lunes, febrero 03, 2014

FRANCO Y JOSÉ ANTONIO ASTROS CAÍDOS

El puño alto en la joven feminista es lo anecdótico, lo accidental -como los que levantó alguna vez Umbral (que parecía que iba agarrado a la barra del tranvia) (...)-, lo esencial es la señal de alarma de incidentes como éste que muestran que la iglesia está perdiendo los pedales, y los papeles, a menos que se trate (otra vez) -me refiero a ese proyecto de reforma de la ley del aborto- de un operación perfectamente calculada, con patrocinio eclesiástico por descontado, de provocación en dirección de la opinión pública, intentando imponer dogmáticamente unos puntos de vista -perfectamente discutibles- a contracorriente de la marcha de los tiempos y del sentir mayoritario en la sociedad española, a base de criminalizar y de tratar de asesinos a media España (o como si fuera),  poniendo así en grave peligro la paz social y crispando los ánimos -hasta los extremos que muestra la foto- y la convivencia entre españoles ¿Ministros de reconciliacion en el seno de un país (aún) dividido por una guerra entre hermanos, como lo pretendía (de forma no poco demagógica y oportunista) con muy otro sentido y significado el cardenal Tarancón (r.i.p) de infausta memoria?
Dos amigos (y además de eso, viejos camaradas) me acaban de recomendar en mi cuenta "Facebook" el dejar de darle vueltas al pasado y de mirar al futuro, y vivir el presente (de pasada) Del enemigo el consejo reza el refrán castellano, y tratándose de amigos -y además de eso camaradas- más todavía se me reconocerá, y el que ellos me acaban (generosamente) de brindar ahora es uno de esos consejos (o frase piadosa) que no quiere decir nada y a la vez todo o mucho según como se la interprete , como no sea no se merece caer en saco roto. Y precisamente por eso, es un poco una especie de borrón y cuenta nueva, un ajuste de cuentas con el pasado que no pasa y una apuesta de futuro a corto o largo plazo (pero no demasiado largo, eso espero) lo que con estas líneas pretendo.

La opinion pública se ha despertado esta mañana -a la prensa de papel me refiero, porque por la red lleva circulando desde ayer noche- con la imqgen de fuerte impacto hay que reconocer de jóvenes mujeres -jovenes y bellas porque sinduda lo son o si no lo son (todas) hay que suponérselos, por hombria, como el valor fisico al soldadito español en las ordenazas de Carlos II (pero ademas, de lo que he visto es que lo son)- tetas al viento pintadas de eslóganes (y también el resto del cuerpo) y lanzando al cardenal de Madrid, Rouco a su entrada a una iglesia madrileña situada en la castiza (y nada trivial) calle de la Palma, unas bragas manchadas de rojo al rostro.

Un signo o señal fuerte del paroxismo que está alcanzando el debate provocado por la nueva ley de reforma del aborto, al que hay que añadir la marcha hasta Madrid -pasando por Valladolid- de mujeres activistas contrarias a la ley, y la manifestacion del pasado sabado en Madrid, violeta por el color escogido por las organizadoras de la manifestacion y un poco también por las banderas tricolores escasas pero bien visibles en las testimonios gráficos que les habran dedicado los medios.
"Dum Romae consulitur, Saguntum expugnatur" (Salustio) Lo que hizo la fuerza (y la grandeza) del Imperio y de sus legiones lo fue la lealtad a las alianzas, a la palabra dada a los pueblos aliados, sobre todo en tiempos de guerra. Y Franco no podía esperar mucha lealtad de los Aliados en el 45 -que según acabó declarando Harry Kissinger, al final de la Segunda Guerra Mundial condenaron a su régimen a "una muerte lenta" (...)- él que no la habia tenido con sus fieles aliados nazi/fascistas de cuando la guerra civil española, que le ayudaron decisivamente a conseguir una victoria que acabaría arrojando ignominiosamente por la borda (él y su sucesor designado)
¿El derecho/a/abortar de la mujer, una revindicacion de izquierdas, y al contrario, una típica bandera derechista la oposición al aborto? Hasta hoy asi lo fue un poco, en España tan marcada hoy por el recuerdo de la guerra civil sin duda mas que en otros sitios. Pero todos aqui deberán reconocer sin pena no obstante que el llamado debate en materia de "valores" (de bio/ética, ética familiar etcétera etcétera) trasciende la brecha secular entre izquierdas y derechas mucho mas que las posturas en materia de revindicaciones sociales (o laborales) , un dato nada trivial y que merece ser tenido particularmente en cuenta por los que siguen bregando en politica por una via, "ni de izquierdas ni de derechas" (...)

