lunes, mayo 05, 2014

MANGUERAS ANTI-DISTURBIOS CONTRA UNA REUNIÓN ANTI-SEMITA EN BRUSELAS

Instante hacia las tres y media de la tarde -después de dos horas de espera en las aceras cuando hicieron de improsivo su aparición y entraron en acción -sin esperar siquiera la respuesta del Consejo de Estado (...)- las mangueras anti-disturbios, delante de un salon de actos de Anderlecht a las afueras de Bruselas donde estaba anunciada la Conferencia Europea de la Disidenca tachada en los medios de anti-semita.  El cordon policial se había retirado un cuarto de hora antes lo que habia hecho creer a los congregados que era señal de visto bueno del Consejo de Estado ante el que los organizadores habian interpuesto recurso de la prohibicion de la conferencia por el alcalde (socialista) de Anderlecht, Eric Tomas (sin hache y sin acento ortográfico pero pronunciado a la española por sus orígenes presumiblemente españoles, del exilio español en Bélgica, y padrino -azlgo de notoriedad pública- de la comunidad emigrante asturiana de ese barrio ¿un descendiente de Belarmino Tomás? ¡vivir para ver fantasmas míos!) El ambiente entre los congregados era hasta ese momento completamente pacífico y relajado -y no poco festivo-, e incluso después lo siguió siendo
El diario el País en su edición de hoy publica un informe radiográfico de opinión pública con un apartado reservado al segmento demográfico de los más jóvenes (menores de treinta y cinco años) El resultado del informe revela un estamento juvenil sorprendentemente moderado y correcto en sus opiniones lo que traduce tal vez ciertas dosis de manipulación en los encuestadores y al mismo tiempo pone flagrantemente de manifiesto el fracaso de la maniobra de manipulación -de" altos velos y de gran aliento- emprendida hace ahora ya más de tres años y que haría ocasión en la movida de los indignados y en las fiebres de indignación (no poco contagiosas) que aventarían a su paso

Todos los temas, figuras o instituciones que alcanzaron a catalizar la indignación de los perro flautas y sus compañeros de viaje salen grosso modo indemnes, enhiestos y en mayor o menor medida absueltos o rehabilitados. España como idea, como nación, su sistema político, su situación económica, su situación actual, como los grandes pilares del régimen actual, la figura del rey, la corona, los partidos políticos y el estado de las autonomías salen (relativamente) plebiscitados.

Como también -¡ay dolor!- lo son las figuras de Adolfo Suárez y de Felipe González. El balance de la encuesta me arrumba a mí entre un sector de opinión sin duda bien minoritario por no decir marginal lo que no me preocupa por estar aunque solo sea no poco acostumbrado. Y es en la medida que deja con todo grosso modo indemne en mí el sentimiento íntimo que arrastra de antiguo –gracias tal vez a mi propio hijo- de no estar del todo en desfase con las nuevas generaciones y en la medida también que esa encuesta que me arroja al rostro un panorama digamos "asumible" arrojando lejos el espectro a la vez de una fractura generacional irreversible como la que conocieron nuestros padres (léase los abuelos de algunos de los más jóvenes de los encuestados) –en el tardofranquismo y en mayo del 68- , y que era sin duda el objetivo (revolucionario) principal -en la idea y designios de sus mentores al menos- de la movida de los indignados. Las diferencias de opinión y de sensibilidad entre las diferentes componentes demográficas por razón de edad que componen una sociedad son el pan nuestro de la vida cotidiana y ley de vida más que otra cosa. Sólo cuando se llega a la situación de ruptura como se llegó de este y del otro lado de los Pirineos en mayo del 68 y como estuvo a punto de llegarse -en España solo ¿y por qué?- con la movida de los indignados del 15-M) se despiden las señales y las sirenas de alarma.
El autor de este blog delante de la sala prevista para la conferencia. Estuve eseperando con los demás durante más de dos horas una autorizacion del Consejo de estado que no llegó. Durante la espera se oyeron gritos de "¡Abajo la dictadura judía en Bélgica!" pero en ningún momento se produjeron incidentes hasta que entraron en acción los anti-distrubios. Fue un "escrache" "anti-semita" (rara avis) si se quiere. Pero cualquier parecido con manifiestaciones del mismo nombre entre españoles, pura coincidencia. Sin duda porque en este caso el caos y la anarquía no venían de abajo -todos modositos, de buen humor- sino de arriba
La voz de alarma no dejé de darla yo desde luego, desde el primer momento -con unos días tan solo de retraso no obstante (lo confieso) aborto como estaba por aquel entonces por otros temas o asuntos que polarizaban la la atención de la opinión publica dentro y fuera de España en aquellos precisos momentos, como lo era el escándalo Strauss-Kahn o la resaca todavía hiriviendo entonces -en el que esto escribe al menos- de la turbo/beatificación del papa Juan Pablo II (dos semanas antes) Y revindicó por supuesto el honor y el mérito que me pertenece.

