a especular con una implosión del partido maquillada de una reestructuración que acabaría sacrificando la cúpula actualmente encarcelada y puesta directamente en la mirilla de jueces y de políticos.

No es probable. Suenan más a deseo que a realidad esas especulaciones. Cabe augurar en cambio un bloqueo del sistema político griego que pondría al país helénico en el cruce de todas las encrucijadas y de todas las esperanzas a la vez e incertitudes. Entretanto, los griegos de Amanecer Dorado siguen soplando vientos de esperanza entre muchos proscritos y parias del sistema democrático en todos los países del hemisferio occidental y del continente europeo. Y por supuesto entre españoles.

Las formaciones españoles que recogen mayormente las reivindicaciones y aspiraciones que aquel encarnan han salido derrotadas de las elecciones del pasdo día 25, aunque su derrota lo haya sido sólo en apariencia. Su capital de votos -sumados los de las diferentes formaciones que de antiguo se los disputan- se conservan grosso modo invariables en espera del salto hacia adelante que podrá venir mas pronto de lo que muchos se esperan.

O acaso tendríamos que seguir cerrando los ojos y los oídos a tantos signos prometedores que pese a los negros nubarrones se van agolpando en el horizonte, y prestando oídos en cambio a los Casandras profesionales que parecen dejarse impresionar por demás con los profesionales del escrache y del acoso ?

Con Pedro Pablo Peña ayer jueves en la puerta de la sede de Alianza Nacional. Tras una conversación larga y fructífera

“Podemos” no es más que un tigre de papel que se alimenta sustancialmente -como ya aquí lo dejé sentado- de un fracaso estruendoso y estrepitoso el de los indignados del 15-M. Y que alimenta al mismo tiempo el síndrome de fracaso que arrastran otros tantos fracasados que en las últimas décadas en España fueron.

Y que parecen incapaces de poder comprender o admitir que de tamaña pirámide de fracasos (como diría Ramiro) pueda surgir alguien o alguien a quien sonreía el éxito y sonría (y ría) a aquel a la vez y ofrezca en suma un semblante alegre y risueño y no una triste figura (y a buen entendedor pocas palabras sobran)