El 15-M que supuso para mí un enorme desafío en el terreno político e ideologico y en el plano emociona y personal incluso, como lo vine dejando fielmente registrado por escrito desde los instantes mismos de su nacimiento, se vio precedido de unas semanas apenas por un incidente un tanto análogo a ese otro en el que se vio envuelto ayer el Cardenal de Madrid, y hasta hoy lo tuve por un mal presagio si no por factor desencadenante de lo que vendria justo después (la indignación, las acampadas y todo eso)

Hoy, tres años ya tranccurridos de la eclosión de aquel fenomeno que tanto me puso a prueba pienso que en el fondo eran perfectamente ajenos lo uno con lo otro: ni en las concentraciones y acampadas al aire libre de Sol ni en las de otros sitios se vieron senos desnudos más o menos bellos -realzados o no por la belleza de los rostros- sino mucha suciedad y mugre y cochambre (fisica y moral) en cambio, y en vez de espectáculos innegables de belleza corporal como el de ayer (por muy trangresor y provocador que lo fuera), hombres o mujeres en cambio -hasta los mas jóvenes- con vocacion de vejestorios (nonagenarios incluso como lo eran sus ideòlogos)
El sueño/nazi de muchos falangistas españoles -la immensa mayoria- que encarnó como ninguno Dionisio Ridruejo en su primera época, arrastraba un proyecto -a la vez ingenuo y generoso- de reconciliación con los vencidos del 36, que fue lo que vino a querer representar la División Azul. Y en el antifranquismo (tenaz) de no pocos falangistas "de izquierdas" en la posguerra se escondía la sorda frustración de una reconciliación -como la que evocaba sin reparos el Fuhrer hablando de España hacia en unas declaraciones tardías- que no fue al final posible precisamente porque Alemania perdió la guerra (...)
Con lo que vengo a querer decir que ni apruebo ni condeno los incidentes de ayer (que me han hecho reír lo confieso), aunque sólo sea por el viejo refran castellano de "siembra vientos y recogerás temepstades" Y se me  reconocerá que la iglesia jerárquica a todos los niveles viene sembrando cizaña y vientos de discordia a discreción con su empecinamiento en seguir manteniendo y difundiendo contra viento y marea -como si con ello viniese a querer jugar un papel (de provocación) análogo al que jugó (aunque de otro signo) en épocas no lejanas- un mensaje en materia de buenas costumbres (y de moralidad) en flagrante desfase con los tiempos y también con la sociedad española, como lo ilustran los altos procentajes que indican los sondeos de oposición a la reforma en curso y también el grado de disentimiento en el tema a los mas altos niveles del partido en el poder que muestra las horas que corren son cada vez más acuciantes de amenaza de implosión en un futuro muy próximo.

