sábado, mayo 17, 2014

"ESPAÑA EN MARCHA" MI CONSIGNA DE VOTO (CON RESERVAS)

Instantanea de la tribuna del acto de la España en Marcha el pasado 12 de octubre en Montjuich, al que asistí. Un palabra que di entonces (con el gesto) que mantengo. Sin dejar de lamentar -en su representacion actual- alguna que otra ausencia (y presencia) Y todos sin duda adivinan a quienes me estoy refiriendo
Se cumplió anteayer -en el olvido más flagrante y completo- el tercer (infausto) aniversario del nacimiento del 15-M y para esta tarde tienen convocada una marcha desde la Cibeles hasta el Sol bajo el lema "sin fronteras, ni deuda ni miedo", tan insidioso como lo fueron siempre todos los suyos. El miedo ni se nombra oí a mi alrededor decir siempre, pero esa gente, esa movida (tan funesta) nació a lo que parece "buscando el miedo de los otros" -como decía de Umbral Ana Caballé (...)- en una forma sin duda de ocultar o de huir del suyo propio. Una huida hacia adelante como quien dice, pero no menos huida (cobarde) o escapatoria, lo que ilustran las fórmulas, los eslóganes y las posturas ambiguas y no menos huidizas de las que se servirían (a todo pasto) de capital de ideas, de herramientas de análisis y de propuestas.

Y la ambigüedad tal vez más flagrante entre todas las suyas lo era sin duda su postura -que no era tal, una ausencia (calculada) más bien que una postura definida- en relación con España, y la idea de patria y del deber de defenderla. Como lo ilustró siempre la ausencia de toda bandera nacional -salvo la de signo partidista, tricolor (y las banderas de las primaveras árabes por supuesto)- en todos su manifestaciones y actos de protesta callejera, y también sus contactos apenas voleadas con grupos y movimientos de signo separatista -o autonomistas- en diferentes regiones españolas.

Ayer circulaba yo en autobús por el centro de Bruselas, lleno a rebosar y se me ocurrió el ceder mi asiento a una joven de pie delante mía que tomé por una belga y que declino amablemente la oferta, y que acto seguido entabló conversación con otro pasajero, de pie también justo delante mía que resulto inglés por lo que contaba, y sin entender ni seguir tampoco lo que hablaban me di cuenta en un momento dado que estaban hablando español y a mi gran sorpresa la joven que yo había tomado por belga, resultó al final española pero no una española como las otras por lo que se ve, porque tras preguntarla si lo era, respondió con ligera vacilación y embarazo, "bueno sí, de Barcelona" (...)

No dije nada ni dejé traslucir lo mas mínimo (creo), pero algo notaría en mí, o simplemente que tomó nota de mi pregunta, porque acto seguido me ignoro ya (olímpicamente) y siguió hablando con el inglés, que le celebraba las glorias de la Ciudad Condal "Barcelona es mejor" (que Madrid por cierto, que no había que ser un lince para sobreentenderlo) oí que le decía" mientras se bajaban en la parada que siguió, juntos los dos

Eso debe ser el tirón de lo global, me dije yo para mis adentros. Y es que si algo que quedó claro para mi desde el principio, desde lo inicios de la eclosión de esa protesta indignada -de un sector (estrictamente minoritario deo gratias) de la juventud española- lo fue que no se trataba en absoluto de una respuesta por limitada o tímida que fuese a lo global sino más bien la contrario una manifestación o secuela de esa amenaza (o desafío)

