viernes, marzo 07, 2014

PANERO (HIJO) ¡LOCO Y ROJO Y DE MALDITO NADA!

Dedicado a los universitarios de Respuesta Estudiantil

Cartel de propaganda del movimiento fascista húngaro de la Cruz Flechada durante la segunda guerra mundial, que habrá adoptado en España -con éxito- el movimiento universitario Respuesta Estudiantil, a ciencia cierta no sé bien por qué y a fe mía que me intriga un poco, y tampoco me parece mal, en absoluto. Los movimientos fascistas de los años de entreguerras fueron (también), sin excepción, movimientos poéticos como lo reconoce hoy la moderna historiografia. ¿Con ellos murió la poesía auténtica, la poesía grande, la poesía pura (y heroica)? La pregunta se impone en España más que en otros sitios, y ahora más con la muerte del poeta "maldito" (como se le llama)  hijo de Leopoldo Panero poeta (oficial) de la Falange en la guerra...y hasta no mucho después, cuando cambió (como tantos otros) si no de chaqueta, sí de librillo (...)
Maldicion de la poesía española de la posguerra. Maldición de sus poetas oficiales y la de sus poetas malditos mas si cabe todavia. ¿Poeta maldito Leopodo María Panero el más incensado de todos los autores españoles él y la leyenda que le rodeo en vida? Déjenme que me ría.

Llevo una década -desde que empece a oir hablar de él, no antes lo confieso- oyendo incensar en todos los tiempos y modos del verbo al poeta maldito. Maldito y también "divino" (sic) sin duda por aquello de que los extremos se tocan. Desde entonces intenté a menudo hincarle el diente a sus poemas, hasta hoy en vano con una excepcion y era como cabía esperar una locura suya en verso, con un incipit que se repetía al comienzo de cada estrofa, de "te mataré mañana por la mañana"

Naturalmente que el poeta maldito no mató nada ni a nadie si no era la poesia ya muerta en lengua española grosso modo desde los inicios de la posguerra, que los poetas reconocidos, los de dentro o del exilio se encargo de enterrar, y mas que otros muchos Leopoldo Panero, padre de Leopoldo Maria (todo un simbolo lo de María) e hijo a su vez de poetas.

¡Qué exagerado eres me interrumpira aqui raudo alguno. ¿No ha habido acaso poetas o poesía digna de mencion en los ultimos setenta años de literatura en España (y en lengua española), ni siquiera uno? Poesia de mi gusto en absoluto (salvo excepciones) , me apresuro a responder...con una respuesta de poeta que por propia definicion no gustan o aprecian por lo general la poesia ajena, condicion sine qua non segun reza la normativa en la materia, de la creación poética propiamente deicha. Como si la poesía del projimo secara la nuestra propia, sin la debida distancia entre medias de una u otra, me refiero.
Pura ambrosía de cine español de la transición -y de después- del que tanto aficionaron generaciones sucesivas de mis compatriotas, y que hizo a algunos en cambio no volver a poner el pie en una sala (española) en su vida. Los hijos de Leopoldo Panero lavando la ropa sucia de casa en el film. Los dos mayores contando intimidades y el loco diciendo (y haciendo) locuras en la pantalla. "Asesinato del padre" Botón de muestra inmejorable del choque generacional entre los vencedores del 36 y sus descendientes, caso único en la historia contemporánea, en nigun otro país del mundo (en Occidente me refiero) se dio un fenomeno así, de ese radicalismo y hondura y alcance por lo menos. Una secuela más de nuestra derrota en el 45
No me gusto nunca lo (poco) que lei de Panero padre y no me gustó -salvo la excepcion insolita que menciono mas arriba- la de su hijo, y no solo por no comprenderla -¡frustracion magna!- sino también por su falta de ritmo -y de rima por cierto (¿qué le hizo la rima a la poesia moderna española contemporanea?)- y de musica (auténtica) y de poesía pura (con mayusculas) que se confunde con las ideas, o con una clase de ellas, las mas excelsas, aquellas "ideas solares" como las llamó el filósofo y teólogo Tomaso Campanella que citaba en el primer numero de FE -que se conservaba en casa de mis padres, y que me leía yo de pequeño, en edición facsímil-, el principal ideólogo de la Falange (tras su fundador) Rafael Sánchez Mazas autor -antes de la guerra- de un bello poema en forma de oracion ("por los muertos") que se conocen sin duda de memoria algunos de mis lectores.

Pero incluso del célebre falangista -íntimo amigo de José Antonio- se diría que se le secó la inspiracion tras la guerra, tras el fnal de la segunda guerra mundial me refiero, en el 45, a él y al conjunto de los poetas de la Falange que fueron practicamente el último boton de muestra auténtico de poesía pura no sé si en lengua española, sí desde luego en España y entre españoles.

Lo demás, lo que vino después no fueron más que excepciones gloriosas que no hacían más que confirmar la regla. Y la regla era el sello prosaico, la marca de esterilidad se diria indeleble que arrastra en lo sucesivo la creación poética en España e incluso en lengua española.