Y es de haber conseguido puesto mi granito de arena (y un poco más) en preservar al grueso -o a un sector netamente mayoritaria- de las fiebres y miasmas que vehiculaban la movida funesta aquella que quería ponerles en estado de guerra contra la sociedad y sus instituciones más o menos imperfectas en el nombre de una memoria histórica -la de los vencedores de la segunda guerra mundial (en su variante de la Resistencia francesa- que no era la suya (o no de la inmensa mayoría de ellos por lo menos) y que tuvo como corolario o secuela inevitable en la lógica/indignada una pequeña diáspora de los más indignados de todos aquellos en los que prendió la fiebre.

Y es que a fin de cuentas, si lo que se trataba en la lógica del manifiesto de los indignados y de su mentor el nonagenario judío a borde ya entonces de la tumba- fallecido un año después apenas- de ganar por las buenas o para las malas un guerra mundial que para los españoles había comenzado ya en el 36 y en lo que nos atañe -y solo a nosotros (¿y por qué?) en el conjunto de los países europeos- setenta y cinco años después, y si esa guerra al final no estallo o no consiguieron que prendiera, qué de más lógico que la reacción del despegue del adiós del portazo con más o menos estrepito.

No fueron muchos los que se fueron no obstante y si no se han vuelto ya la mayoría se diría que fue así a tenor de un montón de señales e indicios. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, añado no obstante curándome en salud de inmediato. La rebeldía es un estado natural de la juventud, lo que no lo es es la manipulación sediciosa en cambio, y os grandes movimientos totalitarios de la década de los treinta -incluso el estalinismo- debían acabar fatalmente encauzándolos de una manera u otra como así fue la regla.
Yo calculé entre cuatrocientas y quinentas personas concentradas delante de las puertas del local precintado (sin contar con el pequeño gentío que se agolpaba detrás del cordón policial en la otra acera) Jóvenes en su mayoría, entre ellos muchas mujeres y también miembros del colectivo emigrante (magrebíes y negro/africanos) Una nueva generación que se pone en pie a todas luces contra la dictadura de lo políticamente correcto y la influencia desproporcionada y desorbitada de los grupos de presión judíos en la alta finanza y en los medíos
Y me viene a la mente la figura de Martín Heidegger, nombrado tras la llegada al poder del nacionalsocialismo al poder rector de la Universidad (alemana) de Friburgo en su Suabia natal, la región donde se encuentra enclavado el macizo montañoso de la Selva Negra que tanto inspiró al filósofo y donde vivió retirado del mundanal ruido largos años en particular en la posguerra. La Universidad alemana en el III Reich -y en la mente de sus dirigentes y responsables (incluídos los del estamento universitario)- debía contribuir a la puesta en pie de una sociedad en estado de postración Y esa puesta en pie ese enderezamiento tenía algo de revolucionario y algo de profundamente ordenado al mismo tiempo, y .previsto y programado.