En una entrevista reciente en Minuto Digital el responsable de un partido anti-inmigración se permitía un análisis y diagnóstico del globalismo con el que estoy básicamente de acuerdo. Por haberlo vivido en parte aquí cerca los años que llevo viendo en Bélgica y es la relación (estrecha) que establecía entre globalismo y gran capital, que yo (re) bautizaría más propiamente gobierno mundial, para hablar en propiedad. Y la ilustración palpable la tuve -en el 2001 un año después de mi detención delante del palacio real de Bruselas- los meses que trabajé de jornalero en Bélgica, en la recogida de fruta (especialmente fresa) y era que todos aquellos patrones agrícola para los que trabajé el verano aquel provisto de una tarjeta de colecta -que permitía cambiar de patrono de un día para otro sin el menor problema- servían esencialmente de mano de obra extranjera (no europea) en situación irregular en Bélgica. Lo que formaba parte sin duda de una estrategia a gran escala, global por decirlo así, y la prueba me la ofrecía lo al corriente que todos aquellos patronos -miembros del Boeren Bond poderoso lobby de agricultores en Bélgica zona flamenca estrechamente ligados (de antiguo) al partido social/cristiano mayoritario en Flandes (léase la derecha flamenca) parecían estar de la ultima hora de la actualidad (o del último minuto) en materia de política inmigratoria del gobierno belga.

Cataluña y Flandes comparaciones odiosas. Y me pregunto si no hay una relación directa entre la escalda secesionista en Cataluña y ese deslizamiento tan perceptible en la propaganda y en la estrategia de los quince/emes -de lo que queda de ellos, me refiero- en el énfasis que parecen poner ahora en el tema inmigratorio que pasa ahora al primer plano y al primer puesto de sus reivindicaciones en ese eslogan que sacan a relucir en eltercer aniversario de su nacimiento (y en el segundo de su fallecimiento) Como un guiña ala política en la materia de la troika europea a la que decían aborrecer tanto.

¿Por una Europa sin fronteras? Ese es el horizonte próximo o inmediato que gravita de telón de fondo en esta campaña de las elecciones al Parlamento Europeo. ¿Para qué negarlo? Seria negarnos además a nosotros mismos en algunos que vivimos en lo sucesivo más en el aire que en tierra firme, en vuelos de Ryanair o de otras compañías de bajo/cote (...) Un dato o un fenómeno irreversible a no dudar. Y un singo de los tiempos, como el protagonismo creciente de la mujer en política. Y es algo que habrá gravitado de cerca también en las reciente crisis de Ucrania. Libertad de movimientos como la que sin duda disfrutamos -en la práctica o en potencia- todos los españoles no debe ser no obstante un argumento para abrir las compuertas de una presión migratoria en el Estrecho de Gibraltar o en la frontera greco/turca- que pone en peligro la identidad colectiva y por separado de las naciones y pueblos de Europa.

Y que el desafío y la amenaza son bien reales lo muestra el auge que anuncian todos los pronósticos de los partidos anti/UE -que no anti-europeos- en los próximos comicios del 25 de mayo próximo. Entre ellos a no dudar los griegos de Amanecer Dorado. Y si como todo parece anunciarlo consiguen escaños en Estrasburgo ¿podrá Marine Le Pen y los partidos de otros países que la secundan -en substancia los holandeses de Wilders y los belga flamencos del Vlaams Belang, viejos conocidos (¡ay dolor!) del que esto escribe- seguir por mucho tiempo una política o una actitud de cordón/sanitario contra los fachas sin complejos (como otros) de ese partido griego? Está por ver pero desde ya las apuestas se admiten.

Y se admiten también en relación con las elecciones españoles en donde parecería que vuelve a mandar la consigna de “votar lo que os parezca menos malo" de resonancias familiares a no dudar en los oídos de algunos (...) Conseguirían despuntar Vox, conseguirán hacerlo los anti-abortistas de Impulso social (que a fe mía no parecen tener mucho mas capital programático que ese? Lo hará acaso -¡lagarto, lagarto!- la Plataforma por Cataluña o -vivir para ver fantasmas míos- FE de las JONS un partido que parece hacer suyo el olvido de las raíces h de la propia identidad, con José Antonio y su memoria -y el culto iconográfico que le practican- de coartada preciosa e inevitable que no falte?

¿“Lo menos malo” pues -la pregunta que le está ya quemando en los labios sin duda a alguno-, léase lo que siento más cercanos renunciando a perfecciones que no son de este mundo? La España en Marcha por supuesto, como ya lo tengo dicho. Esa es mi consigna de voto, sí (…), con reservas, léase lamentándome de ciertas ausencias (y presencias) Y a buen entendedor pocas palabras sobran

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