¿Y en otras lenguas también? se me replicara aqui tal vez. No lo sé, hablo de lo que conozco, y siendo hispanoparlante de nacimiento, de lengua materna con la que me crié y que por así decir mamé, me siento un tanto inhabilitado a juzgar de poesía en otras lenguas o culturas, ni siquiera en frances, una lengua con la que me siento tan familiarizado,

Porque (y sirva de boton de muesta) una obra poética como la del francés Stephane Mallarmé parece (así a primera vista) operar una reduccion un tanto anti-poética de la poesía a un arte (menor) de tipo caligráfico o tipógrafico (...) y que se estaría tentado de descalificar por falsa y postiza -disfrazada de hermetismo- pero ya digo que no siendo francés ni francófono (o no mas que de adopcion) no me siento en medida de emitir un veredicto provisional tan siquiera en la materia.

Por respeto aunque sea a una memoria en lengua francesa que tiene algo de personal e intransferible como todas las memorias (ya sean indiviudales o colectivas) de los grandes pueblos y naciones de nuestra civilizacion. Y a sus lenguas respectivas.
En esta obra tan emblemática del genio crítico umbraliano se recoge un a semblanza no menos crítica de Leopodo Panero (padre) -del género del "rosa y latigo" que tan magistralmente practicaba el autor- una acidez tan proverbial en él que se detiene ante lo que a todas luces le pareció una innoble muerte del padre llevada a la pantalla como la que escenificaron en la transicion, por cuenta del "desencanto" de su progenitor (como el de Ridruejo) sus tres hijos, el loco inclusive, a lo loco por cierto, como era de rigor en él. "El unico asesinato del padre que se ha filmado jamás" así es como lo describe Umbral
Francisco Umbral que debutó la etapa madrileña de su carrera profesional y literaria mayormente de critico de poesía rindió tributo a menudo a Panero padre que era un poco su paisano, de Léon -de Astorga, tierra de poetas-, patria chica de la familia materna de Umbral y donde él trabajó al principio antes de irse a Madrid, pero conociendo un poco a Umbral -a través de su obra escrita, por cierto, ya que no alcancé a conocerle personalmente- es facil deducir que tras esa admiración de labios para afuera que el disicuplo profesaba hacia el maestro -poeta oficial del régimen no se olvide en la inmediata posguerra junto con Ridruejo- se escurría no pocas dosis de bilis o resentimiento, no sólo hacia un medio social del que de una manera u otra Umbral -por motivos de índole personal y familiar y otros sobradamente conocidos, que me habrán dado motivo abundante de comentario en estas entradas (y en otros sitios de la red)- sino también a una casta intelectual o a una nomenclatura a la que hasta cierto momento de su vida al menos -grosso modo hasta finales de la década de los cincuenta tras el desenlace (a favor) de los tecnócratas de la crisis interna de regimen (del 56-57)- acusó el autor de "La Leyenda del César Visionario" de haber confiscado (y tracionado) en suma la Victoria, tras la derrota mundial en el 45, como lo vengo explicando exhaustivamente y en detalle desde hace un rato en mis entradas.

De magia es de lo que cabe propiamente hablar en la figura del ahora fallecido, y era la que despedia fatalmente la imagen que de él tenian creada los medios, la de un trangresor y la de un loco. Doblemente trangresora pues, de la norma moral y de las que rigen la logica y el sano juicio.

No sé a fe mía si Leopoldo María Panero volvió loco con su poesía a admiradores suyos , a mí desde luego no, tal vez porque le lei muy poco como aqui ya tengo dicho, pero cabe suponer que el vértigo del vacío que de toda su persona simbolizaba -en las fotos que de él se conservan como en sus escritos- llegara a apoderarse de algunos de sus devotos, porque si hay algo por lo que la locura es temible lo es sin duda por lo que tiene de contagiosa (...)
¿Un fracaso íntimo, personal, sellado por la locura como siempre se nos vendió desde el final de la segunda guerra mundial, el de Federico Nietzsche y como tal (odiosamente) comparable con la locura (de atar) del ahora fallecido? La demencia de Nietzsche tuvo de notoriedad pública causas clínicas bien precisas, a saber una enfermedad infecciosa que acabó afectándole al cerebro. La de Leopoldo María Panero llevaría  a las claras en cambio el sello del fracaso, el suyo y el de su generación, la mía propia (...)
Vértigo de la locura en Lepodoldo Maria Panero y del fracaso al mismo tiempo. ¿Lo uno con lo otros -en una relacion de causa a efecto- como se convino en diagnosticar por cuenta de la figura de Nietzsche (tras la guerra y la derrota de Alemania) pese a constar fehacientemente que la demencia del filósofo tuvo causas clínicas de todos conocidas?

 Fracasó como fuera Leopoldo Maria Panero, y el suyo fue a la vez un fracaso personal e ideológico y también el de toda una generación -nota bene de universitarios (...)- , como lo resumia su trayectoria de indignado de mayo del 68 (en version española) que acabó viendo sus sueños politicos e ideológicos completamente añicos entre los muros o cuatro paredes de un hospital psiquiátrico.

¿Te doy las gracias señor porque no fui como él ni como ellos? Te doy las gracias mas bien porque me dejo indiferente en su vida y me deja ahora también en su muerte. Tanto su trayectoria biografica  como su obra poética (en verso o en prosa)

Olímpicamente indiferente a su fracaso y también en cierto modo al de toda una generación que fue (¡ay dolor!) la mia propia. Y que se piense una vez mas de mí lo que se quiera

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