Hay que rendirse a la evidencia, el debate sobre los valores -léase en mteria de moral y de buenas costumbres- crispsa la convivencia y amenaza la paz social en un pais que sigue sin curar ni superar los traumas cictrices y divisiones heredadas de la guerra civil, otra de las secuela mayores sin duda alguna de nuestra derrota (pactada en el 45)

Y en ese sentido y en el mismo modo y medida, mi apuesta de futuro lo esta también por la reconciliacion entre españoles. Franco ultiizo la represion -como lo muestra con genio literario Umbral en su Leyenda del César Visionario- de arma e instrumento de salvaguarda y afianzamiento de su poder politico y lo siguio utilizando -como lo denunció de forma premonitoria (en el 43) el fascista francés Brassilllach fuera de toda sospecha- con vistas a la perpetuación de aquél en el mundo hostil surgido de la derrota alemana en el 45, dentro de los margenes, nota bene, y en la medida que se lo permitió su rendición pactada en el 45.
Uno de los episodios más emblemáticos de "La Leyenda" de Umbral lo es el del anarquista Dalmau del que Franco, pese a los pedidos insistentes de los falangistas de Burgos -Serrano Suñer y Ridruejo a la cabeza- y del pedido de indulto del papa de Roma, decide (maquiavélicamente) que sea ejecutado -"es el momento" dice- para así asegurar y afianzar su poder amenazado por los remolinos levantados tras la muerte ("inexplicable") del general Mola hasta hoy no esclarecida. Y de ese arma de la represión, con el código de justicia castrense en mano -su instrumento favorito en el combate político-, se seguiria sirviendo Franco en sus largos años de régimen. Y es altamente significativo que el fascista francés Brassillach -amigo de la España nacional de los más significados- denunciase la continuacion de la represión del régimen ya entrados en 1943, como si para él fuera la alternativa forzosa a la que el régimen de Franco se veía fatalmente abocado tras haber escurrido el bulto de la entrada en guerra junto a sus fieles aliados de cuando la guerrra civil española
Como como lo ilustran las ulitmas ejecuciones -en la fecha tardia de aogsto del 75- de su régimen, que a fe mia que no le temblo el pulso tampoco entonces. A falta todo ello de una Victoria en la guerra civil de la que acabo renegando y de los frutos de la misma que no acertó a garantizar o a perpetuar y que acabaría arrojando por la borda.

Y esa fue otra de las grandes secuelas-y de las grandes lecciones a la vez- de nuestra derrota en el 45, hay que reconocerlo. La entrada en guerra -del lado de la Alemania y de los demás regimenes fascistas- pudo pasar entonces, en la optica de algunos, por una empresa descabellada y abocada a la derrota, lo reoncozco, no incluia menos un proyecto (generoso, y un tanto ingenuo tal vez quizás) de reconciliación entre españoles y de superacion de las viejas heridas heredadas de la guerra civil y aun hoy -¡ay dolor!- en carne viva entre algunos, como lo demostraria archisobradamente la ley de la memoria y el debate a escala nacional que provocaria (...)

Y eso explica tal vez -en parte al menos- ciertas trayectorias erráticas en la posguerra entre los principales partidarios de la entrada en guerra en las altas esferas del régimen como lo fue Ridruejo, y de otros falangistas disidentes (o de "izquierdas") que gravitaron en su órbita en un momento dado, de una manera u otra. Me reconcilié por imperativo -asi lo creí- de un deber de memoria hacia mi difunto padre (que fue franquista sincero) con la figura de Franco hasta el punto que le elevé al grado de astro mayor junto con José Antonio (los Dioscuros les llamé) de nuestro futuro

Y acabé ahora viéndoles caer fatalmente, en mi mente y en mi espíritu a la vez, empujándose y acompañándose reciprocamente en la caída el uno al otro. Uno de esos dos astros (o ángeles) caídos, llamémosle Cástor, por culpa de haber acabado traicionando la Victoria y los que la hicieron posible, el otro llamémosle Póllux, por haber renegado del Alzamiento, y de sus camaradas que con tanto derroche de sangre y de heroímo participaron en él siguiendo sus consignas e instrucciones (...) Y ese es mi mensaje de futuro -y de reconciliación- para el que lo sepa captar por cierto. Quis capit capiat

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