Y en su primer discurso tras su nombramiento es altamente significativo que Heidegger pusiera el aliento en la participación del estamento universitario a todos sus niveles en la lucha contra el paro, y en particular contra la modalidad del mismo que les afectaba de una manera más directa e inmediata imposible, a saber, el pato intelectual, el de jóvenes graduados, para lo que esgrimía una teoría -por la que años después un enemigo encarnizado enemigo del filósofo (comunista chileno para más señas) se llamaría particularmente a escándalo en un libro/panfleto denunciando el pasado (nazi) de autor del Sein und Zeit-, y era lo que en las instancias propagandísticas del régimen se denominaba la teoría de los “tres saberes”, que venía a confluir -para gran escándalo del comunista hispano aquel- en el Trabajo entendido en su doble variante de trabajo manual o trabajo intelectual una categoría que escapaba al análisis marxista -hoy ya obsoleto en tantos aspectos y particularmente en lo referente al trabajo manual precisamente de cara a la revolución informática a la que desde hace décadas venimos asistiendo- y que no podía menso que desatar la ironía y el pathos denigratorio (y escandalizado) –y los gritos de blasfemia- de marxista recalcitrantes como lo era aquel, en unos momentos -cuando fue publicado el panfleto aquel- que precedieron de inmediato a la caída del Muro.
Al cabo de un rato de espera se oyeron instrucciones de los mandos -que llegaron a mis oidos- entre los componentes del cordón policial de no dejar entrar a nadie más. Pero prácticamente nadie de entre los oncentrados dejó el lugar de la concentración, a las puertas del local. A las dos horas aparecieron de improviso altos mandos en misión sin duda de observacion y a los pocos minutos los agentes que formaban el cordón lo disolvieron y dejaron el lugar. Pasado un cuarto de hora no obstante,  por el lugar opuesto al de de su marcha aparecieron suavemente, de improviso los camiones anti-disturbios, que empezaron a actuar inmediatamente. Lo que se llama el derecho a la libertad de expresion y de manfiestacion en ejercicio. Los vientos no obstante están cambiando a todas luces, en Bélgica como en España y en todas partes
Y un eco de aquella distinción doctrinal se vio recogido en una institución de los primeros años del régimen surgido de la victoria del 39, a saber, el servicio universitario del trabajo que llegué a conocer en sus postrimerías o últimos estertores como aquí ya lo tengo contado y detallado. Juventud divino tesoro, que cantó el poeta, y como tal blanco predilecto de manipulación de los medios...y de los que los controlan.

Un espectáculo callejero del que fui ayer testigo y protagonista (en parte) al mismo tiempo, con ocasión de la convocatoria de una Conferencia Europea de "la Disidencia" en Bruselas, que se vería en el último minuto prohibida bajo excusa de anti-semitismo, con la entrada al final en acción contundente en extremo de las mangueras anti-disturbios tratando de dispersar la pequeña multitud concentrada -no menos de quinientas persona que los conté bien (casi una a una)- delante de la sala donde la conferencia estaba anunciada, se habrá visto seguida hoy de declaraciones ruidosas de medios judíos belgas, denunciando la manifestación de antisemitismo de mayor envergadura desde el final de la segunda guerra mundial en Bélgica.

“Dicen que los judíos controlan la alta finanza y los medios " se lamentaba (indignado) uno de sus portavoces, con tonos y acentos bíblicos (y cristiano/primitivos) A confesión de parte (...) Y lo que más les frustró tal vez fue la nutrida presencia de jóvenes en el acto. Juventud hoy como ayer, prenda de futuro, y reto máximo que enfrenta el gobierno mundial y sus principales ramificaciones y tentáculos, y los más incondicionales de sus secuaces y partidarios. A buen entendedor pocas palabras sobran

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